Una invitación a reflexionar, y asumir el compromiso con la promoción del derecho de niños, niñas y adolescentes (NNA) de tener una vida libre de violencia.
En 1990 el estado uruguayo asumió el compromiso de tomar medidas para garantizar los derechos de NNA, a partir de La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), adaptando legislación e instituciones.
Sin embargo, a 23 años del reconocimiento de la necesidad de que las infancias y adolescencias deben ser protegidas ante abusos y desatención, la naturalización de la violencia continúa siendo el mayor desafío al momento de tratar esta problemática.
¿Qué es violento para un niño, niña o adolescente?
La violencia aparece en nuestra sociedad en diversas expresiones, entre ellas; cuando hay maltrato físico, maltrato emocional o psicológico, en las necesidades básicas insatisfechas, y el abuso sexual.
La violencia se presenta en ambos sexos (45% masculino , 55 % femenino) y en un gran porcentaje las situaciones se repiten. La mayoría de las personas agresoras son familiares o integran el núcleo de convivencia. Y alrededor del 50% de las mismas se encuentran en un tramo de edad de entre 30 y 44 años, según el último informe de gestión del Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV. 2021). Política pública que funciona desde el año 2015.
Este dato es relevante en cuanto a que la mayoría de las personas agresoras, fueron criadas por familias con infancias sin derechos, que generacionalmente arrastran este estilo de crianza con vulneraciones.
Actualmente 1 de cada 3 NNA logra darse cuenta de la situación de violencia que atraviesa, de acuerdo a los datos relevados por SIPIAV.
¿Qué efectos tienen las prácticas violentas en la crianza para la vida?
Muchos, entre ellos se destaca que, dañan la autoestima, limitan la autonomía progresiva, generan dolor y exacerban los miedos, aumentan la ansiedad, la depresión, fomentan más violencia, influye en los problemas del sueño y la alimentación, adicciones, enseñan a ocultar los errores en vez de aprender de ellos, pueden llevar a la muerte en el peor de los casos.
¿De qué manera ha influido o influye en tí?
Tomar conciencia de nuestras propias experiencias de vulneración de derechos es tan importante como saber que es posible el cambio.
En una realidad que transcurre tan acelerada, entre apuros, con sobrecarga de información, estrés y preocupaciones del deber; pareciera que no hubiera lugar para el Ser. Sin embargo, es posible construir nuevos pensamientos, nuevos comportamientos si le damos lugar al encuentro con uno mismo.
La educación emocional y sexual integral, como respuesta.
La inclusión de la educación emocional en los diversos programas educativos actuales es clave para construir conciencia emocional, un camino para descubrir los mecanismos de regulación emocional e integrarlos para la vida, para la crianza. Tan importante se hace además la inclusión de educación sexual integral desde programas escolares y de apoyo a familias ante la problematización y apertura a una mirada más respetuosa a a las infancias y adolescencias, comprendida en su desarrollo.
Fortalecer valores como la solidaridad, la compasión, el respeto, la comunicación asertiva, y el cuidado personal.
El Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, el 30 de Setiembre de 1990 resaltaba:
“No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana”.
Hoy son niños, niñas y adolescentes.
No es natural golpear, agredir verbalmente, manipular para obtener algún beneficio, presenciar violencia doméstica, presenciar actos sexuales, abusar sexualmente, privar de las necesidades básicas como la alimentación, el sueño, el cuidado, el afecto, la salud…
Desnaturalicemos.
Lic. En Psicología Claudia Hernández.
Recursos:
Línea azul, 0800 5050. Recepción de denuncias de la comunidad relacionadas a situaciones de violencia y vulneración de derechos, a través de la línea telefónica y del sitio web con el fin de dar respuesta a las mismas.
