El principal desafío que tiene el ordenamiento territorial es mantener y mejorar la calidad de vida de la población, fomentar la integración social en el territorio y procurar el buen uso y aprovechamiento de los recursos naturales y culturales.
Esto implica, el acceso a todos los servicios básicos, como Saneamiento, Agua potable, energía eléctrica, redes de comunicaciones, otro tipo de energía, vías de comunicación aptas, medios de transporte, acceso a los centros comunales y de otros servicios socio culturales, educación, trabajo, aptitudes medio ambientales del territorio, entre otras consideraciones.
Cuando se hace un plan urbanístico, el ordenamiento del territorio, los Entes de Servicios del Estado, se basan en ellos para desarrollar y ampliar sus redes. Caso de OSE (agua, pluviales, saneamiento), de ANTEL, Gas, así como Municipales en vías de comunicación, calles, avenidas, puentes, veredas, transporte urbano, normativas de uso del suelo, de circulación, alumbrado, recolección de residuos, mantenimiento, parquizado, etc.
En los estudios, se tiene en cuenta todo ello, y existen en las ciudades, elementos que son imprescindibles a consideración, por su importancia como elementos delimitantes de los territorios. Estos son Carreteras nacionales, ríos y arroyos que generan Fronteras al territorio, y que su traspaso, más allá de ellos, generan un enorme perjuicio urbanístico, con altísimos costos para la población.Paysandú, “había sido” un ejemplo en el Ordenamiento de su Territorio. Pero, sucesivas administraciones del Estado Nacional y Local, han ignorado los planes, afectando indudablemente a los intereses del pueblo Paysanducero, que a la postre, deberá pagar para resolver problemas que se generaron.
El primer intento de ordenamiento de Paysandú, que se tiene registro, es a finales del siglo XVIII por Juan de San Martín (padre del Gral. José de San Martín), que no tuvo mayor consecuencia.
En principio del Siglo XIX, la Junta de Buenos Aires, le encarga al Cnel. Benito Chaín, el amanzanado primario del poblado, del que no hay registros, pero se supone que fue entorno a la Plaza Constitución.
A mediados y fines del siglo XIX, algunos intentos iniciados por el Cnel Basilio Pinilla que llevan a la nominación de Paysandú como Ciudad, que luego de la destrucción con el Sitio y caída en 1865, trajo aparejado otro intento de Ordenamiento del Territorio, que se llevó a cabo por urbanistas como Alex Mackinnon, Richard Jenkins, Charles Delort, José de la Hanty, Adolfo Conring, que nos han legado su prolijo trabajo de amanzanamiento, calles, avenidas, quintas, chacras, etc.
En el siglo XX, lo más destacable, aprobadas leyes fundamentales como la de Centros Poblados, Propiedad Horizontal, entre otras, a mediados, cuando el desarrollo industrial más importante que tuvo Paysandú, en período del Ing. Aquistapace, se crea el Plan Urbanístico dirigido por el Arq. Villamajó, con aprobación de varios Decretos Departamentales.
De este proyecto fundamental para la Ciudad, cuyos límites exteriores fueron el río Uruguay, la Ruta 3 Gral. Artigas, y los Arroyos Sacra y San Francisco, en el tiempo, se fue transgrediendo, reformando acorde a intereses corporativos e individuales, “corrigiendo”, perdiendo todo el sentido original.
A finales del Siglo XX y principios del XXI, se hicieron “adecuaciones”, producto del desarrollo incontrolado, informal, muchas veces con la casi total anuencia de las autoridades municipales o con falta de control estatal, con intereses políticos, personales y comerciales-inmobiliarios, asentamientos clandestinos, expansiones fuera de los límites pre establecidos, usurpación y ocupación de espacios públicos o inapropiados para vivir, con hacinamiento, falta de acceso a la asistencia pública de Salud, seguridad, etc.
Hoy vemos como se siguen traspasando los límites pre establecidos, generando urbanizaciones más allá de las fronteras naturales – artificiales que se imponen al desarrollo ciudadano. Creaciones de Barrios, de Complejos habitacionales al Sur de Sacra, como urbanizaciones “legales” al Este de Ruta 3. Y dentro de la Ciudad y su entorno, la falta total de Policía Urbanística y de la Construcción, con una insuficiencia de medios técnicos, inspectores, movilidad, etc. Basta ver en toda la microregión, los montones de ladrillos, arena, pedregullo, volketas, escombros, etc. Así como la venta de todo tipo de materiales de construcción al por mayor, destinado la inmensa mayoría a la informalidad.
En varias oportunidades he sido consultado por autoridades y políticos sobre este tema, contestando en el sentido planteado por los Proyectos de Ordenamiento Territorial, producto de Estudios Profesionales en la materia y con la supuesta participación ciudadana y resoluciones gubernamentales de Junta Departamental y Ministerio.
El salirse de los límites, implica no solo el compromiso a la ampliación o generación de Servicios especiales de saneamiento, agua, energía, transporte y tantos otros beneficios para la población, sino la grave problemática de los cruces a un lado y otro lado de una Ruta Nacional con alto flujo de tránsito, son un casi único cuello de botella en el Trébol. Y para el caso del Arroyo Sacra, con embotellamiento, accidentes, complicaciones de los medios de transporte urbano, la enorme necesidad de hacer varios puentes nuevos, de alto costo. Pensemos que la zona Sur Oeste, San Félix, Casa Blanca, Parque París Londres, sólo tienen el puente angosto de Calle Independencia y de calle Montevideo, con dos calles saturadas de tránsito, de compleja solución. No contamos con el de calle Monte Caseros, por ser muy estrecho y de acceso al parque público en un solo sentido. El de Calle Guayabos, conecta con la zona media, hacia el Sur, Sureste, aeropuerto.
Parece que estas expansiones se realizan por falsos ahorros inmobiliarios, que a futuro pagará el Pueblo los altísimos costos. Habiendo enormidad de espacios libres hacia el Norte y Noreste de la Ciudad, y en otros lugares con todos los servicios, que perfectamente pueden ser utilizados y donde los organismos del Estado han planificado en el pasado y a futuro, expandir servicios esenciales, con un entramado de calles que permiten un fluido tránsito urbano y conectividad cultural.
Ing. Agrim. Leonardo Bulanti Gutiérrez