Senadora Constanza Moreira en Paysandú:
Sobre la necesaria reforma de la Caja Militar, la necesidad de renovación en las candidaturas del Frente Amplio, y las perspectivas electorales para 2019, dialogó 20Once con la legisladora de la coalición de izquierda, principal referente de Casa Grande.
La senadora estuvo acompañada por Fabiana Goyeneche, integrante de ese espacio político y directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, Mariana Felártigas, edila en la capital del país y Mario Díaz, secretario general de la Intendencia de Paysandú.
“Siempre que podemos venimos a Paysandú, donde hay un grupo de Casa Grande muy unido y diverso, que ha sido un gran puntal en la campaña electoral de Caraballo y ahora en el gobierno, con Mario Díaz como secretario general y Marcelo Romero director general de Vivienda”, comenzó señalando la legisladora a 20Once.
“El gobierno nacional absorbe la energía frenteamplista y los gobiernos departamentales pasan a un segundo plano. El Frente Amplio se ha planteado la descentralización, por eso su Mesa Política ha sesionado en el interior, la última vez en Rivera, a veces acompañando a los Consejos de Ministros” agregó.
Alcance nacional
La senadora explicó que su sector se ha propuesto tener un alcance nacional. Hoy tiene presencia en 16 departamentos. Esta estrategia obedece a que en su “concepción de la política, todos los votos importan”, y no solo los de Montevideo y Canelones, que concentran el 60% del padrón electoral. Subrayó que es el interior del país el que viene compensando la caída de sufragios en la capital. Moreira indicó que la coalición de izquierda vota bien en octubre (en las elecciones nacionales) pero “el desbalance se produce en mayo”, lo que atribuye a que “el Partido Nacional detenta el poder en la mayoría de los departamentos desde hace décadas”. Las dificultades de la izquierda para hacer pie en el interior obedece, en su opinión, a las políticas clientelares que mantienen las Intendencias.
Con el dedito no
Explicó en tal sentido que según un informe de la Oficina Nacional del Servicio Civil, el 50% de los cargos en los gobiernos departamentales “son de designación directa”, lo que da lugar a “la compra de votos y prebendas, que es un viejo problema del Uruguay”. Abogó para que los gobiernos comunales adopten el sistema de ingreso por concurso a la función pública que existe en los demás organismos públicos. Señaló que los partidos tradicionales se oponen a una reforma, que requiere mayorías especiales en el Parlamento. Lo que se logró es topear los salarios en la administración estatal, para que ningún funcionario gane más que el Presidente de la República. La excepción la constituyen los Intendentes, cuyos salarios los fijan las Juntas Departamentales.
“El voto en octubre es más ideológico, en el de mayo pesa más el trabajo en el gobierno departamental, las políticas del gobierno nacional que la gente cree que son de las Intendencias” añadió.
Moreira explicó que en los encuentros que mantiene Casa Grande con sus militantes, se discuten los temas que se abordan en la Comisión de Programa del Frente Amplio, tales como seguridad pública, vivienda, militares, género, vivienda, entre otros.
Novick y la “compra de lealtades”
La ex pre candidata considera que la campaña del año próximo “se perfila muy dura”. Entiende que las elecciones “serán mucho más peleadas” que las anteriores, y recordó que “el mejor resultado se obtuvo en 2004, cuando se capitalizó todo el descontento por la crisis del 2002”. Señaló que los comicios serán “los más difíciles para todos los partidos”, no solo para el oficialismo. “Novick es un fenómeno impredecible, su forma de hacer política deja a todo el mundo atónito. Un conocido politólogo dice que no tiene piso ni techo. Le puede ir horrible o muy bien”. Explicitó que hasta ahora “ha funcionado con la compra de cuadros políticos de otros partidos, como Daniel Bianchi del Partido Colorado y el blanco Daniel Peña.
“Que los políticos sean elegidos por un partido y después se pasen a otro, no es algo que acepten los uruguayos” acotó.
“Novick, que creo que es un invento de Bordaberry, fue puesto por los partidos blanco y colorado para que los represente, no para que creara un tercer partido que les restara votos a ellos. El tiro les salió por la culata” subrayó. “Capaz que me equivoco y es una nueva forma de hacer política, porque si yo pongo 50 mil dólares para su campaña y me llevo un dirigente de otro partido, eso es comprar liderazgos. Yo no quiero eso para Uruguay, los líos que hay en América Latina por la compra de lealtades y liderazgos” destacó.
Serán los comicios -2019- con más partidos
El Frente Amplio prepara un proyecto de ley para impedir el cambio de lema, lo que constituye “una trampa” resaltó Moreira. Ejemplificó que Jorge Saravia fue electo por el Frente Amplio y posteriormente se pasó al Partido Nacional sin haber renunciado a su banca, como sí lo hizo finalmente Gonzalo Mujica. Para la senadora será “una campaña polarizada, en la que sacarán ventaja los partidos que se mantengan unidos”. Anticipó que serán los comicios en los que se presenten más partidos, ya que “todos los días se inscribe alguno en la Corte Electoral”.
Basta de Astori y Mujica
Consultada sobre los candidatos que se presentarán por el Frente Amplio, cree que el intendente de Montevideo Daniel Martínez se postulará, al tiempo que aclaró que los viejos líderes (Mujica, Astori y Tabaré) “no creo que se presenten, y tampoco lo quiero”. “Creo que hay muchos con condiciones para presentarse en la interna, que todavía está un poco verde” indicó, a la espera que el grupo mayoritario, el MPP, defina a su representante, ya que este sector tomó distancia de la posibilidad de Yamandú Orsi (jefe comunal de Canelones). Moreira quiere que haya más de un candidato “en una competencia fraterna”, que incluya mujeres en la fórmula presidencial y renovación generacional. Entiende que su generación “debe darle paso a los jóvenes”, a los de “treinta y cuarenta y pico”, recordando que el mandatario Francés (Emmanuel Macron) tiene 40 años de edad. “Los jóvenes tienen una capacidad de vinculación con los de su generación que los viejos no tenemos, con la excepción de Mujica”. Sostuvo que también las mujeres son postergadas en la política uruguaya. “Cuando ves los índices de pobreza también se ve la diferencia generacional” manifestó Moreira. “Los jóvenes tienden a votar por la izquierda, pero tenés que tenerlos dentro de la política, no solo como electores” agregó “para que participen en el Parlamento, pero también en el Poder Ejecutivo”, cuya composición actual “es muy veterana”. La coalición de izquierda se debe una “transición generacional, que es difícil que se haga después del triunfo”. “Ya tendríamos que haber hecho la transición en la elección pasada” opinó.
Habló Fabiana
Al respecto Goyeneche, quien cobró notoriedad como referente de la campaña del No a la baja (en la edad de la imputabilidad penal), opinó que “no es verdad que la gente esté cansada de la política, está cansada de los mismos políticos haciendo la misma política de siempre”. “Tenemos el desafío de mostrar que las propuestas de liderazgos políticos, no tienen solo que ver con la trayectoria de 30 años de militancia, o de haber pasado por todos los cargos de gestión de un gobierno” destacó.
Que el interés por la política no se ha perdido, lo demuestra el aumento en la militancia en organizaciones sindicales, sociales (tanto de izquierda como de derecha), apuntó la sanducera.
Los privilegiados de uniforme
La iniciativa legal para reformar la Caja Militar, que Moreira apoya, contempla cambios en las edades para jubilarse, en los haberes jubilatorios, y sus efectos se verán recién en 20 años, ya que se acordó “un régimen de transición muy generoso”, tras una pulseada con “las corporaciones militares y el Ministerio de Defensa”. El proyecto no tiene el respaldo de blancos y colorados, que “piensan que así se aseguran unos 20 mil votos de los militares”. Hay unas “15 mil jubilaciones de privilegio” entre los militares, destacó Moreira, quienes “tienen gran poder de lobby, presionan, amenazan, boicotean”. El proyecto tiene los votos para ser aprobado en el Senado, pero en Diputados faltan dos, el del oficialista Darío Pérez y el de Unidad Popular, “que si es de izquierda debería apoyarlo”. Moreira recordó que el actual régimen lo votaron los militares durante la dictadura, y le sale al Estado 500 millones de dólares por año. Comparó con las sumas que han provocado ejecuciones hipotecarias, que ascienden a 20 millones. Las jubilaciones que superan los 130 mil pesos, y llegan incluso a los 200 mil, corresponden a militares, mientras que un profesional que aporta toda su vida percibe al jubilarse 50 mil pesos, ejemplificó la senadora. Además, “son altas jubilaciones militares con jubilados de 40, 50 años de edad” denunció, los cuales además en gran número son propietarios de empresas de seguridad, y además de estar jubilados pueden ejercer una actividad remunerada. “Tenemos una de las tasas de efectivos (27 mil) por persona más altas del mundo”. El 80% del gasto militar lo insumen los recursos humanos. El dato más escandaloso es que “mantener en funcionamiento los cuarteles, le cuesta al Estado lo mismo que los hospitales”.
El gasto militar implica un punto del Producto Bruto Interno (PBI), y otro punto la Caja Militar, los mismos con los que se podría alcanzar, por ejemplo, el presupuesto requerido para la educación.