Los 100 años del club Rodó se cumplieron el pasado 21 de setiembre.
Es un histórico club de nuestra ciudad, que fue fundador de la liga de básquetbol junto a Remeros y Midland.
En aquellos años los actuales directivos recuerdan que los socios fundadores se pusieron a trabajar así que “ha sido y es un club luchador”.
Diariamente concurren al club cuatro dirigentes y socios a trabajar con procura de culminar el cerramiento del techo. Sí, leyó bien, cuatro gladiadores que tienen respaldo de tantísimos colaboradores y familias.
Los mismos pertenecen al Maxibásquetbol y casi todos están jubilados, pero no paralizados. Han ido recalando en varios gimnasios hasta que apareció el club que debe su nombre al político e historiador José Enrique Rodó.
El club tenía entre sus deportes activos la bocha y el box en su momento.
Según cuentan el club pensó hacer en su momento cancha de tenis, de vóley y aseveran que la bocha vino después en el tiempo. Se conoce poco de la historia de este gigante.
En los ´80 desapareció el basket siendo Rodó uno de los equipos más ganadores en la historia de este deporte. Hoy es superado en títulos por clubes que siguen en actividad. Recordamos haber visto algún partido de Primera.
En la inauguración de la cancha recuerdan que se invitó a la liga de basket a través de sus representantes porque se hizo un homenaje a la liga y toda la recaudación fue para la misma.
La llama que estuvo encendida por años fue la de la bocha cuya entrada está por la calle 25 de mayo, inclusive se hizo piso especial para poder competir.
Conversamos en una mañana primaveral y los interrumpimos a José Innamorato, Aníbal Tomas y Daniel Totorica.
“Nosotros no tenemos lugar fijo donde estar, empezamos en el liceo en el ´95 y hemos hecho varios viajes gracias al deporte. Fuimos como Senior a Río de Janeiro en el primer viaje en 1996” comentan a 20Once.
“Cuando fuimos a EE. UU era la selección de Paysandú, y después en el 2000 cuando vino la crisis ahí como que paramos. Yo me fui a España (Innamorato) y después volvimos a recuperarnos en el 2017 cuando volví del todo. Empezó a surgir que había un torneo en Costa Rica, empezamos a arrimar gente y empezamos de vuelta con los viajes. Hay mucha gente que nos ha acompañado, hay familiares, amigos, parejas.
Entre socios y familiares hay unas 190 personas que apuntalan este ambicioso sueño, desde adentro de la cancha y afuera.
“Nosotros vinimos a Rodó hace unos años y hablamos con quienes estaban en la comisión y lo que queríamos era reactivar esto, y agarramos la posta. Hay quienes pagan el año entero y con eso hemos comprado materiales, hacemos muchos beneficios y gracias a todo el esfuerzo llegamos al convenio con el Ministerio” detallan.
Mientras se espera una nueva partida económica con el Ministerio, continúan trabajando. Aníbal “es una especie de capataz de obra que sigue las directivas de los Arquitectos”.
Serán necesarios esos 600 mil pesos que servirán para continuar con el cerramiento.
La idea es poder terminar el mismo lo más pronto posible para poder tener algún tipo de actividad.
También será necesario el contrapiso y en algún momento contratar una empresa para hacer trabajos que no están al alcance de ellos.
El mecanismo legal por el cual pueden trabajar en la obra los socios es el de mano de obra benévola.
Destacan que “han recibido aportes de las dos últimas administraciones departamentales” para saldar algunas deudas.
Admiten que hay retraso en las obras pero se va avanzando.
“El 50 % de la primera parte nos va a venir cuando hagan la inspección y el trabajo nuestro. Ahí va la segunda parte, otros 600 mil para hacer el cerramiento oeste y así continuar con las diferentes etapas” agregan.
Está previsto la construcción de un entrepiso que tendrá gimnasio, baños y quizás una policlínica para el barrio.
Los deportes que participarían son el basket, hándbol que está representando al club hoy en día y también el karate.
A través de los convenios asistirían al menos al club alumnos de las escuelas números 6 y 8.
Es difícil hablar de fechas pero de trabajo sí porque todas las mañanas entre 7.30 y 12 ellos están ahí.
Entre el diálogo y las fotos, los fierros ya están cortados para armar las ventanas, el trabajo continúa y el periodista agradece el tiempo dispensado. Todavía no es la hora de irse así que el trabajo continúa.