Escribe Licenciada Magdalena González
La salud es un término que abarca el bienestar integral de la persona; que incluye lo físico, mental, emocional, cultural y socio-económico. Se puede seguir nombrando más componentes que la atraviesan, porque el ser humano es diverso y complejo en sí mismo, y compuesto por distintos factores que inciden en su desarrollo. Por lo tanto, cuando hablamos de salud en general, no nos referimos solo a la salud física, que incluye al cuerpo, sino a una serie de circunstancias que forman parte de su bienestar integral. No se puede hablar de salud, si no incluimos en ella el abordaje de las problemáticas que incluyen lo mental o emocional. Tampoco podemos hablar de salud si la persona no tiene los recursos económicos y sociales para acceder a las prestaciones de salud. La salud debe ser integral en todos los sentidos, es un derecho de todas las personas, sin distinción de género, cultura, edad, o ideología. Para que pueda existir una salud integral, es necesario; que se incluya lo mental y emocional, y que se hable libremente del tema en la sociedad, para que deje de ser un estigma. Es de suma importancia dejar a un lado el pensamiento de “al psiquiatra o al psicólogo solo van los que están locos”, porque esto es sólo un mito, que genera rechazo en la sociedad a las consultas con profesionales especializados en esta área, ya que, en realidad, todos estamos atravesados por la mente y las emociones, y nadie está exento de transitar alguna problemática de índole mental o emocional. Incluso, se puede ubicar a la salud mental desde un lugar de promoción, es decir, que pueda abordar la prevención de estas problemáticas, mediante distintas técnicas que conllevan a evitar padecimientos y malestar emocional.
No podemos negar que existen cada vez más conflictos en el área de la salud mental, y que aparecen como mayor alarmante la cantidad de casos de personas con ansiedad y depresión en nuestro país. Por ende, es necesario que se pueda concientizar a la sociedad sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental, protegerla como un derecho, promoverla y darle la relevancia que merece. Hoy en día, es un gran desafío, ya que en el campo de los servicios de salud, son pocos los profesionales que se encargan de esta área. Pero, es un aspecto a trabajar de aquí en adelante, el poder brindarle a las personas una salud mental adecuada a sus necesidades.
Hoy en día, es un gran desafío, ya que en el campo de los servicios de salud, son pocos los profesionales que se encargan de esta área. Pero, es un aspecto a trabajar de aquí en adelante, el poder brindarle a las personas una salud mental adecuada a sus necesidades.
Sabemos, como profesionales, que hoy en día es un privilegio acudir a una consulta particular con un profesional de la salud mental, por los costos que tiene, ya que la psicoterapia en sí, está más desarrollada en el campo de lo privado, pero tenemos la expectativa de que en algún momento sea de más fácil acceso, sin quedar relegada al plano de lo privado y particular.
Debo agregar que, cada persona que tenga la oportunidad y los medios para acceder a una consulta con un profesional de la salud mental, y así lo requieran, que asistan, porque es necesario aprender a gestionar nuestras emociones, a poder expresarlas, a hablar sobre lo que nos pasa, a buscar las herramientas para transformar nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, sobre las vivencias que estamos transitando. También, la psicoterapia nos va a brindar otros puntos de vista, nos ayudará a conocer nuestras virtudes, así como también nuestras debilidades, a poder relacionarnos y comunicarnos de manera más asertiva con los demás, a potenciar los vínculos; como una forma también de enriquecernos a través del encuentro con el otro. La importancia de tener un espacio de escucha, con una persona que empatiza con lo que nos pasa, que puede brindarnos herramientas y distintas formas de visualizar los acontecimientos, es un gran paso hacia el cuidado de nuestra salud mental y emocional.
