Escribe José María Brunini
El pasado sábado 16 en Teatro Florencio Sánchez a partir de la hora 21, convocó la música “maceta”, es decir, “de tierra adentro”. Definición que se ajusta aún más ya que la raíz del grupo es de una comunidad del Interior. Con “Musiqueros del Fogón” nos une una añeja relación de amistad; es más: dos de sus integrantes, Sergio Félix y Hugo Wilkinson, en algún momento fueron nuestros alumnos de guitarra. Y debemos sumar la cantidad de años que estuvimos vinculados a Quebracho, como docente musical, llevando adelante coros y claro: apoyando el tradicional festival “Cantando al calor del fogón”, idea de aquel trasfoguero que fue el P. Juan Enrique Zordán.
Amistad que no lesiona la objetividad, o sea como corresponde. Ello nos permite señalar que aún en un marco de sencillez y apostando a lo genuino, los “musiqueros” alcanzan un evidente producto de muy buen nivel, lo que el público aprobó desde siempre, o sea hace más de 20 años. Estilo propio, creaciones de componentes del conjunto y una “puesta en escena” donde sobresale la simpatía, la entrega y la generosidad artística de un conjunto que entiende y esgrime el sentido de la humildad. Solo dos de los integrantes siguen radicados en Quebracho, pero buscan las maneras de encontrarse, renovarse, ensayar.
Peñas, festivales, discografía; y hasta giras, sobre todo en aquel período compartido con Juan José De Mello, reconocida figura de nuestro canto popular. Carlos Vignolo, Omar Angioni y los nombrados, más el aporte en percusión de Pablo Félix. Una formación sobre la cual prácticamente hemos -y continuamos- escribiendo su historia notas mediante.
“Alma sonora de Quebracho” se denomina la propuesta del sábado, que sin duda coincide con el propósito. Debe subrayarse que el espectáculo abrirá con Robin Texeira y su Quinteto Típico: atracción que suma, evidentemente.