Darío Rodríguez
Cuando una familia humilde, trabajadora, concreta el derecho a una vivienda digna, en el instante en que se le entrega la llave pasan por su cabeza un montón de imágenes, resumen de una apuesta y convicción vital. Las lágrimas, el abrazo a los hijos, entre vecinos, son expresiones elocuentes de la significación que tiene, en este caso, acceder a un derecho universal: la vivienda.
Resolver el tema de la vivienda, en cualquier parte del mundo, comporta decisiones políticas, planes concretos, acceso al suelo con servicios y recursos económicos suficientes.
En el país son sabidas dos cosas: que existe un déficit habitacional de unas 70 mil viviendas y que se cuenta con un instrumento potente como es la ley de vivienda. Se sabe otra cosa, que siempre los recursos para éstas y otras materias han escaseado.
El movimiento cooperativo y otros programas observaron, más allá de críticas efectuadas en todo momento, que durante los periodos pasados se priorizó el tema de la vivienda y los colectivos contaban con previsibilidad a la hora de embarcarse en dicho proceso.
Quien reparte la baraja no es un dato menor. Los que hoy están a la cabeza del gobierno ya en los ´90, con el progenitor del inquilino de Torre Ejecutiva, erosionaron las política sociales y, en materia de vivienda, inventaron los “Núcleos Básicos Evolutivos (NBE) verdaderos adefesios de 30 metros cuadrados que prescindía de la integración familiar. Simulacro de “vivienda” ya que la concebían como una mercancía; no un derecho, asumiendo recomendaciones del Banco Mundial.
Los más fanáticos defensores del actual gobierno no pueden desmentir los recortes en las políticas sociales y las rebajas salariales. Es verdad la existencia de una pandemia inédita que fue una limitante, pero el país tenía otras opciones. La paradoja es cambiar, retrocediendo. Miles de perjudicados son los que tal vez “compraron” lo de cambiar.
Los recortes aplicados al MVOT, limitan su accionar. Un primer recorte (15%, al barrer) se realizó el año pasado (viejo presupuesto) y sobre esa quita se confeccionó el presupuesto quinquenal vigente. A esto hay que agregarle los constantes tironeos entre el Herrerismo y Cabildo Abierto, al mando del Ministerio, siendo el capítulo más visible el control del organismo que entenderá en el asunto de los asentamientos: otro capítulo digno de abordaje. El MVOT tendrá unos 30 millones de dólares menos por año. Esto explica las permanentes dilaciones del MVOT a los planteos tanto de las Federaciones de cooperativas como de Institutos Asesores.
Democráticamente también afectaron al Movimiento de Erradicación de Vivienda Insalubre Rural (MEVIR), creado por el estanciero y correligionario Luis Alberto Gallinal Heber, que de 6 mil intervenciones por año baja a 4 mil. Esto determina que muchas familias verán postergado o eliminado el acceso a la vivienda. Conste que no analizamos la calidad y metraje de las mismas.
En lo que va del gobierno, en Paysandú se inauguraron viviendas de MEVIR en Quebracho y Guichón (MEVIR IV. 34 viviendas); recientemente. Como en otros programas son decisiones que venían de periodos pasados; marcando continuidad institucional. Se habla, en memorias institucionales, de otra inauguración en Tambores.
En cada una de ellas el gobierno despliega toda la parafernalia y simbología que incluye globos blancos y celestes; que nadie piense que se quiere asimilar evento a los colores del Partido de Oribe! De paso se ningunea a algunos otros actores institucionales.
En Guichón la ocasión fue propicia para que el intendente anunciara que el año próximo, marzo, se comenzaría el proceso para construir en Morató y Merinos. Olivera expresó que “es una gran noticia para el departamento”. Habría otras intervenciones, en Paysandú, en el marco del Convenio con el Instituto Nacional de Colonización.
Hay condiciones paupérrimas por ejemplo en la localidad de Soto donde gente vive precariamente en “construcciones” de costaneros. El Municipio de Porvenir, que comprende varias localidades, tiene más de 100 familias censadas con problemas de vivienda. Para ellos, no hay anuncios.
Sería interesante que se conozca, en el marco de los tres programas que cuenta el Movimiento y los Convenios, cuántas serán las intervenciones previstas, no siempre son casa nueva, en cada departamento.
Históricamente hubo que regularizar un conjunto de prácticas y criterios que se prestaban al clientelismo y las avivadas.
Un informe del Movimiento señala que este año se realizaron 883 casas; aunque no se especifica si fueron iniciadas este mismo año. Como cubriéndose el presidente de MEVIR, Juan Pablo Delgado expresó que “seguramente no sea suficiente, tenemos que seguir dando respuestas”. Por ello anunció otras obras, “eso es MEVIR, construir comunidad en equipo con la Intendencia y el Municipio”, señaló en Guichón.
MEVIR construye donde hay terrenos, cada vez más escasos, y donde se fogonea politicamente. La gente se organizaba, hasta antes de la LUC en localidades de hasta 5 mil habitantes (aunque ello se perforaba y la ley llevó a 15 mil); cumpliendo cierto rol autoridades municipales o departamentales. En todos los casos, hay apoyo técnico y social. Dispone de una Unidad de Convenio; estructura que ha permitido construir o refaccionar CAIF, Escuelas, Bomberos, Sociedades de Fomento. Esto ultimo se activó mucho en las elecciones departamentales.
Es un programa “querido” por el herrerismo, que permitió cierta dosis de parternalismo, clientelismo, hablar de “familia rural”, (eufemismo que encubre intereses diferentes), aunque dio solución a miles de compatriotas.
Pero en la actual administración se procesaron dos cambios; regresivos. Ahora se establece un ingreso mínimo familiar de 12 UR líquidas y no hay subsidio 100% a la cuota. Al menos, con independencia de las necesidades, hay que pagar un 10% de la cuota resultante. Las cuotas maximas oscilan entre los 8 y los 10 mil pesos en función de la cantidad de dormitorios. Hay familias que subsisten con 7/8 mil pesos y menos.
Hay tanta transparencia informativa que pocos técnicos o personal involucrado se anima a hablar de estos recortes que perjudican a una población vulnerable del interior que, posiblemente, sufragó el cambio de gobierno. Con lo que se pegó un cadenazo en los dientes y resignó deerechos. El silencio del personal tiene base en el temor de ser alcanzado por “una reestructura”. Circula en oficinas de MEVIR el comentario, “no se pueden hacer casas para gente que no las puede pagar”. Definición que exime cualquier comentario.
Muchos alcaldes tienen la expectativa que con un poco de lobby y contactos, será posible instalar un programa de MEVIR en su localidad, alimentando la expectativa de sus vecinos.
Los cambios implementados achican universo de gente beneficiaria y son funcionales a los recortes. ¿Cuánta gente que espera sabe de los cambios?
La organización, el reclamo permanente, -ejemplo: llevar nota agrupados al intendente y/oautoridades en cada evento-, y la difusión que visibilicen el problema son fundamentales. Celebrar una inauguración en concomitancia con la exposiciòn de las politicas regresivas. Aquello de “los mejores años de tu vida” pasa a ser un chiste de muy mal gusto para una muy buena porción de la sociedad.