El diputado Walter Verri en la media hora previa de la Cámara de diputados el pasado 16 de marzo expresó que “queremos referirnos hoy en estos 5 minutos a un hecho que ha tenido amplia difusión pero frente al cual no podemos permanecer mudos en este recinto, reflejo de la tolerancia y de la democracia. Paysandú no sale de su asombro ante el cobarde e injusto asesinato de un hombre de bien, padre de familia, buen vecino, buen comerciante, querido por todos, un hombre que no tenía enemigos. Sin embargo, una mente enferma de odio mató a David Fremd. Odio que alimentó en las redes sociales, en internet y del que no nos dimos cuenta como sociedad. Nos sentíamos tan lejos de esas cosas que no le dimos la importancia que tenía. Como dice muy bien Leonardo Haberkorn en su columna: La indiferencia mata. Nos equivocamos. Muchos seguramente escucharon al asesino gritar su odio contra los judíos en un ciber, o sus teorías de la conspiración en su contra. Pero no le hicimos caso, quizás porque nos parecía que era solo un loco, pero nos equivocamos, es una mente que enfermaron de odio racista. Pasó lo que no imaginamos y quizás pudimos haber evitado si solo hubiéramos prestado más atención todos. A David lo mataron por judío, pero también podían haber matado a otro por ser católico o por ser de esta u otra raza. Lo mataron por pertenecer a una colectividad, a una raza, por diferencias religiosas. Pero en el fondo nos mataron un poco a todos como sociedad. Por eso Presidente quiero levantar la voz en nombre de todo Paysandú, para decir que mi departamento rechaza, condena y repudia este homicidio. Que Paysandú no piensa como el homicida sino que al contrario, lo condena enérgicamente porque somos un pueblo de tolerancia y respeto. Los uruguayos somos descendientes de esos inmigrantes que a fines del siglo XIX y principios del XX vinieron no más que con lo puesto, escapando de las penurias de sus tierras, buscando un lugar donde poder trabajar. Trabajar duro, para vencer el hambre, para tener un techo, para darle un futuro mejor a sus hijos, sabiendo que el único camino para que vivieran mejor que ellos era darles un estudio. Sobre esa base moral, se afincó hace 100 años esta familia en Paysandú con la idea de trabajar y progresar. Familias Judías, como los Fremd, pero también rusos, italianos, españoles y tantos otros. Con confianza en el porvenir, confianza en ese Uruguay Batllista, moderno, el de la escuela laica, gratuita y obligatoria, el de los liceos públicos, el de la Universidad para todos. Por eso con David nos criamos en la misma ciudad, fuimos todos a las mismas escuelas públicas, a los mismos liceos, a los mismos clubes, bailamos en los mismos lugares y festejamos abrazados las mismas cosas que nos hacían felices como comunidad. No supimos ni sabremos de diferencias de ningún tipo. Ese es el Uruguay que reivindicamos y no permitiremos que una mente enferma, o cualquier organización fundamentalista logre cambiar.
Los sanduceros como todos los uruguayos, reivindicamos los valores de la república laica, que asegure a todos la libertad de culto, que nos permita vivir con espíritu tolerante y respeto. Por eso hoy queremos coincidir con el Pte. del Comité Central Israelita, Sr. Sergio Gorzi, que el sábado pasado se unió a los 10.000 sanduceros que salimos en silencio a las calles a manifestar que somos un pueblo de tolerancia y de paz.
Cuando terminó la marcha lo entrevistaron y con la voz quebrada dijo, esto es Paysandú, interpretando el silencio de esas 10.000 personas que era representativo de todos. Como dijo el panadero del barrio en un pizarrón, Paysandú entero le dice a cualquier fundamentalismo: Hoy yo también soy judío”.