El intendente cerró al año anunciando que “no menos de 6 empresas” se habían presentado al llamado a licitación para la construcción de la residencia estudiantil que pretende emplazar en la ex Vialidad.
“Eso habla bien de que hay avidez de poder avanzar en el proceso y cuanto mayor cantidad de empresas más opciones tenemos y, obviamente, eso genera competencia sana que redunda en la mejor solución al costo más adecuado”, celebró el jefe comunal en la conferencia de prensa que desarrolló el 22 de diciembre del año pasado para contar sobre el número de oferentes. Consultado sobre cuándo se resolvería la adjudicación dijo que esperaba se hiciera “en enero, febrero” y que “no más allá de marzo tendrían que comenzar las obras” para las que la comuna dispone de unos 4 millones de dólares. Concretamente la obra no empezó. No se sabe con exactitud si se concretó la adjudicación pero más allá de las cuestiones formales existe un impedimento que, en profundidad, cuestiona la obra en sí misma y se trata de la creciente que anega la zona con relativa asiduidad.
Hace varias semanas comenzaron a aparecer con cierta fuerza algunas voces que cuestionan con dureza la iniciativa del intendente, no por el propósito de generar un espacio para albergar estudiantes sino por el sitio escogido en tanto es zona inundable. De hecho el Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad y su microrregión establece que ese suelo no puede ser utilizado para albergar edificaciones que se usen como casa habitación.
La bancada de ediles del Frente Amplio oportunamente realizó algunas manifestaciones en rechazó pero seguramente esa posición no ganó en reconocimiento a nivel de la comunidad. Hace algunos días el edil Fernando Rodríguez utilizó sus cinco minutos en una media hora previa para denunciar la decisión de Olivera y pidió que se busque un espacio alternativo para la edificación, proponiendo la manzana que ocupó “la aceitera de Harguindeguy”. Dijo que allí se podría desarrollar una experiencia de resignificación como sucede con la exPaylana, dadas las dimensiones del lugar se podrían incorporar otros elementos, caso de viviendas, emprendimientos, espacios deportivos y recreativos. En las últimas horas también marcaron su rechazo al espacio elegido por el intendente dos referentes técnicos incuestionables como los son el arquitecto Rubens Stagno y el ingeniero José Díaz. El primero se mostró “absolutamente contrario” a la definición referida mientras que Diaz calificó la actitud de Olivera como “un capricho”.
En este contexto, el diputado “Carlucho” Moreno anunció que realiza las consultas correspondientes para impulsar “una consulta popular, referéndum, plebiscito o como se llame” para que sea la ciudadanía sanducera la que se expida sobre el sitio en cuestión. El diputado por el Partido Colorado enfatizó en su compromiso con la idea, aseguró que militaría para concretarla y que hablaría con otros partidos en busca de apoyos. Desde la interna del Frente Amplio contaron a 20Once que la propuesta del legislador genera cierta incomodidad, enfrentando dos posiciones que parecen bien distantes, la de quienes están dispuestos a acompañar la movida en procura de la consulta y la quienes creen que una acción esas características sólo favorecería al colorado que también quiere ser intendente.
Por su parte el doctor Federico Álvarez Petraglia confirmó que es “pertinente” experimentar esta posibilidad y que el marco legal que habilitaría su desarrollo son “el artículo 78 y siguientes de la Ley 9515”. Quien ocupara cargos en el gobierno departamental que condujo el Frente Amplio adelantó que acompañaría la propuesta de Moreno.