En el Radar Musical por nuestro semanario, edición del jueves 6 de agosto y de alguna manera «a cuenta», esbozábamos una semblanza referida a Nepomuceno Terra, poeta litoraleño -concretamente de San Javier- que entregara una obra preciosa expresada en canciones de su autoría, tanto en textos como en la musicalidad. Alguien que, según nuestro punto de vista, debió haber trascendido con mayor fuerza, ya que su inspiración sin dudas transitó por caminos muy parecidos a los de otros creadores de naturaleza similar.
«Gaucho» Terra, como era también conocido, había nacido en Estancia Nueva Melhem el 1° de agosto de 1934, aunque con apenas 2 años de edad su familia se radicó en la referida ciudad rionegrense, donde llegó a cumplir tareas rurales. En una oportunidad había expresado: «Al terminar la jornadas, era difícil que el último caballo que soltaba del arado, no me llevara hasta el río…». Testimonio evidente de su romance con el «Dulce Uruguay», título de una de sus más bellas composiciones. Luego se vincularía a la entonces Junta Local «a pico y pala» (sic) hasta llegar a ser su Secretario General.
Buen guitarrista y cantor, complemento ideal para transmitir sus pinturas literarias, melódicas y rítmicas, como los casos de -por ejemplo- «El silbo del tropero», «Un canto a mi tierra», «Romance al viejo tala», «Así le canto al Litoral», «Para un zorzal muerto», «A Fray Bentos», «Puerto viejo». «Radar Musical» supo homenajearlo en una oportunidad en el Auditorio Municipal, donde se lo vio muy emocionado cantando junto a sus hijos Zully y Hugo.
Nepomuceno, el «Gaucho» de San Javier: el cantautor, pero además un hombre de personalidad sencilla, afable y comprometido con el verdadero sentido de la amistad. Nos dejó el 12 de enero de 2012. Sigue latiendo su legado cultural, en especial a través de sus propuestas grabadas, siendo la última «He querido cantar», título homónimo del libro que contiene su biografía y los textos de las canciones.
EXTRAÑAREMOS A ALBA ESTELA
La docencia y la poesía de Paysandú han perdido a una gran protagonista: Alba Estela De Los Santos. La conocimos más profundamente durante prácticamente un año, ya que residía en el acogedor hogar que confía a este cronista la coordinación de un taller de canto. Maestra integral y, a su vez, formadora de docentes. Poetisa exquisita, plena de ese «duende» que es privilegio solo de los elegidos.
«El sueño de América», «Medianoche», «Mi legado», «Sentires», «Lazos de amor», son algunos de los títulos de los preciosos poemas de Alba. De «Medianoche» citamos: «En un silencio imponente/ la luna asoma muy blanca,/ tras una esponja de nubes/ con que ella empolva su cara». A esta obra nos atrevimos a ponerle música; y si bien a nosotros «no nos conformó», a ella le encantó. Muy generosa, realmente. Guardaremos su dulzura, su firmeza y un recuerdo en especial: en el hogar que citamos y en el referido taller de canto, Alba De Los Santos era quien declamaba el recitado de «El día que me quieras»…
RUBÉN LENA A 25 AÑOS
Lo confesamos: se nos olvidó que el pasado 28 de octubre, se habían cumplido 25 años de la partida de Rubén Lena. Maestro de escuela -en especial la rural- poeta sensible, un hombre pleno de filosofía de vida. Haberlo conocido y mantenido charlas preciosas con él, vaya si nos enriqueció. Esta sección del pasado 20 de agosto, estuvo totalmente dedicada a «Rubito». Invitamos a compartir la semblanza que trazamos en Radar Musical por Facebook.
HASTA LA PRÓXIMA
«Yo vengo del hermoso Litoral/ y canto con orgullo esta canción,/ que nace desde el fondo de la tierra,/ de los montes y las piedras/ del querido Río Uruguay./ El canto milenario del zorzal/ acuna el desarrollo del lugar;/ avanzan mi país y la Argentina/ en unión franca y divina/ de dos pueblos sin igual» Nepomuceno Terra. De: «Así le canto al Litoral».
José María Brunini