El Arquitecto Alberto Zinno manifestó a 20Once ante nuestra inquietud periodística que “para mí es inconveniente el proyecto turístico a desarrollarse en la zona de San francisco. Es lo que no debe permitir el Estado. La potestad de transformar suelo rural en urbano desde la ley de ordenamiento es del gobierno porque le agrega valor inmobiliario al suelo. Cuando yo loteo un pedazo de campo de chacra, le agrego valor inmobiliario. En Montevideo están proscriptos esos proyectos, porque el privado en general no pone dinero. Seguramente en estos casos la participación privada implica llevar a un ingeniero agrimensor, agarrar un tajamar y agregarle agua y vender suelo para que la gente haga las casas. Los 60 millones de inversión que se manejan, será de gente que hará sus casas. Si hubiese una inversión privada real, consistente, sería interesante quizá. Sino, es la ausencia del Estado. El Estado debe definir para dónde crece su ciudad, como crece, para dónde lleva infraestructura, para dónde no la lleva, eso significa un gran costo. ¿Qué le deja al Estado estos proyectos? ¿Que le deja al contribuyente? Al “emprendedor” le deja millones de dólares. Y hoy por hoy lo hacen acá porque en Montevideo está prohibido. En Canelones pudieron entrar. Y es complicado. Genera externalidades muy negativas, ambiental, económica y socialmente hablando”.