“El paro tuvo el objetivo de visibilizar la situación y expresar la molestia por la falta de respuestas. Los compañeros se sintieron desbordados y necesitaban hacerse escuchar”, explicó Figueroa.

Los trabajadores del corralón municipal de Paysandú llevaron adelante este lunes un paro de 24 horas en rechazo al inminente traslado de sus actividades hacia la zona del parque industrial, en Casa Blanca, a unos diez kilómetros del actual lugar de trabajo. La medida fue impulsada por la inquietud de los funcionarios ante la falta de acuerdos con la Intendencia sobre posibles compensaciones o soluciones de transporte.

El presidente del sindicato de trabajadores municipales, Luis Figueroa, explicó en diálogo con 20once que la medida surgió “por la preocupación de los compañeros”, ante un cambio que calificó como “una instancia importante, que impacta directamente en los costos del trabajador”.

“Hace meses que venimos en negociaciones con el Ejecutivo buscando algún tipo de beneficio o compensación, pero hasta ahora no se ha llegado a un acuerdo”, señaló Figueroa.

El traslado afectaría a unos 150 funcionarios pertenecientes principalmente a las direcciones de Servicios y Obras. El sindicalista precisó que, pese a reconocer la existencia de un diálogo con las autoridades, “no ha habido una propuesta concreta de la Intendencia”.

Entre los planteos del sindicato se incluyó la posibilidad de establecer un punto de encuentro dentro de la ciudad, desde donde los choferes pudieran trasladar a los trabajadores hacia el parque industrial, con la flota municipal de ómnibus. Sin embargo, Figueroa indicó que no hubo una respuesta afirmativa ni negativa sobre esa alternativa.

“Sabemos que la Intendencia tiene una pequeña flota que podría destinarse a ese traslado, pero hasta ahora no se confirmó nada”, comentó.

Respecto al nuevo predio en el parque industrial, Figueroa destacó que las instalaciones son nuevas y en buen estado, aunque aclaró que el sindicato recorrerá el lugar antes del traslado para verificar las condiciones de trabajo.

“No se va a permitir que ningún compañero empiece a cumplir funciones allá sin que el sindicato dé el visto bueno”, aseguró.

El dirigente mencionó que aún restan algunos ajustes básicos, como el suministro de agua y la finalización de obras menores que están siendo realizadas por los propios funcionarios municipales.

Durante la jornada del paro, los trabajadores recibieron la visita de parte del Ejecutivo departamental, incluido el Intendente interino Cr. Ricardo Molinelli y la Secretaria General Gabriela Gómez quienes mantuvieron un intercambio con los funcionarios movilizados.

Si bien no se concretaron respuestas definitivas, se acordó abrir una nueva mesa de negociación para intentar acercar posiciones en los próximos días.

El dirigente subrayó que el sindicato apoyó sin dudar la medida adoptada por los trabajadores, y reafirmó la disposición al diálogo:

“Vamos a seguir conversando. La pelea más grande que estamos dando es por el traslado, no por el edificio, que en realidad está bien. Lo que preocupa es la distancia y el impacto que eso tiene en el bolsillo y en la vida diaria de los trabajadores”.