Edil Marcelo Tortorella
Los primeros 100 días de gobierno, representan un estándar para medir la eficacia y la proyección de la impronta del Intendente Nicolás Olivera. Todo gobierno en ciernes tiene que presentar a la ciudadanía una muestra de las directrices y los logros obtenidos y de la eficacia de las decisiones. El estilo de liderazgo de este Intendente se ve diferente y renovado, partiendo de la conformación de un equipo de hombres y mujeres jóvenes, alineados con el mismo temperamento impreso por Olivera, presentando así una “gestión con resultados” y con alto sentido de ejecutividad.
Quedó claro también que Nicolás Olivera es un Intendente qué escucha a la oposición, a pesar de la poderosa aura de victoria de un resultado electoral contundente con un respaldo popular sin antecedentes. Asimismo ha tenido la capacidad de diálogo hacia la interna del Partido Nacional con los otros líderes que le hacen sentir su respaldo desde la Junta Departamental. Con la apertura necesaria, también ha oído los planteos y críticas opositoras, marcando el perfil de un gobernante que se presenta con una clara solidez y respaldo en las decisiones que adopta, aplicando por ejemplo, ante problemas de contratación de recursos humanos, medidas radicales, que se toman desde el inicio, pasando a ser esto una virtud y visualizado como una medida de gestión, relacionada a la eficacia.
El mensaje es, se ha venido a poner la casa en orden y se está haciendo, buscando optimizar los recursos humanos y económicos a través de un manejo austero y responsable de las finanzas de la Intendencia, quedando claro que la situación financiera recibida era claramente ruinosa y deficitaria. En cuanto a los recursos materiales, la maquinaria existente no estaba en condiciones, pero a pesar de ello se la puso a operar para recuperar en tiempo récord calles y caminos. Además se renegoció a la baja la tasa de interés y se redujo la amortización a 15 años, (anteriormente era por plazo de 20 años), del fideicomiso por 25 millones de dólares que fuera aprobado en el período anterior y que se pondrá en marcha. Además se anunció un plan de refinanciación de adeudos y de incentivos para los buenos pagadores, que será no solamente justo, sino amigable para que los contribuyentes con atrasos, que podrán reengancharse en el cumplimiento de sus obligaciones con la Intendencia de Paysandú.
Asume así un gobierno departamental esperanzado, que tiene que enfrentarse a la calamidad de la pandemia agudizada por la crisis laboral procedente, pero que tiene la firmeza de un Intendente con un liderazgo audaz y creativo, brindando la seguridad y la confianza que, bajo su gobierno, no solo se podrá superar esta crisis, sino que se pondrá en marcha al departamento. Paysandú, le demanda al sistema político acción, pero la acción del ahora, siendo principal tarea de todo el gobierno departamental, establecer un rumbo claro acompañado de logros concretos y efectivos que se manifiestan en mejoras tangibles en la calidad de vida para todos los sanduceros.