Carlos Campero, 1ª. parte. Una historia de vida
Carlos Campero comenzó a estudiar Medicina a los 18 en plena dictadura pero por circunstancias de la vida, recién pudo finalizar la carrera a los 41 años. Fue médico por 20 años en Pueblo Gallinal y sus alrededores. Allá “lo adoran” nos decía gente amiga. De ideas claras, convicciones firmes nos recibió en su templo junto a su señora y sus 21 perros.
Fuimos todo oído durante casi dos horas.
Gracias a Carlos y Verónica. Aquí el resumen en la charla que la pueden encontrar también en nuestro canal de Youtube, de 20Once.
De padre albañil y madre doméstica, Carlos vivió “acá a la vuelta”, en la zona sur de la ciudad, al norte de Bulevar Artigas.
“Ya estábamos de novio con Verónica a los 17 y me fui con una mochila al hombro a Montevideo. Yo trabajaba de peón en Urreta acá. A los 27 tuve que dejar la carrera, se complicó la situación con mi suegra que había quedado viuda joven.
Trabajaba y estudiada y Verónica trabajaba, luego apareció un hijo. Después aparecieron los otros y había que trabajar el doble. Era muy difícil hacer la carrera.
Alquilábamos en Montevideo, los alquileres ajustaban al 70 u 80 por ciento y en esa oportunidad, en el ´87 dijimos -¡vámonos del país! Cuando mis padres se enteraron, los dos estaban solos, veteranos, nos dijeron que vengamos para Paysandú y probemos a ver lo que pasa. En el ´88 nos volvimos, pusimos los muebles en el tren, y llegaron 4 días después. Nos fuimos a vivir en una pieza en la casa de mis padres.
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