Escribe Salomón Reyes

El fin de semana pasado terminó la Feria Internacional del Libro de San José, una feria sui generis en la agenda de eventos culturales del Uruguay. A raíz de esta experiencia, les proponemos una reflexión sobre su organización en formato breve de amistosos consejos.

  1. Respaldo y apoyo financiero institucional. Asegurate que el intendente, la Secretaría General y al menos una parte de los jerarcas políticos de tu Departamento, se interesen de verdad por organizar una feria del libro y beneficiarse con el impacto mediático y social que ello acarrea. Debes convencerlos con hechos, que el gasto económico, tiene un retorno en inversión local, en imagen pública y en un invaluable beneficio sociocultural. Además de un aumento sensible de las fuentes de trabajo.
  2. Argumentos para opositores y críticos. No faltarán los que vean la organización de una feria como un gasto fútil, un derroche de recursos o los que digan, que en lugar de feria habría que resolver problemas más urgentes como vivienda o infraestructura educativa o sencillamente organizar algo más ‘popular’. Para ellos debe haber respuestas contundentes: Argumentar por ejemplo, que una feria de libro ayuda a resolver problemas más importantes y profundos como el desarrollo creativo e intelectual del ser humano y que a la larga, eso mejora la condición social, educativa e intelectual de las personas.
  3. El Libro protagonista. Sin libros no hay feria, así que se debe lograr una relación estrecha y amigable con la industria librera: La Cámara del Libro, editores, autores, distribuidores y libreros. Ellos son los primeros invitados a la feria, son su corazón.
  4. Maestros y Estudiantes. La feria es abierta a todo público pero en especial, se debe invitar a participar a todos los estamentos del sector educativo. Los jardines, escuelas, colegios, liceos y programas especiales, todos deben tener un espacio y actividades enfocadas a ellos para lograr su inclusión. La feria es de todos pero ellos son infaltables.
  5. La programación paralela. No sólo de libros vive el hombre. Hace falta proponer, como bien lo hace la feria, una serie de actividades artísticas, educativas y complementarias que propicien un relacionamiento valioso con el público y ofrezcan una gama de experiencias escénicas, musicales, audiovisuales, recreativas, lúdicas, arte urbano, etc. El libro sólo es el pretexto para una reunión artística de altísimo intercambio social.
  6. La Internacionalización. La Feria debe seguir cultivando lazos colaborativos con fundaciones internacionales, embajadas, escritores o personalidades que le permitan contar con eventos e invitados de primer nivel. En ediciones futuras, la feria deberá extender sus lazos a expresiones más allá de la zona iberoamericana.
  7. Sponzorización. La feria del libro es cara. Hay que saber buscar y encontrar la plata para realizarla y no dejar que sólo la entidad convocante cargue con todo el peso. La sustentabilidad del proyecto es prioritario. Nunca será fácil conseguir dinero pero si se quiere sobrevivir a los vaivenes socio-políticos hay que buscar monedas hasta debajo de las piedras.
  8. Apolítica. Si bien es cierto que muchos de los eventos o libros asumen contenido político y que la feria se organiza en un determinado contexto ideológico, la organización no debe asumir ninguna de ellas. Todo lo contrario, debe disponer de un espacio abierto y libre para la expresión de las ideas. La feria debe ser un punto fértil de encuentro, no de confrontación.
  9. El Equipo. La feria trabaja con elementos sensibles y creativos. Se requiere un equipo humano que comprenda y se involucre con el gran objetivo de la Feria y con su contenido. Los miembros del equipo organizador deben ser personas con disciplina y criterio suficiente para saber qué hacer cuando una carpa se ha roto por el viento o una personalidad que visita la feria, se ha puesto furioso por un baile que se organizó afuera de su hotel. El Equipo es el alma y el espíritu de la feria.
  10. El Factor Clima. Nadie puede arreglar el clima y en las últimas ediciones, la feria ha padecido días de lluvia y negrura que ahuyentaron al público. Pero como el sol siempre vuelve, cuando lo hizo, se trajo con él, al generoso público que rompió todos los records de asistencia.

La 11ava. Feria del Libro de San José tuvo en 2016 una de sus más exitosas y concurridas ediciones. Aún así, ninguna se podrá comparar con la que vendrá en 2017.

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