Quizás muchos desconozcan que María Cecilia Bottino Fiuri tuvo un pasado destacado como  deportista, vinculada a la natación.

Pero además “estuve como un año en tenis y hacía además básquetbol femenino. Sé remar, jugar voleibol y handball. Y me encanta jugar al fútbol”.

La natación sanducera ha ganado, representando a Uruguay 47 medallas a nivel Sudamericano.

Club Remeros Paysandú dominó la natación uruguaya en los ´70 de acuerdo a lo que consigna el libro de Julio César Damico, Nuestros Monstruos Sagrados. El club sanducero tenía como fuertes rivales a Neptuno  y a Banco República. Hasta los ´80 fue gran animador a nivel nacional.

No en vano los mejores exponentes históricos de la natación hasta el momento siguen siendo Ana María Norbis y Carlos Scanavino.

Los logros de Cecilia

Cecilia Bottino logró en el Sudamericano de Río de Janeiro, en 1984 una presea de bronce. En el relevo de 4 x 100 combinado ganó la medalla junto a Sandra Barbato, Rosa Silva y Verónica Acosta, logrando un crono de 4.39.40.

En ese torneo fue junto a otro sanducero, que también representó a Uruguay, Carlos Scanavino.

Remató la posta nadando crawl para asegurar el podio uruguayo.

La familia de Bottino estuvo vinculada a club Remeros Paysandú desde siempre.  Su hermano José, dos años mayor fue nadador también.

Buena parte de la población de Paysandú aprendía a nadar por aquel entonces, incentivados por el plan de becas que llevaba adelante el club con Wilfredo Raymondo a la cabeza y el apoyo de la Comisión Nacional de Educación Física.

El talentoso entrenador iba a las escuelas a ofrecer becas y así aparecieron interesados que aprendían no solo a nadar sino que muchos desarrollaron una destacada carrera.

De niña

Tenía apenas 4 años y ya estaba nadando en la piscina del Club Remeros de Paysandú. Con solo 6 años ya integraba planteles competitivos de natación con niños más grandes. A los 15, ya era medallista de un Sudamericano mayor de natación.

El estudio no le permitió continuar lo que prometía ser una gran carrera deportiva. Es una discusión que Uruguay no ha cerrado. Llegado el momento muchos deportistas se deciden por el estudio.

La historia de Bottino con la natación se cortó con la mayoría de edad. Allí pasó a la Facultad y su prioridad número uno eran los estudios. “Tuve que dejar el deporte porque no podía compatibilizar las dos cosas”, cuenta.

En las vitrinas de la casa de su madre en Paysandú todavía relucen los premios que ganó cuando niña, por ejemplo las numerosas travesías por el Río Uruguay y la medalla en 4 x 100 combinado en el Sudamericano de Río 1984. “Yo en realidad no iba a competir en la posta, pero como me fue bien en la individual el técnico Felipe Vidal se la jugó por mí y rematé la posta”, recuerda.

Bottino tuvo como entrenadores a Ana María Norbis y Carlos Scanavino, dos olímpicos históricos en natación. Norbis fue 8ª. en un Juego Olímpico, México `68 y Scanavino logró un 10º. puesto en Los Angeles 1984.

“Para nosotros Carlos era el ídolo”, confiesa, agregando que “soñar con un Juego Olímpico era solo para excepciones, ni te lo imaginabas”.

Su estilo predilecto siempre fue el crol; y el que menos pudo dominar, el pecho. Pero la natación toda es su pasión. “Es el deporte que llevo adentro y que me fascina”, afirma, al punto de que si cruza un río se siente “mucho más segura estando en el agua sola, que arriba de la embarcación”.

Al día de hoy ya no compite ni entrena regularmente, aunque el bichito de volver a nadar está latente. “50 metros libre lo puedo hacer perfectamente sin entrenamiento”, avisa.

Don Raúl. A sus marcas….

Su padre oficiaba en las largadas de las competencias, don Raúl Bottino. Cómo no recordarlo con su inconfundible voz que se hacía escuchar y respetar. Y también el sonido del “largador” de madera.

Raúl integró la comisión de padres, era juez de la Federación Uruguaya de natación y hacía las largadas de las competencias.

Gladys Fiuri, la madre de Cecilia jugó un rol importante en la carrera de su hija. “Integraba las comisiones de apoyo de la natación. Se encargaba de hacer pasteles, ravioles y también  de venderlos. Era la encargada de acompañar a las delegaciones a Montevideo. Me hacía las comidas, me alentaba, jugó un rol fundamental al lado de mi padre”.

La opinión de Felipe

Bottino “nadaba crawl, era velocista, nadaba 50 y 100 metros. Se destacaba en esas dos pruebas. No desentonaba en mariposa ni en espalda” asevera desde la capital Felipe Vidal. “Era guapa, inteligente, estratega, integró la selección uruguaya que fue al Sudamericano de Río en 1984”.

El deporte implicaba desprendimiento, desarraigo y golpes emocionales cada vez que se salía de Paysandú.

Más preseas

Pero Bottino agrega para esta nota que participó en el Sudamericano de Maldonado, en 1983, en sub 15, cosechando dos medallas de 3er. puesto en postas, en 4 x 100 libre y 4 x 100 combinado.

En 1985 en Rosario, Santa Fe, Argentina fue su última cita continental. “Ahí era sub 18, fui con la edad correcta para la categoría. Ganamos dos medallas en dos postas e hice récord nacional en 100 libres, 1.03, bajando un récord nacional”.

Al año siguiente la convocaron para un Sudamericano pero declinó el ofrecimiento, dijo que no representaría a Uruguay porque se estaba abocando al estudio, “era imposible participar, entrenar porque implicaba ir a Montevideo a entrenar”.

Para el Sudamericano de Río estuvo un mes en Montevideo, “estaba en 3ero. de liceo y perdí un mes de clase” que pudo completar porque sus compañeros la ayudaron. Y después en el Sudamericano de Maldonado “nos instalamos 20 días en el Campus de Maldonado para entrenar en la piscina de 50 metros. En Bachillerato era imposible perder un mes de clase y por esa razón decliné la invitación al Sudamericano”.

Ganó en la rama femenina varias travesías Irene Sosa cuando niña. “Una vez empaté con Gonzalo Leal de Salto y nos dieron el primer premio a los dos”.

Las cinco medallas de María Cecilia

Sudamericano sub 15 en Maldonado  2 medallas de bronce en postas, 4 x 100 crawl y 4 x 100 combinado.

Sudamericano de Mayores en Río de Janeiro 1 medalla de bronce en 4 x 100 combinado. No estaba previsto que compitiera en la posta.

Sudamericano sub 18 en Rosario 2 medallas de bronce  4 x 100 combinado. Hizo récord nacional en 100 crawl, quedó en el 4º. Lugar por milésimas.

Bottino confiesa a 20Once que en épocas duras de entrenamiento pasaba 5 horas de intensa preparación y alcanzaba a 3 horas en momentos menos desafiantes.

No solo el deporte constituyó un vínculo fuerte y duradero sino que muchas amistades se forjaron en aquel entonces.

Una de las razones o quizás la más importante del éxito deportivo de la natación sanducera tuvo que ver, al decir de Cecilia con “las fuertes comisiones que había en el club, los muy buenos profesores y lo competitivo lo relaciono con las becas a escuelas, todos los años se hacían competencias escolares y eso lo hacía masivo al deporte y además CRP era el club más importante”.

Algunas expresiones que están en la nota fueron tomadas del reportaje de los colegas de www.pordeciralgo.com.uy

 

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