La intención fundamental de estos apuntes, a través de una suerte de “nueva era” de Radar Musical, procuran no solo resaltar a figuras muy importantes del escenario uruguayo de música popular, sino también a que generaciones desprevenidas las conozcan; es que, generalmente, la difusión de muchos forjadores de un movimiento que se acopló perfectamente al canto latinoamericano, no suele ser el adecuado o merecido.
Limitándonos a recordar que Rubén Olivera es coautor –junto a Mauricio Ubal- de “A redoblar”, canción referencial de resistencia y esperanza, estaríamos marcando un capítulo vaya si valioso de su carrera. Pero su aporte se extendió a más y no se detiene. Y si bien historiar –como solemos aclarar- no es un propósito citamos que el montevideano Olivera, allá en 1972 y tras una formación con Lilián Gatto, se radicó en Buenos Aires donde se perfeccionó en guitarra, canto, armonía y arreglos. Realiza conciertos de guitarra y recitales de canciones. A su regreso al Uruguay (1978) estudió con Coriun Aharonian y Graciela Paraskevaidis, participando además en el octavo y noveno Curso Latinoamericano de Música Contemporánea. En esta síntesis indicamos también que en 1978 comienza su labor como docente de música, siendo cofundador del Taller uruguayo de música popular (Tump-1983).
Luego participaría como docente en infinidad de talleres, habiendo actuado como jurado en importantes festivales de Uruguay, Brasil y Cuba. Como productor, Rubén lleva adelante junto al referido Ubal, el sello Ayuí-Tacuabé, un soporte sin dudas valioso a muchos niveles, aunque de manera especial para las inquietudes creativas e interpretativas emergentes.
Lo de multifacético se justifica con creces, si consideramos que Rubén Olivera abarca las disciplinas del periodismo, la comunicación en radio y tv, la docencia, la composición, la producción.
Solista relevante a través de la guitarra y el canto. Entre sus entregas más destacadas, indicamos los discos “Pájaros”, “Rubén Olivera vol. 2”, “Album de fotos y canciones”, “Lugares comunes” (en vivo), “Interiores”, “Una tarde de abril”, “Los otros días” (Selección de los dos primeros discos de vinil). Todos editados por Ayuí.
Debe subrayarse la autoría del libro “Sonidos y silencios”: valiosa herramienta de conocimiento y consulta sobre –según reza el título- “La Música en la sociedad”. A la autoría de –entre tantos títulos- “A redoblar”, debemos indicar también que RO compuso “Canción de las cooperativas” tema oficial “FUCVAM”.
Solo pinceladas sobre alguien que sigue enriqueciendo la cultura popular oriental, con su talento, sus emprendimientos, su compromiso.
Una postal musical
Es variadísimo, a nivel internacional, el cancionero inspirado en la Navidad. Desde los “Clásicos” hasta las creaciones que han brotado en cada país, con la impronta de las distintas modalidades o formas. Y es evidente que aunque el cimiento sea el espíritu cristiano, no necesariamente se debe ser creyente para “Vivir” el espíritu de este tiempo. Deseamos compartir fragmento de una canción del poeta uruguayo José Enrique Rimbaud, a manera de presencia o de “adorno” imaginario para el “Arbolito”. La melodía es de la autoría de Carlos Benavídes. El cantautor que además la grabó con su estilo tan particular se titula “Hoy te canto así”. La primera estrofa y el estribillo dicen:
“Hoy te canto a ti Dulce niño/ la copla de mi alma que se vuelve flor,/ cuando iluminada de fe y de cariño/ aroma su imagen de suave candor” (…) “ porque tu eres Dios, eres claridad/ y eres la bondad que aleja el dolor, / hoy te canto así mi niño Jesús,/ por darnos la luz del más puro amor”.
Una canción por la que guardamos un afecto muy especial, ya que nos ha acompañado en festividades navideñas, entonada por grupos de canto; niños y mayores; cuya dirección se nos confió.