“Sale con fritas”

Tiempo de actuación: 43,23 m-

El concurso comenzó con la grata sorpresa de conocer, en nuestro carnaval, a otra representante del Hum; “Sale con fritas”, o las fritas como ellos se llaman.

Con la dirección de Leroy Suarez y el incansable Jorge Velando, es que esta murga nos invita a recorrer los 7 mares y comienza un anecdotario de vivencias creíbles y otras no tanto que mantiene la atención del público durante toda su actuación.

Ataviados, de piratas, un vestuario con el brillo necesario para la propuesta, dos mujeres en la cuerda de sobreprimos, vestidas como mujeres, sí señor. Por fin una murga que se da cuenta que a las mujeres se las viste como tales y no disfrazadas de hombres.

“Bailando sobre las alas del mar, la murga regresa” dicen en parte las fritas. Desde el inicio se disfruta del derroche de musicalidad y letra. Una cuidada y austera escenografía que suma para la visión global.

El salpicón comienza con una fuerte crítica al gobierno y las decisiones de Astori, la herencia que nos dejó Mujica, la situación del refugiado de Guantánamo, el buen momento de la selección uruguaya de fútbol resaltando los valores personales de Lugano y Godín. Si bien en el estribillo hacen una fuerte crítica a como tratan las noticias los medios de comunicación y les piden a la gente que no se dejen engañar, en el transcurso de la letra no queda claro porque lo dicen. No representan un paralelismo que pueda avalar la letra, y a mi entender queda en el aire.

Muy buena y cuidada la puesta en escena hasta en los más mínimos detalles. No se hace la mímica de que están tomando cerveza, por ejemplo, cada uno tiene su jarra de cerveza. Es de resaltar que el vestuario y elementos son de materiales reciclables, utilizados de manera óptima. Uno de los momentos altos de humor, es la aparición del morrón rojo, por cierto de alto valor, que es una mecha corta pero efectiva.

Si nos detenemos en lo que importa de la murga que son las letras y la musicalidad… un disparate. Un estilo muy similar a los recordados Arlequines, cambios de musicalidad constantes, fraseos correctos, no se recurre al cambio de acentuación para lograr la rima o la métrica, arreglos corales cuidados al extremos, finísimos musicalmente hablando. Sin desafinaciones, sin entradas equivocadas, sin repeticiones de melodías, sin baches… a esta altura deben tener pulmotores más que pulmones porque la energía es pareja y arriba todo el espectáculo.

Excelente la decisión del director cuando las integrantes cantan solas, y lo hacen sobre un tema de Gloria Estefan. Son mujeres y cantaron sobre un tema que lo interpreta una mujer, sin forzarlas a que canten en tonos incómodos. Visión y sapiencia musical de un director zorro como es Velando.

Un cuplé desopilante donde se encuentran con los indios y se produce un cambio total de vestuario, los indios uruguayos cuentan diferentes momentos de nuestra historia y nuestro proceso como sociedad. Y hasta ellos le piden a Bonomi que renuncie. Y la murga también habla de sí misma, de cada uno de los integrantes siempre con un toque humor.

Llegando a la retirada, se la dedican a las murgas en general, reivindicando el papel de la murga en la sociedad; “gracias por tanto, corazón, tanta poesía y buen humor; “se va la murga dejando el corazón bajo una lluvia de abrazos”.

Solo faltó un poco más de humor, un planteo inteligente, un espectáculo muy bien pensado y logrado para competir en un departamento que no es el locatario, con temáticas nacionales bien resueltas.

“Sale con fritas”… con kétchup, mayonesa y lo que pidan.

I.S.