Fabián Mannise Tec. en Jardinería y Horticultura
Hola amigos, un gusto volver a reencontrarnos y deseando estén bien pese a la prosecución de la pandemia y al inapropiado clima al que nos somete el invierno. La propuesta hoy consiste en sugerirles algunos cultivos de florales de estación, mantenimiento de lo plantado y cuidado del suelo. Comenzando por lo primero, entre las opciones a recurrir se encuentra o casualidad, la llamada Hortensia de invierno o Bergenia crassifolia, es una planta muy interesante por su curiosa floración y sus hojas siempre verdes. Gusta de suelos siempre húmedos y ricos en materia orgánica. Se aconseja habitualmente ubicarla en lugares de semi-sombra, aunque si el sitio es muy húmedo tolera el sol directo. Otra planta simbólica de la época y de la cual hemos comentado en reiteradas oportunidades, es el Pensamiento o viola wittrockiana. Es, sin duda, la más conocida y preferida de todas. No deja de florecer durante todo el invierno, llegando a su esplendor a finales de la presente estación. La principal precaución a tener en cuenta, es mantener una frecuencia de riego de 3 días durante la floración. Entre las propuestas de invierno encontramos también el Ciclamen en sus distintas variedades dependiendo del tamaño que se desee con hojas y flores grandes y pequeñas. Una elección propicia asimismo, son las Camelias, que llegan a formar arbustos y ofrecen flores constantes y preciosas que duran hasta tres meses. Se ofrecen en dos tipos de flores; simples y compuestas y en materia de cuidados, la tierra donde se planten tiene que ser ácida y dotada de un abono específico. Otra propuesta típica del invierno lo constituyen los Narcisos. Son plantas bulbosas que poseen unas características flores en forma de trompeta, principalmente amarillas, aunque también hay variedades blancas y anaranjadas. Si se adquiere una mata de la planta en maceta, se asegura una mayor duración de la flor. En una estación bastante triste, con muy pocos eventos o actividad vegetativa encontramos también un ejemplar llamado Heléboro. Se presenta con unas flores completamente blancas que surgen en invierno, de ahí su nombre más popular: Rosa de invierno. Hay variedades que tienden a teñirse en el envés de la flor, con toques granates o rosados. Entre todas las opciones existentes para la época que transcurre, se halla también un arbusto llamado Polygala o Myrtifolia originario de Sudáfrica, que se caracteriza por tener unas flores de color lila muy llamativas. Es un ejemplar que está constantemente floreciendo a medida que le van saliendo nuevos brotes. Se mantiene muy bien en contenedores y se recomienda pinzarlo cada cierto tiempo para forzar la nueva floración. Amigos; a continuación les propongo algunas tareas que eventualmente se pueden realizar durante el invierno en algunos arbustos o árboles principalmente de hojas caducas que se vuelven latentes y esto hace que sea el momento perfecto para transportarlos y replantarlos. Sólo se debe asegurar de nutrirles la tierra añadiendo un poco de fertilizante orgánico para favorecer su crecimiento. El abono a utilizar, puede ser humus de lombriz, mantillo, etc. La razón es porque con ello se mejorará la estructura del suelo, se repondrán nutrientes y también se elevará ligeramente la temperatura de la tierra. Por otra parte el invierno es una temporada excelente para remover y airear el suelo con lo que se conseguirá que al llegar la primavera el jardín esté en condiciones óptimas. Otro consejo muy útil es la aplicación de aceite de invierno sobre sus troncos y también sobre las ramas sin hojas. Con ello se conseguirá prevenir el desarrollo de hongos, ácaros y pulgones cuando los días se vuelvan más templados. Un invierno lluvioso significa un problema para el Jardín y puede comenzar a tener efectos perjudiciales cuando el agua llegue a comprimir el suelo, pues agota los nutrientes y ahoga los sistemas de raíces. Para evitar que se formen charcos por largos periodos de tiempo y horade el suelo alrededor de las bases de las plantas, es menester recurrir a una capa gruesa de mantillo para atrapar el agua e impedir que drene. Una capa más delgada de mantillo también funcionará mejor para evitar que la tierra embarrada salpique las plantas mismas. A medida que el suelo se inunda con agua, se hace más compacto, con menos bolsas de aire entre las partículas. Una de las mejores maneras de prevenir esto es no caminar sobre el suelo del jardín cuando esté embarrado, ya que se lo apisonaría aún más. Otra alternativa para paliar la situación del suelo, es agregar arena o turba que ayudará a evitar la compactación, y contribuirá a su aireación antes de plantar cada año. Hasta aquí amigos el aporte de hoy, cualquier consulta no duden en realizarla a través del Correo Electrónico dfmannise@gmail.com que con gusto responderé.