Por Raúl Campanella
23, febrero, 2022
Nos ocupa y preocupa que, en los Gobiernos del Frente Amplio de Canelones y Salto, se considere que no son las políticas de inversión pública las que deben orientar a la nación, sino la inversión privada, para privados. Es en esta vía que se construyen o proyectan los llamados barrios privados, aunque ni tan siquiera así pueden ser llamar cuando no forman parte del entramado urbano. Bajo esta modalidad, con la que insiste el compañero Andrés Lima, con aguas termales incluidas, en el entorno de Termas de Dayman se han presentado proyectos. En la misma perspectiva va el de “San Francisco Lagoon” sobre el arroyo San Francisco, Ruta 3, en Paysandú.
Proyecto Playa Park sobre el río Uruguay
¿Quién defenderá a la sociedad si el PIT CNT y los sindicatos no se pronuncian? Los seis aeropuertos concesionados recientemente a una empresa trasnacional están pensados para su uso por los inversores nacionales y no nacionales que, posiblemente, irán a habitar nuevas viviendas de alto costo, donde el único contacto posible con las mayorías sociales de trabajador@s, serian empleos de mediana y baja calidad en limpieza o jardinería…y sobre todo, seguridad. ¿Acaso es esta la perspectiva de construcción social del programa y la política del Frente Amplio? La SAU – Sociedad de Arquitectos del Uruguay – se conforma con que los inversores privados o públicos convoquen a llamados de proyectos que incluyan profesionales y técnicos nacionales
Sin embargo – como lo consigna el director del semanario de Paysandú “20Once”, el abogado Mauro Goldman, se necesita, urge, un debate público sobre el gasto de un millón de dólares que está ejecutando la Intendencia Departamental, en el denominado master plan para la “Transformación urbana costera” de la zona de propiedad pública, a la vera del Rio Uruguay, de alrededor de 350 hectáreas.
Goldman recuerda que la Intersocial – que integra Fucvam, el PIT CNT, la UdelaR, o al menos, los gremios – Adur, Affur, Feuu- del Departamento, elaboraron en seminarios y otros encuentros, una serie de ideas y propuestas no coincidentes con el mega plan del Intendente Nicolás Olivera, así como tampoco con el proyect “Distrito Park”, elaborado por algunos profesionales y posibles inversores privados.
Valga decir que la “gran idea” de los inversores es que el gasto mayor lo haga la sociedad con el aporte del territorio por ahora público, y dotando al proyecto, o proyectos, de una parte sustancial del Fideicomiso por 25 millones de dólares, a pagar a 20 años, que fuera aprobado en acuerdo del Gobierno – 2015/2020 – que condujo Guillermo Caraballo en representación del Frente Amplio, con el Partido Nacional.
El Frente Amplio asume la corresponsabilidad política en que cualquier inversión en terrenos y con recursos públicos, sea debatida y aprobada en beneficio, favorable a los intereses de la población trabajadora, partiendo del derecho a la ciudad y el departamento, abriendo la discusión – cerrada ahora – al sindicato de la construcción, por ejemplo, que debe tener bastante para aportar cuando sostiene su accionar en 55 000 trabajadores aportantes a la Seguridad Social, hoy día.
No es indiferente para el PIT CNT y el movimiento sindical que el megaplan que comprometió N. Olivera sea, o no, en función de las necesidades y los intereses de las grandes mayorías populares. Nadie paga un millón de pesos por papeles garabateados por un “famoso” estudio belga, sino concibió antes un plan de aplicación de los destinos de la inversión.
La población Paysandú ciudad y todo el Departamento, cargara con una deuda abultada durante las próximas dos décadas. Nadie, al parecer, prevé invertir en el tratamiento de los vertidos industriales y orgánicos en el Rio Uruguay y otros cursos de agua que derivan. “Cabe reflexionar sobre la necesidad de debatir un proyecto de envergadura en otros espacios para encontrar modelos sustentables, de desarrollo nacional”, como afirma la Arq. Ana Gilmet. (La Diaria, del 18-02-22)
Los urbanistas proponen áreas verdes y parques que en las ciudades cumplen un rol primordial de distanciamiento físico y respirar aire puro, hasta duplicar lo previsto por habitante, dice el Arq. Rubens Stagno.
Con toda la presión imaginable que viene ejerciendo desde hace meses el Gobierno Nacional y el Ministerio e Vivienda sobre inversores privados para asociarlos a un Plan de construcción de viviendas y erradicación de asentamientos, no ha logrado moverlos un centímetro. Es que la especulación inmobiliaria – que ya recibió miles de millones de dólares de impuestos que no se cobran en la “Vivienda de interés social”, incluidos nuestros Gobiernos, como lo analizamos en su momento en “Frente Obrero”, están más que cómodos con las regalías que el Gobierno de coalición aumentó de manera sideral.
Con la vieja-nueva historia de “dar trabajo… romper la rutina de la mediocridad” el viejo modo clientelar al servicio de los intereses privados de los malla oro, contratando, eso sí, mediante mega pagos una empresa “líder global”, seguramente el Intendente cree que tendrá el camino sin baches para que su “masterplan” incorpore algunos profesionales en busca de trabajo y, sobre todo, a la clase social propietaria, a quienes está dirigido, que ya se ven estacionando sus coches y ocupando espacios de una zona hasta ahora de uso y disfrute público. Ni una familia de las que necesitan vivienda, salas de encuentro, teatros, restaurantes o bibliotecas, para ellos y sus hijos, podrá acceder a espacios privatizados – de cumplirse el megaplan capitalista, con áreas exclusivas, excluyentes, para las grandes mayorías sociales. Todo a lo grande, como dijo el Intendente N. Olivera, hecho con “gente de coraje” que “piensa en el Paysandú de los próximos 25 años”. Porque es necesario tener coraje para expropiar terrenos públicos y recursos aportados por la población, para entregarlos a empresas y familias que supuestamente usufrutuaran bienes y servicios en una sociedad desintegrada, eso sí, repleta de barrios y edificios exclusivos, pagando bajos salario, en un entorno seguramente poblado de guardias privados armados, opuesto a lo que ahora afirman: “grandes cosas… una gran película…” De terror.
