Transformar superando inercias
Escribe Darío Rodríguez
Lentamente se reanuda la campaña hacia la obtención de los gobiernos departamentales y Paysandú no podía ser la excepción. Al tiempo que circula información sobre las comunas y se conoce la intención del gobierno central de recortar partidas; los ayer oposición hoy gobierno nacional, harán jugar el aparato del Estado en cada lugar a favor de los correligionarios. Paysandú puede entrar en la categoría de “gobierno en disputa”.
“Es interesante lo que disparó la propuesta de la Intendencia de constituir un fideicomiso de 200 millones de Unidades Indexadas pagadero a 24 años”
Tras su segundo mandato, el FA puede mostrar algunas concreciones de cierto relieve y que -habida cuenta de la resignificación de roles- trascienden el clásico ABC municipal. Un aspecto a resaltar es la dependencia -válido también para Paysandú- de casi todos los gobiernos departamentales de las partidas centrales. Es harto probable que un recortador serial como el director de la OPP, Isaac Alfie, quiera establecer mecanismos que impliquen demoras, recortes, reajustes o actualizadores de partidas que hagan perder capacidad de compra. Además pediría austeridad. Todos los candidatos y el Congreso de Intendente están en estado de alerta y negociando con el gobierno.
En dicho marco cobró fuerza y apoyo político la iniciativa, esta vez pergeñada por un grupo de profesionales locales, de mudar 25 hectáreas de la ciudad, contiguas al Paseo Costero, en una “pieza urbana” transformadora.
En la anterior edición de 20Once uno de los candidatos frentista, Marco García, decía que la Intendencia puede ahorrar en el entorno del 1.5 millón de pesos anuales sacando los denominados “Gastos de Representación” que cuentan intendente y secretario general. Un gesto. El FA planteó mantener el poder adquisitivo de las partidas. La cercana discusión presupuestal quinquenal hablará al respecto.
Es real que los gobiernos departamentales del FA (2005-2010) y el presente navegaron de la mano del central, encabezado por el mismo Frente. También es cierto que durante la gestión nacional del FA no fue común que los intendentes se quejaran por ninguneo o demora en envíos de las correspondientes partidas previstas constitucionalmente que permiten realizar obra de todo tipo.
Como toda gestión, la sanducera tiene un tema sensible, y fácil de hacer demagogia y levantar cucos, como el tributario- Es una dificultad y no solo por la alta morosidad, sino por su estructuración. A manera de ejemplo, habría que ver los beneficios que gozan los denominados barrios privados que, lamentablemente, se han fomentado en contradicción con políticas nacionales emanadas de la ley de ordenamiento territorial y desarrollo sostenible (LOTDS)
La actual gestión puede poner arriba de la mesa varios asuntos que hacen a la calidad de vida de la gente. Aunque coexista con otras en contradicción, la más significativa, por su alcance, proyección, acceso a la trama urbana, población involucrada, compromiso con los sectores sociales organizados, impacto en la ciudad, sea el proyecto Paylana. Desde las ahora emergentes construcciones encabezadas por tres cooperativas (128 viviendas) y el edificio de UTEC sobre Batlle Berres y Meriggi la gente puede asimilar lo que se venía hablando desde hace unos años. El proyecto Paylana, más allá de cuestiones instrumentales, abre paso al mentado “espíritu sanducero”. Tiene otro ingrediente no menor, se viabilizó por que la oposición, superando rencillas menores, sumó su apoyo.
La LOTDS dio a los gobiernos departamentales la función de estructurar territorios, asignar usos al suelo, categorizarlos, generar cartera de tierra y ser policía territorial; entre otros temas relevantes que parecían una cuestión menor. Tienen enorme entidad. Hasta ahora, la ciudad y sus beneficios, lo usufructuaban silentes fraccionadores, loteadores, especuladores, haciendo ciudad desagregada y negocios inmobiliarios. Luego el Estado tiene que llevar infraestructura y servicios. Son apropiadores de la plusvalía urbana. Hincarle el diente a estos asuntos hará a la transformación de Paysandú. Por ello si el debate por el acceso al gobierno departamental discurre en tal andarivel será relevante y elevará la calidad del mismo; lejos de pequeñeces y una estrecha concepción.
Por todo esto, es interesante lo que disparó la propuesta de la Intendencia de constituir un fideicomiso de 200 millones de Unidades Indexadas pagadero a 24 años; varias administraciones. La herramienta, ya usada por Guillermo Caraballo, presentada por el actual intendente Mario Díaz, pretende en 31 propuestas atender aspectos viales, culturales, de infraestructura deportiva, adquirir tierra, realizar obra en el interior en los próximos cuatro años; que tendrán muchas restricciones. El fideicomiso planteado, dado que compromete otras administraciones, requiere apoyo de la mayoría, dos tercios, de la Junta Departamental. En dicho marco cobró fuerza y apoyo político la iniciativa, esta vez pergeñada por un grupo de profesionales locales, de mudar 26 hectáreas de la ciudad, contiguas al Paseo Costero, en una “pieza urbana” transformadora. Nos referimos a Distrito Park.
Más allá de los aspectos instrumentales de la propuesta y su implementación lo que interesa es su concepción. Por una lado, recupera el mentado “espíritu” sanducero, integra actividades (comerciales, universitarias, etc) y poblaciones (cooperativistas, sectores medios, etc) en trama urbana servida, sin extender ciudad y rejerarquizando zona en diálogo con el Paseo Costero. La propuesta en cuestión debe contribuir a reperfilar la ciudad, generando nuevas demandas e impactando en la generación de puestos de trabajo; una vital necesidad. No se debe perder de vista la ubicación estratégica que tiene el Departamento.
De existir un acuerdo sobre tales propuestas transformadoras y de impacto en la vida de la gente, la política habrá dado un enorme salto en calidad.
¿Vialidad al Corralón?
La Intendencia tiene dos espacios que serían susceptibles de integrarlos a proyectos de fuste y en dinámica transformadora. En concreto nos referimos al predio donde funciona Turismo, frente a Plaza Constitución y el Corralón Municipal. En perspectiva de “ciudad universitaria”, por ejemplo, en el céntrico predio se puede construir una residencia estudiantil y/o comedor junto a un complejo habitacional. El otro predio se lo puede facilitar para ubicar cooperativas y otros emprendimientos; reforzando el perfil de la zona. Con lo producido de la venta, a las cooperativas por ejemplo, la Intendencia puede reubicar las funciones allí alojadas. No parece adecuado que se enfatice el rol del Corralón y se traslade Vialidad a dicho lugar con todo su parque de maquinaria. La medida, de concretarse, tiene poco que ver con el ordenamiento territorial más allá que urge trasladar dicha dependencia hoy funcionando en zona inundable. No han quedado muy claras las razones que invalidaron el traslado de Vialidad a un predio de Ancap.