OPINIÓN
En conferencia de prensa desarrollada el lunes pasado en el Gran hotel Paysandú, el Intendente electo que asumirá el próximo jueves 26 de noviembre, presentó a su equipo de gobierno.
Hay muchas caras nuevas en el equipo de gobierno por lo que es prematuro evaluar aunque sí puede haber una tendencia de para dónde irá su gobierno.
Es posible indicar que habrá mucha presencialidad del Intendente en la impronta de la gestión. En un caso puntual será en su vínculo con el interior del departamento donde el PN arrasó en la elección. Más allá que tendrá a la profesora Gabriela Gómez como nexo, Olivera estará presente. La cercanía es importante y Olivera lo sabe, lo tiene claro. Y no quiere descuidar a los ciudadanos del interior, base fuerte además de su electorado.
El ABC es y seguirá siendo clave, mejorar el alumbrado, el barrido (limpieza) y las calles es de orden. Eso es lo verdaderamente importante para el común de la gente. Todo lo otro viene después, no antes ni al mismo tiempo. Así funciona, guste más o menos o nada.
Las caras nuevas y el perfil técnico que sobresale en muchas figuras quizás tengan que ver con la idea de no improvisar subrayada por el Intendente y de priorizar la gestión a la política.
Pero el poco peso político le puede traer problemas también cuando sea necesario ponerle “cuerpo” a la gestión. Quienes cubran la espalda serán claves tanto en el Ejecutivo como en la Junta departamental.
Quizás la idea de la vuelta del Ing. Mársico tenga que ver con la defensa de la gestión, ya estuvo y sabe de qué se trata. Y nada menos que en Obras, un área sensible, parte del famoso ABC.
Una idea pedida por el propio Intendente a su gente es el pedido de “un buque insignia” a cada persona elegida para gobernar.
Pudimos conocer alguna línea de trabajo en materia deportiva que constituye sin dudas un área en la que se puede hacer muchas cosas. En este caso se trata del desarrollo de deportes menores como una política a desarrollar y la de recuperar el Don Bosco. Es un ejemplo de un “buque insignia” como lo puede haber también en materia turística o en la flamante Unidad de eventos.
Las modificaciones que se prevén en materia de zona azul veremos para dónde apuntan pero el gobierno saliente creemos que deja la vara alta en esta materia como en otras. Se trata de ir para adelante, no para atrás.
Los cambios en el organigrama determinarán modificaciones en lo operativo y son a priori toda una incógnita en cuanto a los resultados. Habrá que ver como repercuten en el desarrollo de la gestión. La misma –la gestión de un gobierno- es algo vivo y serán necesarios cambios en la medida que sean necesarios.
En el reordenamiento previsto quien tendrá más trabajo a raíz de los cambios será el Secretario General, el dr. Fermín Farinha. Dependerán de la Secretaría General las direcciones de Cultura, Turismo, deportes y la Unidad de Eventos. De esta forma descomprime a la dirección de Promoción y desarrollo que ahora se llamará Dirección desarrollo estratégico y sostenible.
No habrá director de Servicios y eso llama la atención sí una subdirección a cargo de Liliana Cabillón.
Mauro Santos será el nuevo director de Paseo Urbano y espacios públicos que se fusiona con dirección de talleres limpieza y paseos públicos.
Olivera habló nuevamente de que llegó “sin compromisos y que seguirá sin compromisos”. Lo veremos en la cancha.
También se refirió a contar con “gente idónea para el cargo”. Hay quienes ya son funcionarios de la Intendencia que estarán ocupando cargos en el Ejecutivo.
Se volvió a referir no a auditar a quienes desempeñen cargos sino a pedir rendimiento, cual si fuera una empresa.
El 26 de noviembre comenzará una nueva etapa, y la famosa luna de miel.