Caminando la ciudad uno reflexiona y se encuentra con dos paisajes, uno que alegra y otro que oprime la garganta
Escribe Darío Rodríguez
Almas en pena. Ellos no están preocupados y, tal vez, no escucharon hablar del déficit fiscal, inserción internacional o políticas de Estado. Ellos deambulan por la ciudad, -que alguien la iba a poner de pie-; duermen donde los agarra la noche, andan desaliñados, descalzos, mendigando, balbuceantes, ante el acostumbramiento general y la deserción del Estado. Brotan a la caída del sol en plazas, terminal, mercado. A algunos los atrapó las adicciones o la soledad. Se los ve en distintos espacios públicos. Cada vez más se los expulsa del sistema; no tienen cabida. Con cierta benevolencia, como queriendo ocultar lo inocultable, parte de la gente dice, “es gente de otro lado”.
Mirarle la marca y el año. El parque creció de la mano del acceso que han tenido sectores medios, medios bajos y de trabajadores. La ciudad no soporta tanto vehículos y motos. Basta instalarse una tarde de fin de semana en la costa, de espalda al río y ver la caravana; la observación podrá indicar la marca y el año de cada vehículo. Además de temas ambientales, las calles se han hecho angostas y se deterioran. Observamos, con naturalidad, vehículos trasladando únicamente a una persona; en el otro extremo el transporte urbano trasladando un puñadito de gente. En promedio el Uruguay tiene 17.3 vehículos cada mil habitantes.
Mientras tanto, la imprudencia, falta de controles y políticas, van registrado un sostenido aumento de la siniestralidad, sin que nadie, particularmente los responsables, tengan en cuenta el problema que, entre otras cosas, deja muertos, heridos y tensa los servicios de salud.
Seis mil caídos. Paysandú, emblema de la defensa, se erige como una ciudad universitaria y la ciudad debería adaptar su perfil a esa nueva realidad: readecuando espacios públicos y fortaleciendo la recreación y la cultura. Pero debería ser una propuesta integral, participativa y leyendo la coyuntura. Mientras la IDP invirtió 9 millones de dólares en dos obras, una de ellas sin licitación, a los que deambulan se suman 6 mil sanduceros que no se pueden poner de pie.
Buscarle la vuelta. Aquí también el desempleo e informalidad golpea a los jóvenes, mujeres y mayores. Cuando surge un empleo a los jóvenes le piden experiencia y a los mayores tener menos edad. Un despropósito. Muchos largan modestísimas rifas en beneficio personal.
Digna actitud. Gabito y Melchora, tienen dos hijos para alimentar y la changa no aparece. Por momentos la pasan mal, pese al apoyo de familiares. Gabito continúa con los estudios universitarios. La dignidad los lleva a cocinar para vender, con suerte dispar. Hacen venta de comida al igual que tantos otros, incluso por las calles. Es una digna actitud.
El jefe. Desde la IDP, algo que se venía reclamando hace años, lejos de la instancia electoral, se lanzó una suerte de Jornales Solidarios para 300 personas incorporando mayores, afro, personas con discapacidad, mujeres jefas de hogar.
El fideicomiso disponía de 1.5 millones de dólares para generar algún tipo de trabajo, pero el jefe determinó que se usara ahora con notorio tinte electoral. Jefe que, con menos desempleo, reclamaba la declaración de “emergencia laboral” y amenazaba a las empresas de transporte que rompían los caminos en los días de lluvias; sin adoptar medidas.
Especulación. El desarrollo de la ciudad universitaria disparó otras cosas. Una de ellas es la especulación inmobiliaria y el consiguiente aumento de los alquileres. Más allá de la ubicación es un acierto la construcción de una residencia estudiantil, siempre en la aspiración que el ingreso se maneje con profesionalidad y sin clientelismo. Por ello hemos visto el ingenio de la gente ofreciendo cuartos en casas de familias o el reciclaje de hoteles para albergar estudiantes.
Paris-Londres. El parque Paris-Londres, remozado, es otro espacio de disfrute ciudadano. Pero el mismo requeriría, por ejemplo, un escenario para llevar actividades culturales/recreativas que, a la Intendencia ni se le pasa por la cabeza; no les interesa cuando no carecen de capacidad.
Otra molesta lógica. Hay que reiterarlo una vez sí y otra también. El proyecto urbano en la Ex textil Paylana cambia el paradigma de construir ciudad, optimiza el uso del suelo e integrar actividades y poblaciones. Durante el quinquenio que termina la administración Departamental se encargó de desconocer el decreto que le asigna la responsabilidad del proyecto. Curiosamente, ese cambio de paradigma, quiebra la lógica muy neoliberal, que los trabajadores y sectores vulnerables hay que tirarlos a la periferia. Quizás eso moleste a las autoridades departamentales.
Lección de caras pintadas. Los hacedores de carnaval le mostraron a la IDP, por segunda vez, que es imposible desplegar la fiesta popular sin la participación de ellos; sin escucharlos. El carnaval oficial, con militantes haciendo el aguante, fue, por decir lo menos, un fiasco. Quien asistió a la cancha de Bella Vista podrá certificar el presente texto.
Pánico y descrédito. El hoy senador, ayer intendente, Nicolás Olivera hasta el año pasado pensaba que la reelección era un trámite, tal vez por eso la mayoría de la Junta Departamental operaba como si fueran patrones de estancia y desde el Ejecutivo respondían los pedidos de informes si estaban de humor; lesionando el rol de la oposición y de los vecinos. Pero parece que la elección Departamental no sería “raspar y comer” y debió volver sobre sus pasos: de negar la constitución de la Coalición República pasó a armarla por la vía de los hechos. El ex diputado colorado Ricardo Molinelli integra la plancha a la IDP, al tiempo que el reciente diputado Juan Carlos Moreno, en la convención partidaria, propuso a Gino Belveder, giró, y acordó apoyar a Larrañaga Vidal aumentando el prestigio de la política. La otra candidatura blanca también lleva integrantes de otros partidos de la coalición. Parece haber cundido el pánico.
A los hechos. Cuando se informó que un sector del partido Colorado acordaría con Olivera, algún connotado dirigente se indignó y sacaba a relucir su credibilidad y negaba la información. Cómo explicar a los correligionarios que, mientras la convención proclamaba sendos candidatos a la IDP, en paralelo se tejían acuerdos con Olivera; negados sistemáticamente. No se puede subestimar la inteligencia de la gente. Habría que preguntar dónde están los acuerdos programáticos. La gente tiene derecho a desconfiar cuando se dice el acuerdo “no es por cargo”. Larrañaga Vidal, inmerso en la política partidaria, sostuvo que su interés en que no vuelva el FA a la IDP, después veremos que hacemos. Uruguay for export!
Jefatura. El ministro de desarrollo social, Gonzalo Civila, designó las personas que ocuparán las jefaturas departamentales. En Paysandú la responsabilidad recayó en la licenciada en trabajo social y edila, María Inés Firpo. El funcionariado especulaba, consultaba y tiraba nombres, buscando un responsable afín a su paladar.
La emergencia social, tras 5 años de la Coalición, requiere idoneidad, temple, recursos, trillar los territorios y conformar un buen equipo; esto último es clave.