El proyecto seleccionado por el MEC “ Queguay de la A a la Z” sigue trabajando al rescate de la identidad de este poblado tan particular. En esta oportunidad, el profesor, dibujante, pintor, culpable de un arte hermoso que ronda por un montón de paredes de nuestra ciudad, Jhona Oroná, fue quien estuvo a cargo del taller de dibujo. Se trabajó con alumnos de 3ro., 4to., 5to. y 6to. de la escuela 48,la única en el pueblo.
La dinámica transcurrió en una mañana escolar. “Los gurises se re coparon, los maestros estaban asombrados. No sé querían ir…algunos hasta decidieron no salir al recreo con tal de pintar o dibujar”, comentó Angie Pedreira, coordinadora del proyecto.
El docente presentó un dibujo concreto.Lo analizaron en conjunto. Salió de ellos mismos (los alumnos) que se está frente al arte del puntillismo, cuya técnica pictórica consiste en el empleo de pequeños toques regulares de color puestos de tal forma que al ser vistos desde una distancia adecuada parecen reaccionar juntos ópticamente en el ojo del espectador.
Los materiales fueron hojas de garbanzo blancas, lápiz y fibras de todos los colores.
Debieron pensar en cómo son ellos ahora, cómo es su presente y así dibujar el contorno del centro. El mismo era cualquier objeto que identificaran o se relacionara con un deseo, con lo que deseo y quiero para mi futuro. Ese centro iba con diseño a color, todo lo demás, en blanco y negro.
La dinámica transcurrió en una mañana escolar. “Los gurises se re coparon, los maestros estaban asombrados. No sé querían ir…algunos hasta decidieron no salir al recreo con tal de pintar o dibujar”, comentó Angie Pedreira, coordinadora del proyecto.
El docente presentó un dibujo concreto.Lo analizaron en conjunto. Salió de ellos mismos (los alumnos) que se está frente al arte del puntillismo, cuya técnica pictórica consiste en el empleo de pequeños toques regulares de color puestos de tal forma que al ser vistos desde una distancia adecuada parecen reaccionar juntos ópticamente en el ojo del espectador.
Los materiales fueron hojas de garbanzo blancas, lápiz y fibras de todos los colores.
Debieron pensar en cómo son ellos ahora, cómo es su presente y así dibujar el contorno del centro. El mismo era cualquier objeto que identificaran o se relacionara con un deseo, con lo que deseo y quiero para mi futuro. Ese centro iba con diseño a color, todo lo demás, en blanco y negro.