Alvaro Guigou, presidente del FA, Paysandú
Se ha cumplido un año de que la ciudadanía sanducera depositara sus expectativas en el Partido Nacional y específicamente en Olivera para gobernar el departamento.
Las expectativas estaban en un slogan tan motivador como vacío, que prometía mucho pero que ha cumplido poco. De aquel “Paysandú te quiero de pie” hemos llegado a un Paysandú afectado por el desempleo y un Intendente cómplice de las decisiones insensibles del Gobierno Nacional, y ausente en cada manifestación popular que exige bienestar.
La soberbia le ha encerrado a Olivera en un espíritu monárquico, valiéndose de un equipo de gobierno en el cual sus socios ofician como meros punteros políticos, operando con un desfile de selfies, con clientelismo y con asistencialismo. Las promesas hechas no han llegado.
Esa soberbia que no le permite reconocer una oposición responsable que le presentó y puso a su disposición 23 medidas en defensa de los sanduceros y las sanduceras; la misma soberbia que le impide recorrer una segunda etapa en la construcción de una política pública departamental para el desarrollo de Paysandú, con inversión en obras e iniciativas para la generación de empleo.
Por el contrario, Olivera ha decidido debilitar la Intendencia en su rol de promotora de desarrollo productivo-laboral y social, en sintonía con la política que el Presidente Lacalle Pou ha venido llevado adelante, y la cual generó 100 mil nuevos pobres, la pérdida de salario real de los trabajadores y las trabajadoras, recortes en vivienda, salud, educación, desprestigio y privatización de las empresas públicas, entrega de la soberanía nacional, desprotección de los derechos de la ciudadanía y otras acciones que generan desigualdad e inequidad día a día.
Olivera ha estado ausente en cada acción en defensa de ANCAP; y en cada acción del movimiento sindical para evitar pérdida de fuentes laborales.
Hoy, a un año del mandato popular del pueblo sanducero, debemos valorar la importancia del diálogo como herramienta de construcción social y política al servicio de la ciudadanía. Un mañana mejor es posible si hay esperanza para construirla con todos y todas.
Por eso un año después de las elecciones, el Frente Amplio sigue comprometido como siempre lo ha hecho con el pueblo sanducero, poniendo el centro en la gente, porque lo importante sigue siendo el interés ciudadano y van a encontrar en el Frente Amplio una oposición responsable con la vida del departamento y del país. Por eso hoy la tarea prioritaria es conversar con cada vecino y cada vecina sobre el porque derogar 135 artículos de la LUC que más tarde o más temprano afectarán a la mayoría de los uruguayos y las uruguayas.