Arreglos corales: Jorge Piorotto

Vestuario: Victor Jaire, Verónica Modernell, Mary Coria.

Dirección responsable: Nati Reynoso

Nombre del espectáculo: “Prohibido”

Tiempo: 44 min.

En una fría noche, cumpliendo la tercera jornada de la primera rueda, realizó su debut la murga de Concepción del Uruguay Manso Guachazo con su espectáculo: “Prohibido”.

La presentación queda ambientada con un escenario donde se aprecian varios carteles de  la nomenclatura de varias cosas que se prohíben, muchas preguntas y descripciones alusivas al tema introductorio.

La puesta en escena es básica, lineal, sin utilizar la profundidad del escenario, todo el tiempo, los integrantes manejan los movimientos repetitivos sin elocuencia. Lo destacable de este espectáculo es que la letra de la propuesta propone temas locales argentinos sin caer en una adaptación uruguaya. Son inteligentes al abordar temas comunes en ambos países para la crítica como lo son: el bajo salario docente, los reajustes económicos, la corrupción política. La murga no demuestra un punto alto, siempre se mantiene en una misma línea que sobre la mitad decae, sin generar humor pero tampoco capta la atención con una instancia de reflexión, pasa desapercibida totalmente. Eso queda demostrado luego del primer salpicón.

El vestuario es unisex, tanto los hombres como las mujeres están claramente definidos en sus indumentarias, túnicas acampanadas con contrastes tornasolados en rojo y verde.

Por otro lado, el maquillaje también es básico con una base blanca con detalles de extensión en las pestañas pero con un diseño discreto.

No se observa variedad en la musicalidad, la batería permanece casi inmóvil sobre el lado izquierdo del escenario, no participa directamente del espectáculo sumado a que hubo grandes problemas con la amplificación con un acople constante.

En materia coral, hubo desafinaciones muy notorias, entradas fuera de tiempo, desajustes, falta fuerza y potencia en las voces, el ensamble de algunos arreglos no lucen de la forma esperada porque la proyección unísona queda replegada en tono medio sin explotar escénicamente.

En definitiva, Manso Guachazo tiene una propuesta que no logra convencer ni desde lo coral ni tampoco desde la propuesta de la temática planteada, muy chata, básica, arítmica con algunos baches escénicos, donde se deberá afianzar y trabajar mucho más los coros para poder pasar a una nueva ronda, darle agilidad, tratar de mechar algún chiste para generar humor que es lo que se denota en la interpretación cupletera, pero por  sobretodo establecer una comunicación real con el público.

La despedida, quizás es una de las partes más alegres donde expresan su adiós: “se va la murga soñando carnaval, enamorada de la felicidad” con una letra relativamente aceptable.

A corregir muchas cosas, trabajar la vocalización, dicción, y las fallas interpretativas si la murga quiere perdurar en el concurso, por ahora un espectáculo sin pena ni gloria.

FDLS