Escribe: Julio Scarmatto Bernasconi
Hace varias décadas y a impulso de algunos sanduceros la Universidad había llegado a Paysandú a través de Agronomía, fue un primer impulso que terminó en una larga siesta sanducera, por años vimos como las inversiones universitarias nos sobrevolaban aterrizando en Salto donde tuvo un fuerte impacto económico y social.
Mientras en Paysandú veíamos como caían las agroindustrias sin siquiera inmutarnos más que en lamentos, en Salto las autoridades locales apostaron fuertemente al desarrollo turístico y al universitario; los salteños supieron construir un futuro, los sanduceros nos quedamos añorando el pasado.
En los últimos años la Universidad volvió a mirar a Paysandú y dentro del proceso de descentralización destinó recursos en infraestructura y en docentes abriendo un interesante abanico de carreras universitarias que permitió en primer lugar que muchos de nuestros jóvenes que les hubiera resultado económicamente imposible ir a estudiar a Montevideo, pudieran hacerlo en Paysandú, en segundo lugar que muchos otros jóvenes sanduceros evitaran el desarraigo al elegir una carrera en su ciudad y no tener que emigrar y en tercer lugar que muchos jóvenes de ciudades vecinas optaran por radicarse en Paysandú.
Tan solo si miramos ese aspecto social, el impacto en Paysandú ha sido formidable, varios miles de jóvenes viviendo en la ciudad, dinamizándola, haciéndola más alegre, con mayor movimiento, contagiándonos de fuerza juvenil a una ciudad que cada vez se sentía más envejecida, sombría y triste.
Si lo miramos desde el punto de vista económico, varios, muchos millones de dólares han jugado un papel estelar en la economía sanducera estos últimos años gracias al desarrollo universitario. Directamente inyectados por la Universidad para compra de propiedades, reparación de las mismas, construcción del nuevo aulario, sueldos a administrativos, a docentes, a funcionarios, compra de insumos y mucho más. Pero además debemos sumarle el dinero que no se fue de Paysandú al permanecer acá muchísimos estudiantes sanduceros que de otra forma estarían volcando recursos en Montevideo, más todos los ingresos provenientes de los jóvenes de fuera de Paysandú.
De por sí eso tiene un enorme impacto económico que además implicó a través de las necesidades de alojamiento, la aparición de residencias estudiantiles y una mayor demanda de alquileres que fomentó un importante impulso en la construcción lo que impactó positivamente en la actividad económica de la ciudad.
No nos engañemos, laboral y económicamente nuestra ciudad no está bien, todo lo contrario, pero hagamos el esfuerzo de imaginarnos Paysandú sin este desarrollo universitario y nos veríamos a muchos de nosotros también engrosando el índice de desocupación.
La Universidad nos ha dado mucho hasta el momento y puede generarnos aún mucho más pero la pregunta es: ¿qué le ha dado Paysandú a la Universidad y a los estudiantes?
Mucho me temo que, salvando honrosas excepciones que las debe haber, la respuesta es un contundente NADA!
No vemos una política de incentivo universitario desde los gobernantes locales, llámese Intendencia, ni del actual color ni tampoco del anterior, llámese Ediles que desde esa caja de resonancia se oye mucho chicaneo partidario pero nada sobre la Universidad, llámese bancada de Diputados, que si bien es desde la legislatura anterior multicolor, con el tema Universidad más bien ha sido camaleónico y bueno ni hablemos de algún Senador que salvo por sus intromisiones en digitar a la interna de su sector local poco y nada ha hecho por Paysandú.
Pero no solo desde filas políticas se han olvidado del incentivo universitario, el Centro Comercial e Industrial poco, por no decir nada, ha hecho por apoyar la Universidad ni por prestarle atención a un mercado joven de varios miles de estudiantes, como si estos no consumieran en la ciudad, idear una tarjeta para estudiantes universitarios, con algún tipo de incentivo o descuento por parte de sus afiliados será muy difícil?
Tampoco Federaciones deportivas, clubes sociales, instituciones deportivas, lugares de entretenimiento, nada ni nadie ha dado paso alguno para captar esa enorme masa de estudiantes universitarios.
Si entre todos soñamos, pensamos, proyectamos, construimos y difundimos un Paysandú Universitario, que provoque que cada joven, del lugar que sea, al momento de decidir dónde va a estudiar, vea un sinnúmero de puntos favorables, nos estará eligiendo, obligando a su vez que la Udelar se siga ampliando en Paysandú y eso para nosotros implicará fuentes laborales, nuevos ingresos, mayor desarrollo y empezar a vislumbrar en el horizonte un futuro prometedor, futuro que desde hace años es totalmente sombrío
Pero por favor, entendamos de una buena vez, que para lograrlo debemos invertir fuertemente, facilitarle a la Universidad los mayores beneficios que podamos otorgarles, crear un ámbito de coordinación entre Municipio y Universidad que nos permita adelantarnos a las necesidades y ofrecerle las soluciones alternativas.
La ex terminal de ómnibus, como muchos expusimos en su momento, debería haber sido ofrecida a la Universidad, para que por ellos mismos o con nuestra colaboración se reformara y se destinara a aulas o a alojamiento para estudiantes universitarios. Al menos una parte fue destinada a la UTU.
Hoy se nos presenta tener que definir el destino de la ex Paylana y nuevamente dejamos de lado la enseñanza terciaria, Udelar, Utec y UTU. Las autoridades educativas están pidiendo la colaboración a las Intendencias para poder imprimirle mayor énfasis a la descentralización educativa, varios departamentos están apostando muy fuerte para llevarse para sí los nuevos desarrollos educativos por el fuerte impacto social y económico que implican. Paysandú en cambio sigue mirando por el espejo retrovisor, apuesta a desarrollos productivos, nos sigue pesando el pasado agroindustrial y no dejamos volar los sueños de un nuevo Paysandú.
Necesitamos más UTU, más UTEC, más Udelar, para que nuestros jóvenes se queden acá, estudien, se formen y puedan desplegar sus propias vidas con un poco de optimismo dejando atrás el actual desaliento sanducero, necesitamos que vengan más jóvenes de otros lugares que sigan rejuveneciendo esta sociedad con aroma a naftalina.
Que la ex Paylana, un símbolo de un Paysandú pujante del pasado, le pasara el testigo al Paysandú Universitario del futuro sería toda una fuerte imagen de que verdaderamente queremos cambiar.

