Nos pareció prudente no anticiparle al profesor José A. García Dantaz que íbamos a referirnos a su personalidad, fundamentalmente periodística. Es que seguramente no lo hubiese aceptado, acorde a su condición de la que ostentan los poseedores de la grandeza de los humildes…o la humildad de los grandes. Pero como lo sabemos suscriptor de “20 Once” pues bueno…que se enfrente a la sorpresa. Y qué difícil se torna la objetividad tratándose de J.A.G.D. (así firmaba su célebre “Musicalmente hablando”), o de simplemente “Pinocho”, como cariñosamente lo conocemos. Es que no solo hay una amistad establecida, sino que además somos admiradores de su “pluma”, la que -decisión que respetamos pero que no compartimos- en determinado momento cesó de expresar en ese giro que cubría las manifestaciones culturales globales.
En la radiotelefonía, compartiendo micrófono con destacadas figuras y a través de aquellas preciosas entregas denominadas “Mucho Gusto Súper Extra”; aunque fundamentalmente en Diario “El Telégrafo”, abarcando el comentario, la crítica de muestras, recitales, conciertos, más columnas fijas como la señalada. Poseedor de amplios conocimientos, refería con propiedad a propuestas de teatro, pintura, danza, libros, música de todos los géneros. Sus comentarios y su opinión eran respetados por el público, porque evidentemente provenían de una palabra autorizada. En ocasiones algún juicio severo recibía el “retorno” disconforme de quien o quienes estaba dirigido; pero esto es común: “estamos acostumbrados”, cantaba Pablo Estramín.
Su cátedra formadora fue otra de las áreas de aporte durante tantos años. Ojalá que aquellos que recibieron su enseñanza, hayan sabido aprovecharla. Con su “amor eterno”, María, habían formado un binomio entre pentagramas del que muchos se alimentaron. El dolor ante la partida de su compañera fue muy intenso para “Pinocho”.
Admirador total de Cecilia Siqueira, la acompañó desde su época de solista. No en pocas ocasiones y cuando la concertista llegaba a su Paysandú, concretábamos juntos una entrevista. La foto adjunta registra precisamente uno de esos momentos, acompañando una nota para “El Telégrafo”.
Semblanza. Fugaz, si se quiere. Pero cargada de admiración y de renovación de afectos para esta figura que – reiteramos- respetamos pero no compartimos que haya abandonado sus imperdibles envíos. ¡Salud, maestro!…
José María Brunini
Leyenda foto:
García Dantaz, el cronista y Cecilia. Momento sublime.