Escribe Juceda
Tras la clasificación ante Ecilda Paullier, el entrenador Carlos Cabillón comentó que hubo 20 (veinte) jugadores que no quisieron jugar en la selección. Es decir, no sintieron orgullo de lucir una casaquilla que a todos, absolutamente a todos los sanduceros les regaló las grandes noches de un “ballet blanco” por los campos del Litoral e Interior. Y exterior.
Tomando estas palabras del entrenador sanducero, se puede deducir que muchos de los actuales integrantes del plantel si aquellos 20 no hubieran renunciado, no estarían citados.
“En Paysandú hay para formar 4 selecciones” afirmó entonces Carlos Fernando Cabillón Ramírez.
Por todo esto es que desde un principio en nosotros, que en kilómetros siguiendo por 35 años a la Blanca dimos varias vueltas al mundo, despertó simpatías y agradecimiento.
Con un comienzo titubeante, porque muchos jugaban por primera vez en el Nacional de selecciones y porque como sucede generalmente al terminar tarde la temporada se acortan los plazos de entrenamiento del seleccionado.
12 años hace que Paysandú no llega a una final del interior. Fue en 2007 cuando dirigía Ramón Silvera. Empató de visitante ante Maldonado y luego perdió de local.
La última vez que fue campeón fue en 1988. Por lo tanto pasaron ya 31 años. Elbio Carlos Colzada era el dt.
Una serie inicial que integraron nada menos que Salto y Fray Bentos hacían peligrar la clasificación en uno de los dos primeros lugares. El triunfo categórico en la última fecha en Dolores le dio el pasaje. Ya era un gran logro para una selección “virgen” de partidos interdepartamentales.
Y a medida que pasaron las fechas y como cantó Zitarroza, este plantel fue “creciendo desde el pie”. Del buen pie de los Duarte, Sabaño, Rossi, Andrioli, Agüero, Cohelo entre otros. De las tapadas del golero Giossa y el rendimiento de la zaga central desde el ingreso de Picos para jugar con Leites.
Este pasado sábado volvió Fray Bentos. Fue el quinto partido de los seis que jugaran en este nacional. Mas bien parece un “play-off” del básquetbol.
Ganó, y bien, Paysandú por 3 a 1 y pudo sumar una mayor diferencia. Buen segundo tiempo sanducero con mucha presión. Fundamental para “desarticular” el buen juego “tripero” en el medio campo.
Un dudoso penal contra Paysandú terminó siendo un gol visitante que puede importar mucho en el partido de vuelta. Con un 2-0 FB irá a la final. Por eso, pensamos, Paysandú necesita un gol y de esta manera los rionegrenses deberán anotar 3 para ir a los penales o cuatro para clasificarse directo. No es cosa fácil de lograr.
Reiteramos, en esta clase de partidos de 180 minutos hay que ser muy táctico, estratégico, con mente bien fría tipo freezer.
Espacios van a quedar y Paysandú tiene contragolpeadores veloces y hábiles. La cosa será tocar de primera y seguir a buscar la devolución. Todo sin egoísmos y colectivamente.
A un empate o una derrota por un gol está Paysandú para ser finalista. Ha pasado mucho tiempo de la última vez que ni nos acordamos.
Foto
Hermoso gol de Nicolás “Maravilla” Duarte. Luego de una pena libre como que engancha una pelota cambiando el balón al segundo caño del golero rionegrense. Fue el segundo sanducero-
