Escribe Licenciado Juan Andrés Pardo- Politólogo
Si se toman en cuenta los votos en elecciones municipales (es decir solo votacion por candidatos a municipios 2015) ya que no contamos con votos por localidades, el resultado es el siguiente:
FA – 2936 votos
Coalicion (PN y PC) – 9017 votos
Tomando como total los votos emitidos a esos tres partidos, el FA reune el 24,5% de esos votos, mientras que la Coalición el 75,4%
En cuanto a la votación en la ciudad de Paysandú 2015:
FA – 32806 votos
Coalición – 26591 votos
Tomando como total los votos emitidos a los tres partidos, el FA reúne el 55,2% de esos votos, mientras que la Coalición el 44,7%
Si tomamos en cuenta el total de votos emitidos para la eleccion departamental 2015, los votos al FA de ciudad e interior en esa contienda se dividieron así:
91,8% Ciudad y 8,2% Interior Deptal
En el caso de la Coalición (PN + PC) el resultado fue de 68,9% de sus votos en la ciudad y el 23,3% Interior.
2019
El FA obtuvo en octubre 32698 votos, mientras que la Coalición (PN + PC + PI + CA + PG) obtuvo 48478 votos. El FA fue la primera fuerza pero votó alrededor de 8 mil votos menos que en la elección del 2014.
En el balotaje, la fórmula multicolor obtuvo 43404 votos (54%) frente a 40114 de la fórmula Martinez y Villar (46%). El dato interesante (aunque no tengo valores en números y porcentajes) es que la fórmula del FA triunfó en la ciudad.
Otro dato interesante, es que en el balotaje los votos de la coalición multicolor fueron 5074 menos que los sumados en octubre.
Algunas reflexiones para esta contienda
Lo primero que hay que destacar es que históricamente desde que existen las reglas electorales aprobadas en la reforma de 1996, los resultados entre la instancia nacional y deptal. generalmente han variado porque el elector entiende que en la departamental elige al vecino/a que quiere sea quien lleve las riendas del departamento. Es decir, implica una elección de “gobierno de cercanía” esta contienda, muy diferente a la nacional donde básicamente la ciudadanía visualiza elegir Presidente y muy en segunda instancia, senadores y diputados.
En segundo lugar, en esta contienda sanducera no existen entre los candidatos/as a intendentes figuras fuertes en cuanto a ser liderazgos que trascienden partidos, incluso dentro de sus respectivos partidos. En todo caso el candidato que podríamos decir es el más fuerte en este aspecto, es Guillermo Caraballo, porque es quien tiene para mostrar las cosas de su gestión en estos cinco años, aquí es donde entra el carácter plebiscitario de la elección. La mayoría de los ciudadanos (como ocurre siempre que hay un candidato que va por la reelección) votará por apoyar o no la gestión de los últimos cinco años.
Por otro lado, a diferencia de instancias anteriores, hay referentes locales del Partido Colorado en algunas localidades que han jugado fuerte por sus candidaturas a Municipios. En caso de confirmar el peso que estos puedan tener en la elección, puede llegar a ser un elemento que juegue a favor del FA, que tradicionalmente ha tenido muy baja votación en el interior departamental.
Aunque también vale decir que en esta instancia el FA presenta candidaturas locales que han apostado fuertemente a hacer campaña por las alcaldías (Quebracho y Lorenzo Geyres principalmente). Eso también podría llegar a ser un elemento que pueda ser clave en los resultados finales de la elección deptal.
Otro elemento que puede ser clave es que peso electoral tendrán los candidatos FA y PN que, según las encuestas, secundan a Caraballo y Olivera.
En este aspecto, dentro del FA es una incógnita lo que podrán aportar Cecilia Bottino y Marco García al lema, aunque a priori se trata de los tres candidatos más fuertes del FA si se tienen en cuenta los resultados de octubre, donde ambos fueron candidatos a la diputación (en el caso de Bottino siendo reelecta) siendo sus sectores -entre otros- de los más votados en la interna. En el caso del PN, Bertil Bentos es un candidato que a priori aparece debilitado (perdió muchos de sus apoyos políticos en los últimos años). En el caso de Mario Bandera, hablamos de un candidato con fuerte peso a nivel del interior, puntualmente en localidades vinculadas al eje de la ruta 3. Así lo plasmó en las elecciones internas del año pasado.
La otra gran incógnita es saber que pasará con los casi 7 mil votantes que optaron por Cabildo Abierto en octubre. Si bien formalmente los cabildantes apoyan la candidatura de Olivera, no necesariamente (ya lo hemos visto en otros casos) los electores acompañan las decisiones de sus partidos. Por otro lado, no hay que olvidarse que la figura de Manini fue la que captó la atención de los electores, más allá del propio partido Cabildo Abierto. Recordemos que en esta instancia la gente va a elegir al vecino y generalmente su decisión se basa en elegir a la persona que le parece más apropiada para manejar el destino de su departamento, dejando de lado quienes encabezan a nivel nacional.
Más allá de lo que han marcado algunas encuestas, claramente estamos ante una elección de final abierto y con dos candidatos potencialmente con mayor chance de ser electos: Guillermo Caraballo y Nicolás Olivera.
Por último, queda a manera de reflexión una cuestión interesante que incluso se ha planteado en algunas ocasiones por vecinos de pequeñas comunidades: el deseo de poder cruzar el voto entre candidatos a intendentes y alcaldes de diferente partido. Ello sin dudas daría más libertad al votante que con la aparición del tercer nivel de gobierno encontró la posibilidad de poder votar por el vecino más cercano en su localidad. Tanto para lo local como para lo deptal, la ciudadanía suele centrarse más en el/la candidata/o que el partido al cual ellos representan.
