En Calles de mi ciudad
Monte Caseros (2)
Escribe Francisco DEBALI
Recorriendo la calle Monte Caseros, detuvimos nuestra marcha tras cruzar Avenida Soriano, y les comentamos lo que se podía ver en ese lugar; al este el Hospital Escuela del Litoral, y al oeste, la Plaza de Deportes José Enrique Rodó, de la cual nos vamos a ocupar a continuación. Para empezar digamos que el predio de la misma ocupa tres manzanas y que hace algo más de un siglo que está entre nosotros. Desde aquellos tiempos heroicos hasta nuestros días, mucho es lo que ha cambiado.
El otrora entoscado de la pista de atletismo, es solamente un recuerdo, al haberse extendido en su lugar, una pista sintética al más alto nivel. A fuer de ser sinceros, tanto desde la pista de tosca como de la sintética actual, Paysandú sigue aportando al atletismo uruguayo, figuras de destaque internacional.
Además de oficinas y campo deportivo, desde hace algunos años se le instaló una piscina cerrada, muy concurrida por ciudadanos de todas las edades. Un gimnasio de buenas proporciones, ofrece comodidades como no se tenía y para que nuestra juventud tenga algo más que la actividad física, en el vértice donde funcionaba la Terminal, ahora, para que los chicos también desarrollen la mente, se dictan cursos estudiantiles, para carreras vinculadas a la actividad deportiva y física.
Mencionamos que el nombre de la plaza era José Enrique Rodó, y nada más adecuado, pues el lugar efervescente por la actividad juvenil, recuerda a alguien que mucho significó para las juventudes de América.
José Enrique Camilo Rodó Piñeyro, nació en Montevideo el 15 de Julio de l87l, y falleció en Palermo, Italia, el 1 de Mayo de l9l7.Escritor, poeta, periodista y político afín al Partido Colorado, formó parte de lo que se conoce como generación del 900 en el mundo literario.- Creó una corriente filosófica conocida por el nombre de arielismo, en referencia a su libro Ariel, libro de cabecera de las juventudes americanas. Cuentan que cuando tenía 4 años aprendió a leer, enseñado por una hermana y desde entonces era un apasionado por la lectura. Comenzó a trabajar muy joven, 14 años, ante el fallecimiento de su padre, cumpliendo tareas de ayudante en una escribanía.
A pesar de no haber concluidos sus estudios, la Universidad lo designó profesor de Literatura. Fue electo diputado por Montevideo dentro del batllismo en el Partido Colorado, apartándose luego por un tiempo de esa actividad, al parecer, al tener algunas discrepancias con don José Batlle y Ordoñez; volvió más tarde, ocupando banca por otro período. Sus trabajos literarios y periodísticos mostraban a alguien defensor del americanismo y crítico duro de la cultura norteamericana, por lo que ganó gran simpatía en el marco de la juventud continental.
Dejamos la Plaza de Deportes y miramos para el otro lado de Monte Caseros, lado este; se levanta imponente el Hospital Escuela del Litoral, que lleva el nombre de quién se desprendiera de sus propios recursos para crearlo, nos estamos refiriendo a don Luis Galán y Rocha; centro de salud que ocupa 5 manzanas. Este Hospital se inauguró el 25 de Mayo de l9l5, y vino a cubrir una creciente necesidad de la ciudad, que contaba hasta entonces con el Hospital Pinilla, a esa altura, vetusto, reducido, que ya no daba más.
Don Luis Galán y Rocha nació el 8 de noviembre de 1832, siendo bautizado por el padre Solano García, y criado por sus tíos al quedar huérfano. Ante la inestable situación política de entonces, agravada por la Guerra Grande, fue llevado a Buenos Aires donde recibió educación.
Terminada la guerra, empezó a recuperar bienes que la misma se había llevado, y ya asentado vivió en una residencia muy llamativa en su época, ubicada en la esquina de lo que hoy es 18 de Julio y Montevideo. En los fondos tenía en carácter experimental , plantaciones de algodón, ananá y caña de azúcar.
Donó el terreno donde está el Hospital y dispuso de capital para su erección. Cuando falleció en l890, hubo juicios y pleitos por la herencia, lo que demoró sensiblemente la terminación del Hospital. Hoy en día es centro de referencia nacional y regional.
Se viene a continuación, el comentario sobre el viejo cementerio de Paysandú convertido en Museo a Perpetuidad.
