El “8 de junio” abre enormes posibilidades
Escribe Mauro Goldman
El sábado pudimos ver un hermoso espectáculo en el nuevo estadio “8 de junio”. Pero intentamos ver mucho más que eso. De eso se trata nuestro trabajo. El partido de basket fue una excusa y en sí no era atractivo, porque eran planteles diezmados de Argentina y Uruguay. Es que no es buena fecha para el basket porque las principales figuras están de vacaciones. Pero eso es lo menos importante.
Lo que sí fue lindo para los que aman el basket era tener al campeón olímpico 2004 de Argentina, Leonardo Gutiérrez como entrenador principal de la selección albiceleste que dicho sea de paso vino con un equipo sub 23.
El jueves a instancias de Daniel Parente y con autorización del director de deportes Guillermo Arias habíamos ido a ver in situ la marcha de las obras. Claramente no habíamos visto todo terminado del nuevo centro de eventos multipropósito porque se trabajaba a contra reloj y porque aún no habíamos visto lo mejor y que fue el sábado a la noche.
Ese día llegamos a Bulevar Artigas y 25 de mayo sobre las 19.40 luego de algunos contratiempos personales y ya se vislumbraba una policromía, un panorama distinto. Las luces, la pantalla gigante exterior, los puestos y tableros sobre Bulevar Artigas. Las luces del estadio nos asombraron, paaa eso era de nivel internacional. Y lo tenemos acá!
Y habrá que soñar. Y despierto! Por lo que vendrá.
No tengo empacho a decir que se abren enormes posibilidades para Paysandú, porque el estadio va a derramar en la necesidad de mejor y más hotelería, de oferta gastronómica de que vengan turistas a Paysandú. Sin dudas la capacidad de gestión será importante.
Ingresando al estadio uno puede observar la morfología de siempre, o sea el esqueleto pero con agregados que le dan nivel internacional como el servicio de cafetería, el ingreso por escaleras, los palcos -en uno de ellos nos colamos porque no había nadie-, los tres tipos de pisos que convivirán según las necesidades, la acústica y también los vestuarios y comodidades que requiere la televisión internacional y la FIBA.
Las medidas de la cancha permitirán otro tipo de espectáculos que no se podían hacer como fútbol de salón.
Tengo cifradas expectativas y por qué no decirlo algunas dudas sobre la realización de eventos musicales, artísticos de dimensión internacional. Me parece que se podrá soñar, se puede. Habrá que ver la capacidad para ese tipo de espectáculos pero tenemos entendido que serán los mismos 4 mil lugares porque se compensa la pérdida de la o las tribunas, con asientos en la propia cancha, una especie de platea.
La región debe ser una apuesta para poder traer quizás cada dos meses como ocurre en Colonia con la Plaza de Toros, algunos espectáculos que hoy no llegan.
Quizás con el tiempo un gestor privado o gerente pueda ser de utilidad para manejar lo más profesional posible este tipo de desafíos que exceden el voluntarismo y el clásico trabajo de siempre.
La consecuencia de eliminar alojamiento, tan tradicional en el estadio, será trasladado al estadio Artigas según pudimos saber que también está en obras y en noviembre será su reapertura.
La obra que significó 5 millones de dólares fue producto del fideicomiso, de un acuerdo político y es bueno decirlo, un acuerdo que reclama muchas veces la población para poder pensar en grande. Recursos extraordinarios para obras extraordinarias. Lo pensó Mario Díaz y lo ejecutó Nicolás Olivera.
Lo ejecutó la administración de Nicolás Olivera que se valió, inteligentemente del Arq. Walter Belvisi, quien llevó adelante la obra en 1977 con recursos y personal municipal, eso nos cuentan.
El resultado es ampliamente satisfactorio y habrá que cuidar esta joyita y pensar en grande, uy. Eso sí que nos cuesta a veces.
Foto de Santiago “Titi” Fleitas