Luis Vignolo, Juan Raúl Ferreira, Elbio Ferrario y Jorge Voituret:
Por José Gares
El pasado jueves 3 del corriente mes en el marco de la 5ª Feria del Libro, se llevó a cabo una conferencia de prensa organizada por autoridades del Museo de la Memoria, Museo Histórico de Paysandú en coordinación con la Intendencia Departamental y la Dirección de Cultura. La misma tuvo lugar en el ya mencionado Museo Histórico de nuestra ciudad, allí estuvo 20once junto a un buen marco de público.
En primer lugar Elbio Ferrario indicó que “desde el Museo de la Memoria nos planteamos que hacer a los 30 años de la muerte de Wilson y dijimos, bueno vamos a hacer una exposición y una publicación”.
“En la exposición encontramos fotografías, objetos muy significativos para Wilson, relacionados con él y en esta publicación se recogen materiales, es una breve recopilación donde se buscó recoger materiales significativos relacionados con Wilson, de sus escritos. Hay un inédito que es una carta que envía Wilson a Quijano cuando se entera de los secuestros y asesinatos del “Toba” Héctor Gutiérrez Ruiz, Zelmar Michelini, Rosario, Wailo, y nosotros dijimos, bueno Wilson fue una persona muy significativa en lo que es nuestra historia reciente y presente, hay una continuidad histórica de nuestro pasado reciente, no es un ciclo que se haya cerrado sino que es un ciclo histórico que sigue abierto por eso preferimos hablar de una historia presente.
Esta historia de Wilson comienza con su actividad política con otra dictadura, Wilson vivió dos dictaduras, una siendo muy joven, la dictadura de Terra, lo agarra en Montevideo teniendo Wilson 14 años y en esa dictadura Wilson venía del interior, venía de Melo, se trasladaba su familia a Montevideo; En esa primera dictadura comienza a hacer sus primeras armas en la militancia política, era estudiante en el liceo Rodó, participa en actividades anti dictatoriales y pensamos que esa primera experiencia de algún modo en esa dictadura lo marcó y lo llevo a enfrentar muy decididamente aquella otra dictadura que ya lo agarró cuando tenía 54 años, ya un Wilson maduro, ya un Wilson con experiencia, ya había sido ministro y lo llevó a enfrentar muy decididamente nuestro último golpe sin titubeos, pensamos que esa decisión la tomó por haber vivido aquella otra dictadura, es decir que de algún modo sabia como plantarse frente a un fenómeno de autoritarismo.
Wilson también tiene un acercamiento muy temprano con Carlos Quijano y con su agrupación nacionalista demócrata social que también pensamos que significó algo muy importante para esa personalidad política que se venía formando, hay una sensibilidad social que de algún modo Quijano le transmitió que luego va a mantener en esa lucha por la democracia política y por la democracia social que se va a plasmar en los años 60, particularmente en la lucha contra el “pachecato” donde Wilson se definió claramente contra ese proceso de autoritarismo que era la pre dictadura que luego iba a desembocar ya y decididamente en el golpe de estado del 73 con la dictadura que luego va a aplicar el terrorismo de estado.
En ese primer acercamiento de Wilson a Quijano está también su relación con el semanario Marcha, siendo Wilson uno de los fundadores de este, aspecto que a veces nos olvidamos y nos olvidamos también a veces que Wilson escribió críticas cinematográficas en el semanario Marcha, en esta publicación se rescata una de estas críticas justamente para alumbrar ese particular sentido de Wilson hacia la crítica cinematográfica.
Luego “el Wilson” va a ser una gran figura relevante en nuestra historia política, en los años 60 va a ser ministro y siendo ministro va a impulsar aquel proyecto de ley de reforma agraria que fue muy significativo y que es el proyecto digamos, más acabado presentado en el país. Este proyecto mantiene una vigencia interesante todavía, a pesar de haber sido hecho hace unos cuantos años.
Wilson estuvo en la mira del plan Cóndor, él se salva junto con Juan Raúl y va a continuar una denuncia internacional que habían comenzado Zelmar, el “Toba”. Zelmar había estado en el Tribunal Russell y eso que habían comenzado sus amigos. Wilson decididamente lo va a llevar adelante luego en los años de exilio y va a ser una figura muy visible del exilio en la lucha contra la dictadura. Como no podía ser de otro modo por sus características personales, Wilson se presenta en Uruguay antes que termine la dictadura y le impone a esta que lo lleven preso, este fue un hecho político que Wilson le impuso a los militares.
Pensamos que todo su periplo de vida, de algún modo esta sintetizando también lo que fue la historia del país en todo un largo período, aquella dictadura de Terra, un antecedente autoritario, la consolidación de la democracia pero luego la crisis de los años 50 y 60 que deteriora nuestra convivencia democrática y van a terminar con el golpe de estado, bueno, todo esto lo vivió Wilson y luego la patria peregrina en el exilio, luchando y organizando la resistencia también desde afuera hacia el terrorismo de estado que estaba presente e instalado en nuestro país”, contó.
Finalizando Ferrario manifestó que “pensábamos que no podíamos dejar pasar los 30 años del fallecimiento de Wilson y encontramos este título, tanto para la exposición como para el libro que es, “las memorias de una vida por la democracia” porque pensamos que ese fue el eje del pensamiento de Wilson, la lucha por la democracia, por los valores democráticos en todos sus aspectos”.
Vignolo: “Wilson fue una de las personalidades históricas más destacadas”
Seguidamente Luis Vignolo tomó la palabra indicando, “Wilson Ferreira fue una de las personalidades históricas más destacadas, más conocidas del Uruguay y al mismo tiempo es un gran desconocido, desconocido en sus ideas y en sus ideas desde su nacimiento hasta su muerte. Hay mucho desconocimiento sobre su legado.
Durante la mayor parte de la vida de Wilson todos, amigos y adversarios, casi todos, excepto una intima minoría creyó que su nombre obedecía a que sus padres eran admiradores de EE.UU, como tantos nombres uruguayos, Franklin, Lincoln, Washington, entre otros, y era exactamente al revés, el médico Juan Ferreira era un gran admirador de la Alemania Guillermina, era un gran admirador de la cultura, de la ciencia y muy en especial de la medicina alemana, (finales del siglo XIX, principios del siglo XX) y elige por esa razón llamar Wilson a su segundo hijo, hacia fines de la Primera Guerra Mundial, nada menos que en homenaje a los 14 puntos del Presidente Wilson que prometía una paz justa para Alemania, en nombre de esa promesa de una paz justa para Alemania derrotada decide bautizar a su hijo como Wilson. Después del 85 hizo público esto, que antes conocían su familia y algunos amigos muy cercanos, eso quiere decir que pasaron 65 años de su vida sin que fuera conocido por el conjunto de la población el significado tan distinto de su nombre respecto del que parecía ser.
Ustedes sabrán, recordaran que el padre de Wilson, en la Segunda Guerra Mundial fue aliadófilo y no germanófilo y que también Wilson, durante la Segunda Guerra Mundial, desde mucho antes fue un militante contra la dictadura de Terra como se menciona y recuerda anteriormente dicho por Elbio Ferrario. Un apasionado militante, apasionado y entusiasta militante anti fascista, un partidario de la República Española durante la Guerra Civil Española con la peculiaridad de que además él era católico y era partidario de la república española contra los franquistas y no solo fue aliadófilo durante la Segunda Guerra Mundial sino que llegó al extremo de alistarse como reservista, hasta desfiló y hay fotos de el desfilando como reservista.
Yo creo que uno puede preguntarse si una de las causas, aunque no es la más importante ni la única de esa pasión radicalmente antifascista de Wilson, fue en alguna medida una reacción compensatoria como consecuencia del origen germanófilo de su nombre en las muy dramáticas circunstancias de los años 30 y 40 en el siglo XX. Las connotaciones de su enigmático nombre tienen varias dimensiones, solo me voy a detener en uno de estos aspectos, este es, su significación a la luz de la política exterior sudamericana; En el Rio de la Plata los germanófilos durante la Primera Guerra Mundial fueron en general neutralistas, esta era prácticamente la única posibilidad que les quedaba, no todos los nacionalistas o blancos eran neutralistas por ejemplo, Ramírez o Rivera claramente, sin embargo esa tradición neutralista durante la Primera Guerra Mundial de destacados dirigentes nacionalistas, acompañada en la misma época de denuncias parlamentarias de prospectivas, impedía intervenciones de norteamericano cursado por el gobierno de Batlle en la Guerra Civil de 1904, esto fue entroncando con definiciones anteriores y posteriores, anti intervencionistas, anti imperialistas y por ejemplo, el rechazo a la instalación de bases militares norteamericanas por parte del nacionalismo uruguayo en el que Wilson se formó. Muy probablemente, yo estoy convencido de que esa particular connotación neutralista, entre otras de su enigmático nombre le resultó estimulante a Wilson en la definición de su personalidad política.
Hay una segunda etapa decisiva en la formación de Wilson que fue muy escasamente conocida también por la inmensa mayoría hasta después de la última dictadura que es su vínculo con Carlos Quijano, hay un interesante prolegómeno a esta etapa, antes del traslado de la familia Ferreira de Melo a Montevideo y es el episodio del enfrentamiento entre el padre de Wilson y el joven “Nano” Pérez en una peluquería, lo importante de esta anécdota es que el origen de la disputa fue la participación del padre de Wilson en las negociaciones que tenían lugar en Cerro Largo con los blancos radicales de Lorenzo Carnelli para buscar su reincorporación al lema Partido Nacional del cual habían sido expulsados. El radicalismo blanco de Carnelli fue una anticipación ideológica de la agrupación nacionalista demócrata social de Carlos Quijano que participó en el grupo de Carnelli, fue redactor de sus documentos.
Cuando se traslada a Montevideo el doctor Ferreira y su familia, casi de inmediato se topa con el golpe de estado de Terra, esto marca definitivamente la iniciación política adolescente de Wilson como militante contra el golpe de Terra. Además de participar con otros estudiantes liceales en distintas acciones. Wilson usaba su amplio saber sobre todo para transportar y distribuir periódicos clandestinos anti dictatoriales como Combate y Jornada por lo que tuvo algunos problemas con la policía, algún arresto.
Lo más importante de esto es que los periódicos Combate y Rebelión eran la versión clandestina del semanario Acción que orientaba Carlos Quijano. Jornada en cambio, el otro periódico clandestino que distribuía debajo de su sobre todo el adolescente Wilson era una publicación también clandestina y opositora a Terra pero editada por la Federación de Estudiantes Universitarios, en ella participaron también nacionalistas independientes, entre ellos demócratas sociales de Quijano, Batllistas y socialistas.
Que quede claro que desde el principio de su militancia, Wilson Ferreira no solamente tuvo una militancia contra el golpe sino que estuvo en frecuentación con las ideas y el pensamiento de Quijano y sus discípulos, esto es inequívoco. En el año ´35 se produce un hecho no menos fundamental para la familia de Wilson, su padre, el doctor Juan Ferreira tomó las armas y participó de la Revolución de enero del 35, la Revolución de enero, eso marca a las claras el clima y el compromiso que se vivía en la familia Ferreira y por lo menos, entre 1937 y 1942 Wilson milita formalmente en la agrupación nacionalista demócrata social comenzando a colaborar con el semanario que antecede a Marcha que es el semanario Acción.
Susana Sierra, esposa de Wilson sostuvo públicamente que el primer voto de Wilson fue para Quijano, de ser así, esto no lo ha cuestionado nadie hasta ahora nunca, necesariamente Wilson debió haber votado a Quijano en 1946, no pudo haberlo hecho ni en 1928 ni en 1932 porque no tenía edad y solo volvió a presentar sus listas, Quijano en el 1946 y en el 1950; En 1950 Wilson integró la lista del Partido Nacional independiente, ingresó luego como suplente, o sea que necesariamente tiene que haber sido en 1946 cuando ya no estaba, aparentemente militando en la agrupación nacionalista demócrata social pero brindándole su primer voto a Carlos Quijano, esto es muy relevante para ubicar la incidencia ideológica y política de Carlos Quijano y su entorno intelectual y político en la formación de Wilson Ferreira.
Wilson y Quijano separaron sus rumbos políticos a mediados de la década del ´50, ninguno de ambos ni ninguno de los que eran muy cercanos a ambos hicieron gala de ese vínculo porque hacer gala de ese vínculo podía provocar resquemores, dudas tanto en el orden electoral como en el orden ideológico.
Entonces, yo quiero insistir en esto porque no hay que quedarse en lo anecdótico, lo importante es comprender la formación ideológica que recibía Wilson Ferreira en esos años que sintéticamente consiste en nacionalismo antiimperialista, socialismo democrático y latino americanismo de la partida grande, esos eran los pilares ideológicos de la agrupación nacionalista demócrata social”, abundó.
“Una vez más contribuyeron a oscurecer el significado de las ideas de Wilson, seguramente es parte de la condición humana que la avalancha de los hechos del presente tienda a ocultar el pasado, el mito de cronos comiéndose a sus hijos refleja muy bien esta desaparición de la memoria que no solamente la experimentan las sucesivas generaciones sino las diversas etapas de la vida de cada persona. Estoy seguro que entre las principales figuras históricas del Uruguay, ninguna ha padecido tanto ese olvido de sus ideas como es el caso de Wilson Ferreira”, declaró Vignolo.
“Quiero detenerme en una conferencia de Wilson donde declara, no hay modo de ser patriota de patria chica sino se es simultáneamente y por eso mismo, patriota de la gran patria común latinoamericana. Con esto piensen que en este texto se nota mucho la influencia, las conversaciones que en esos años tuvo Wilson con nuestro maestro Alberto Methol Ferre”.
Culminando mi participación en esta actividad lo voy a hacer con las palabras de Arturo Ardao que en 1998 escribió, “Wilson entendía en definitiva tener siempre por guía el espíritu, las concepciones y los valores de la democracia social de su iniciación juvenil. Para Wilson democracia significó siempre democracia social”.