Opinión
Un parque termal, un parque acuático, un parque público…o una combinación de ambas propuestas.
Hace más de 20 años que en Paysandú se habla de la posibilidad de contar con un parque termal cerca de la ciudad, en el lugar conocido como “Corrales de Abasto”. Es tiempo de decidir que queremos hacer de una vez.
El turismo como alternativa productiva al modelo industrial en Paysandú, fue planteado con mucha fuerza en la década de los noventa. Era “la alternativa a la decadencia en la actividad industrial que durante tantos años había dado identidad a la ciudad”. Quien lo puso en la agenda fue el sistema político, amplificado por los medios de comunicación locales. La población comenzó a visualizar esa alternativa y a reclamar medidas de activación turística para la ciudad y el departamento.
Una de las medidas que emergió en ese entonces fue la posibilidad de desarrollar un centro termal nuevo. El lugar propuesto era “Corrales de Abasto”. Un predio de unas 220 hectáreas, propiedad del Gobierno Departamental, muy cercano a la ciudad y ubicado estratégicamente en el rincón geográfico determinado por la Ruta Nacional número 3 y la Avenida de las Américas (conecta con el puente internacional Paysandú ROU- Colón RA).
Aparecieron aquellos que decían…”¿ habrá agua termal[1] en ese lugar?…o “si ya tenemos dos centros termales en nuestro departamento, para que hacer otro, mejoremos la infraestructura de los que ya tenemos…”.
El lugar está ubicado en una zona de factibilidad de ocurrencia de agua termal. De cualquier manera, debían llevarse adelante algunos estudios para determinar de manera certera esta posibilidad, así como otras cuestiones hidrogeológicas: temperatura, caudal y presión del agua termal (que son los que condicionarían el desarrollo de un emprendimiento termal, en términos de factibilidad y dimensión del proyecto). Un estudio encargado por el Gobierno Departamental al Geólogo Jorge Montaño en el año 2000, concluía sobre la existencia de agua termal en Corrales de Abasto… “las posibilidades de caudal surgente estarían entre 40 y 60 metros cúbicos hora….”la temperatura del agua podría encontrarse entre 32º y 35º”…” el agua sería del tipo bicarbonatada cálcica a sódica”. Dilucidado el tema del agua termal, nada se hizo posteriormente. Ni tampoco la mejora de las infraestructuras de los otros centros termales. Nuevamente en el año 2009 el gobierno departamental retoma el tema. Luego de comenzar a arreglar en parte las infraestructuras de los demás centros termales, solicita mediante licitación un presupuesto para actualizar los estudios hidrogeológicos (ante la disponibilidad en ese entonces de nuevos instrumentos y técnicas de medición más precisas). Al momento de definirse la aceptación del presupuesto y tomar la decisión de realizarse nuevamente los estudios, hay un cambio de gobierno. Los que asumen en ese entonces dejan en un cajón todo.
En la campaña por las elecciones departamentales de 2015, todos los partidos políticos tenían en sus programas, o hacían referencia explícita en sus discursos al tema turismo como elemento central programático, y como acción concreta desarrollar un parque termal en Corrales de Abasto.
En febrero de 2016, en oportunidad de realizarse en Paysandú el Consejo de Ministros, se presenta un proyecto de Parque Acuático para Corrales de Abasto por parte de un representante de inversores argentinos y uruguayos. La propuesta no necesitaba de agua termal, e incluía tecnología responsable con el ambiente, energías alternativas, un eje temático para el parque, campo de golf, entre otros espacios funcionales interesantes.
La Intendencia de Paysandú, en el proceso actual de discusión del Plan de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible de la ciudad de Paysandú y su micro región, incorporó a Corrales de Abasto, como Categoría de suelo rural de prioridad turística.
En definitiva, durante todo este tiempo algunas cosas están claras. El tema está en la agenda política y tiene bastante consenso. Por lo menos, y no es poca cosa, es que algo en Corrales de Abasto hay que hacer. Si es un parque termal, un parque acuático, un parque público…o una combinación de ambas propuestas.
Las decisiones en políticas públicas generalmente se toman en función de criterios políticos y no técnicos. En este caso la racionalidad técnica está encaminada, es tiempo de decisión y actuar. Como dijo el Intendente hace unos días “estamos en un momento de darle un empujón al Paysandú del futuro…”.
[1] El agua termal en Uruguay surge de uno de los recursos hidrogeológicos más importantes del planeta: el Sistema Acuífero Guaraní, que ocupa parte del subsuelo de los territorios de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Las temperaturas en las áreas confinadas se sitúa entre 33ºC y 45ºC (por Gradiente Geotérmico).