Escribe Eduardo Rodríguez
En la campaña electoral y también después de conocido el resultado de las elecciones departamentales en las que obtuvo un contundente triunfo, el actual intendente de Paysandú enfatizó reiteradamente en que la comuna sanducera resulta “insustentable” en la medida que destina poco más del 60% de su presupuesto al pago de salarios y desde aquel primer momento esbozó algunas posibilidades para aliviar esa carga.
Quienes somos poco instruidos necesitamos se nos explique ¿qué es gerenciamento de recursos humanos? y qué implica la tarea. ¿Será que la IDP pretende prescindir de buena parte de sus funcionarios?. ¿Y qué pasa con el área de la comuna destinada a administrar “los recursos humanos” que desde hace un mes pasó a ser dirigida por una profesional de destacado currículum en el ámbito privado?; ¿será que la comuna sanducera imitará métodos de las multinacionales?
Habló de la eventual no ocupación de vacantes; la implementación del mecanismo de pago según productividad en áreas tales como Vialidad; el fomento a los retiros incentivados y la eliminación de contratos que había formalizado la gestión frenteamplista con las que denominó como “cooperativas compañeras”, de cuya utilidad dudó en varias ocasiones.
La explicitación de esa voluntad pasó inadvertida en la campaña, o quizás no fue considerada con la seriedad que el asunto requiere, tanto por las organizaciones políticas que desde el 26 de noviembre desarrollan el rol de opositores como por la Asociación de Empleados y Obreros Municipales, ADEYOM. Era bastante lógico pensar que una organización de trabajadores que goce de buenos reflejos se interesaría en conocer la implicancia de aquellas aseveraciones. Ahora, ya con varias cartas jugadas, parecería que la dirigencia gremial observa con celo algún tipo de voto de silencio.
A escasas cuatro semanas del inicio de la gestión apareció un documento que deja en claro que estamos frente a un proceso que debe ser aclarado; que demanda ser iluminado en todos sus aspectos, en todos sus rincones, es necesario ir en busca del desarrollo de los titulares que plantea. Quizás en la búsqueda de transparentar intenciones sería pertinente la concreción de la idea de llamar a sala al intendente. Esta iniciativa aparece tímida en algunos actores políticos que antes de verbalizar su idea sienten temor por el rechazo que la misma podría generar en tanto el nuevo gobierno que “recién se está asentando”, porqué quizás no sería conveniente “romper la luna de miel” y los ciudadanos, en general, estamos entretenidos en terminar la última sidra, en sumergirnos en las dulces aguas del paterno o del algún arroyo cercano al tiempo que seguimos el diario “caso a caso” del SINAE.
El miércoles 23 de diciembre de 2020 la comuna abrió un llamado titulado: “GERENCIAMIENTO DE RECURSOS HUMANOS PARA LA INTENDENCIA DEPARTAMENTAL DE PAYSANDÚ”, con la particularidad de que la convocatoria cerró el 30 de diciembre de 2020 a las 10:00 de la mañana. Considerando que la publicación se formalizó el 23/12 sobre las 17:00 horas, al cierre de la actividad administrativa, y que la comuna no realizó ese tipo de trabajo ni el 24 ni el 31 de diciembre, y que, en general, también en el ámbito privado por estos días se da cierta distención en las actividades laborales, se podría considerar que el plazo para la formalización de las propuestas fue muy escaso. Quien se interesó en la oportunidad no tuvo más que un par de días para elaborar una propuesta que se supone debe ser muy amplia por lo abarcativa en cuanto a la mención de las áreas que pasarían a una gestión tercerizada. Según el llamado: “..el objeto….” son …”los siguientes programas, sin perjuicio de que la Intendencia puede ampliar el mismo a otros programas durante la vigencia del contrato: Programas Sociales; Programas Culturales; Programas Deportivos; Programas Áreas Verdes; Programa Desarrollo Departamental y Local”. Así de amplio. Además, el documento no mostró mucha receptividad a las preguntas en tanto explicita: “Solo los adquirentes del pliego podrán realizar consultas o solicitar aclaraciones sobre el texto de este pliego, hasta 2 (dos) días hábiles antes del plazo fijado para la apertura de las ofertas”. Sólo como dato complementario hay que agregar que los pliegos se entregaron sin costo.
Quizás lo lógico es que existan muchas instancias de información para que los interesados sepan con claridad qué es lo que se pretende. El proceso no fue así pero, de todas formas, según trascendió, una fundación sí logró generar una propuesta. Veremos si los contenidos de esa organización están referidos a todas las áreas mencionadas en el llamado o si, casualmente, sólo se abordó la actividad de los CAIF que gestionaba la comuna y cuyos trabajadores, 132 en total, no accedieron a la renovación de sus contratos que vencieron a fin de año. Sobre este punto, un asunto para nada menor será conocer de qué manera el INAU procesa está situación que se podría entender como el incumplimiento de un acuerdo que data de muchos años y que supo funcionar con independencia del partido político de turno en el gobierno. El detalle es que ese instituto es el encargado de gestionar el Plan CAIF a nivel nacional y como tal, nada más y nada menos, es el que pone la plata para que se ejecute. Con ese objetivo la IDP estaba recibiendo una suma mensual de poco más de 5,5 millones de pesos para sustentar los ocho servicios referidos.
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