RESIDENCIAS DE ADULTOS MAYORES
Del Edil Francis Soca
Con satisfacción he recibido la noticia que las autoridades de este Gobierno a través del Ministerio de Salud Publica y el Ministerio de Desarrollo Social procederán a controlar las Residencias de Adultos Mayores mas allá de los aspecto que tienen que ver con la pandemia. Del tema nos venimos ocupando desde el año 2018 planteándolo en la Junta Dtal. de Paysandú solicitando de las autoridades el mas estricto control de las Residencias.
Según cifras oficiales de los 1.208 residenciales para adultos mayores registrados en todo el país (la mitad en Montevideo y el resto en el interior) sólo 41 están habilitados por el Ministerio de Salud Pública, y otros diez están en proceso de habilitación. Hay unos 15.000 adultos mayores en estos residenciales. 208 centros están situación crítica, y 110 en los que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), el Ministerio de Salud Pública (MSP) y Cruz Roja Uruguaya determinaron que están por debajo del respeto a los derechos. Esto en cuanto a las residencias u hogares registrados, pero nos preguntamos ¿ cuantas son las que no lo están?
En oportunidad del tratamiento de este tema en la Junta Departamental manifestamos que no podemos hacernos los distraídos ni mirar para otro lado ante una realidad que golpea a un sector de nuestra sociedad tan vulnerable por lo que el Estado debe controlar con rigor que los hogares que funcionan estén efectivamente habilitados, así como los aspectos sanitarios y de seguridad de acuerdo con lo establecido en el decreto 356/2016, reglamentario del artículo 518 de la ley 19.355, a los efectos de garantizar la calidad de vida y correcta atención de nuestros adultos mayores, dando a todos ellos una vida digna.Se trata de los establecimientos públicos y privados que dan alojamiento y alimentación de forma permanente a esa población mayor.
El aumento en la población anciana en instituciones denominadas residencias, casas de salud u hogares de ancianos se debe en realidad a que Uruguay constituye actualmente uno de los países más envejecidos de América .
Por otra parte, los cambios sociales en la estructura familiar, provocó un aumento de demanda de cuidados; ha ocurrido una serie de cambios sociales especialmente en la estructura familiar y con ello la mengua de la atención de los más vulnerables en situación de enfermedad o dependencia.
Este, sin dudas es un primer paso alentador por parte de las autoridades para llegar a soluciones de fondo en un tema tan sensible para todos.