especial para semanario Voces.
M.G.
Vivo en Paysandú, este es mi lugar en el mundo y la mía quizás será una mirada egoísta.
Aspiro a que un equipo profesional sanducero vuelva a estar dentro del campeonato uruguayo de fútbol y de básquetbol. Le haría muy bien al departamento como lo demostró el Paysandú BBC en sus primeros años que generó una auténtica “revolución” en el departamento.
Hoy en fútbol solo participa Plaza de Colonia en Primera división y en la Segunda Divisional de ascenso hay varios equipos. En el básquetbol la Liga Uruguaya es solo de Montevideo, hemos retrocedido varios casilleros.
En el 95 con la copa américa surgió la posibilidad que 4 equipos pudieran participar del profesionalismo. Se hizo a “dedo” y no funcionó. Se hizo así pensando en los estadios que se habían hecho. A la luz de los resultados fue un error.
¿Por qué digo todo esto?
Semanario Voces me consulta sobre la decisión de la asamblea de clubes y si la votación significa el principio del fin de Paco Casal.
Poco me importa si sigue o no Paco Casal y Tenfield. Lo que sí me interesa es que el producto fútbol y todo lo que trae por añadidura sea jerarquizado. Lo que pasó en la asamblea de la AUF fue realmente histórico y ojalá que la posibilidad de que más recursos ingresen por derechos de imágenes posibilite que más dinero también llegue a los equipos profesionales. Eso está estipulado.
Una de las principales dificultades que hay en el interior para poder competir son los viajes, los traslados que son muchos más los que hacen los equipos del interior que los de la capital.
Más dinero podría posibilitar un mecanismo por el cual los equipos de “tierra adentro” sean subsidiados. Me refiero no solo a la Primera División sino también a algunas divisionales formativas.
No me gusta para nada que equipos de la capital jueguen de locales en el interior. No lo permitiría si estuviera a mi alcance.
Quiero que los equipos del interior juegen en el Profesionalismo. En igualdad de condiciones.
Sobre lo que pasó me pareció fantástica la carta de los jugadores defendiendo no a una marca, sino sus derechos. Una generación de jugadores y de hombres de bien.
Creo que habrá un antes y un después de lo hecho por estos jugadores, en integridad, en dignidad, en valor.
Inclinaron la balanza, no tengo la menor duda que fue así.
Y 10 clubes, entre ellos el voto de la Organización del fútbol del interior estuvieron a la altura de las circunstancias.
Ojalá que lo mejor esté por venir. Se dio un gran paso.
