El doctor Guillermo Caraballo reseñó el proceso de negociación que siendo intendente desarrolló con la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), a través de quien fue su presidente en el quinquenio pasado, el doctor Marcos Carámbula, que concluyó con la formalización del compromiso para “la construcción a nuevo” de una policlínica en el predio de la exPaylana, servicio que tomaría el nombre de Mateo Pérez Correa. El exfuncionario recordó la vinculación de ese proyecto con el de la torre de viviendas para pasivos que ejecuta el Banco de Previsión Social (BPS).
Caraballo reivindicó la decisión de su gobierno (2015-2020) de asumir el desafío de recuperar el predio que ocupó la textil a partir de un diseño que incluye una serie de componentes de indiscutido valor social, caso de vivienda, educación, proyectos productivos y salud. Para hacerse del inmueble la comuna invirtió 1.500.000 dólares que se recuperan a través de la venta de fracciones a las cooperativas de viviendas, “por eso cuando uno ve que se gastan 2 millones de dólares para remodelar una plaza se pregunta cuánto se podría hacer con esta propuesta que vos sabés que te va a trascender”, sostuvo en alusión a la inversión que desarrolla la actual administración en la remodelación de la Plaza Constitución y la generación del Centro de Interpretación de la Defensa.
“Cuando acordamos con el BPS para la construcción de ese edificio se establecieron dos condiciones: una era que, básicamente, estuviera sobre una avenida con fácil salida por un tema de salud de los habitantes y lo otro que la policlínica estuviera al lado”, detalló para después explicar las acciones que significaron el cumplimiento del aspecto referido al segundo aspecto. Caraballo se mostró sorprendido “por el tiempo que demoró el comienzo de la construcción” de ese complejo de viviendas, contrastando con el buen nivel de desarrollo que muestran las cooperativas y confirmó que “el entonces presidente Vázquez firmó la adjudicación de la policlínica, estamos hablando de febrero de 2020, eso implicaba la financiación de la obra, había que empezar a hacerlo y en realidad lo comenzaron hace unos pocos meses”. Opinó que esa situación podría revelar la intención de “desconectar” el logro del gobierno anterior, postura que se habría impuesto desde el gobierno nacional y ante la cual el intendente “tendría que haber ido a golpear allá para reclamar por una obra que beneficiará a 80 personas, que están precisando. ¿Por qué vamos a aplazar el inicio de una obra tan importante desde 2020 a 2023? ¿Tiene sentido eso?, insistió”.
En cuanto al servicio asistencial agregó, “nosotros, como Intendencia, nos comprometimos a ceder el predio y ASSE se compromete a la construcción de la policlínica porque tenía un programa para edificar de manera rápida una determinada cantidad de centros. Lo que negocié con Carámbula fue la posibilidad de traer una para Paysandú porque de esa manera atendíamos las condiciones del BPS”, relató para agregar que el compromiso implicaba la construcción de un edificio “a nuevo con materiales livianos”.
El exintendente descarta que aquel compromiso sea honrado en este quinquenio, “yo digo que no se va a hacer porque no hay voluntad para hacerlo. Primero que nada porque hay una política de recorte brutal y segundo porque no hay voluntad”, sintetizó. Y si bien “claramente” la obligación de ejecutar corresponde a la Administración de los Servicios de Salud del Estado resultaría fundamental que el gobierno departamental asuma la trascendencia y la necesidad del servicio que espera “muchísima gente” pero percibe que “la Intendencia siente lejano el proyecto como muchas cosas que empezamos nosotros y que dejaron de lado”. Caraballo sostiene que el intendente debería reclamar a su gobierno la concreción de la policlínica y sostuvo que “el peso político se demuestra en esas cosas, en la capacidad de salir a negociar y conseguir cosas para el departamento”.
