Escribe Maestra Mabel De Agostini
En el año 2019, la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura llevó a cabo una evaluación de escolares de 3ro y 6to año de primaria, que incluyó: 16 países de América Latina y el Caribe– entre ellos Uruguay- más de 4.000 escuelas y 600.000 estudiantes.
Si como edila de la Junta Departamental me quedara con las repetidos versos grabados en la memoria de algún curul de la oposición, que hasta tedioso se vuelve, diciendo hasta el hartazgo que durante los 15 años de gobierno frenteamplista destruimos la Educación Pública y que no hicimos “nada, nada, nada, nada” (son cuatro “nada” la frase célebre) y desconociera mi responsabilidad ante la ciudadanía, simplemente diría: ”pobre, qué desinformado está” o aplicaría aquello de “zapatero a tus zapatos”. Pero es por aquella responsabilidad y esta pretendida y mal intencionada mentira, que a través de este medio quiero decir que los resultados obtenidos en la evaluación de UNESCO, a través del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), nuestros estudiantes obtuvieron resultados que sorprendieron hasta a la misma UNESCO. En este sentido es que importa compartir un pasaje de los comentarios realizados por la Asesora de la UNESCO, Dra. Carmen Sotomayor sobre los resultados de Uruguay:
“Respecto de los resultados de Uruguay yo quería hacer un comentario porque lo primero que llama la atención es que son muy buenos. Yo creo que eso hay que decirlo porque hay algo allá en Uruguay, yo no conozco tanto la realidad de ustedes, pero hay algo que se está haciendo bien porque uno ve que los resultados son buenos”.
Más allá de todas las justificaciones que las autoridades actuales de Primaria reconocen, sobre todo la circular N°2_22 del 29/3 de 2022 de la Inspectora Técnica, donde se identifica todo lo que se ha aportado desde lo técnico y pedagógico a las escuelas ( priorización de la lectura y la escritura en el Marco Curricular (2015), la elaboración de los CLE (2016) “cuadernos para leer y escribir”, que llegaron a todos los niños y niñas del Uruguay y también los adoptaron los Colegios privados, el trabajo técnico permanente de PROLEE “Programa de lectura y escritura en Español” desde el 2011 en adelante hasta hoy, la implementación del Programa Biblioteca Solidaria que trascendió Uruguay, las Pautas de referencias para maestros donde Prolee diseñó “progresiones de aprendizaje en lectura y escritura” y diseñó el sustento teórico-práctico para trabajarlas, el trabajo conjunto y sistemático de PROLEE, PAEPU “Proyecto de Apoyo a la Escuela Pública Uruguaya”, el IFS “Instituto de Formación en Servicio”) que trabajaron la última década en cercanía permanente junto a Inspectores, Directores y docentes) es claro que como dice la Investigadora Sotomayor en materia educativa en nuestro país en las últimas décadas pasó “mucho, mucho, mucho, mucho” , como resultado de valorar a la educación como una inversión en desarrollo humano y comunitario, y no como un gasto. Y es la misma UNESCO la que nos habilita a darnos cuenta con orgullo, que este buen resultado, es fruto de una política educativa que comenzó allá por el 2005 y siguió a ritmo sostenido hasta el 2019. Política educativa humana que encierra los principios de UNESCO y de los cuales hay ocho que considero es necesario destacar, porque son derechos de niños/as y jóvenes que hoy están en riesgo y a corto plazo se pueden convertir en: “nada, nada nada, nada”. En los 15 años de gobierno nacional frenteamplista (FA) la política pública educativa fue siempre prioridad y motivo de generación de innovaciones culturales y pedagógicas, sin perder el norte: la educación como derecho de todos y todas.
Y es la misma UNESCO la que nos habilita a darnos cuenta con orgullo, que este buen resultado, es fruto de una política educativa que comenzó allá por el 2005 y siguió a ritmo sostenido hasta el 2019.
En este rumbo que reconoce -al mejor estilo freiriano- que la educación es un acto político (no partidario entiéndase bien), y que su misión es transformar, accionar para cambiar realidades, es que identificamos por lo menos ocho (8) marcas de nuestra política educativa, que seguramente fueron – guiándonos por el análisis de resultados del ERCE, las que hicieron que hoy se reconozca que “… en Uruguay hay algo que se está haciendo bien…” (2019)
Y quizá el secreto sea que, nuestra política educativa desde el 2005 al 2019:
- Consideró al estudiante como un rostro (no un Nro.) que representa a una persona dentro de un contexto socio cultual económico, que es imposible desconocer y donde los más vulnerados fueron los más comprendidos.
- Por esta misma razón y sabiendo que un “cerebro con hambre” -no solo de estómago sino también de abrazos- no aprende, creó equipos multidisciplinarios de atención integral: priorizó los planes nutricionales en los comedores, la atención psicológica y fonológica etc. que ayudaron a detectar precozmente dificultades para subsanarlas.
- Expandió y priorizó la atención a la Primera Infancia, con integración de las familias al proceso socializador y alfabetizador de sus chiquitos. Para ello se crearon programas como Uruguay crece contigo, “desde la panza” y se “dignificaron los CAIF” como verdaderos centros de atención a la Primera infancia y la familia, dentro del convenio marco de INAU.
- Se entregaron materiales didácticos para todas las escuelas del país contemplando siempre el 100% de los estudiantes.
- Se incrementaron los sueldos docentes en forma real y los maestros no sufrieron persecuciones. Tuvieron libertad de cátedra y de expresión, porque no se violaron los principios varelianos.
- Se crearon escuelas de Tiempo completo y Tiempo extendido.
- Hubo creación de cargos con el objetivo de bajar la cantidad de estudiantes por grupo. (Se bajó a un promedio de 22).
- Como si fuera poco, se democratizaron las oportunidades de expandir el conocimiento y la información el día que el Presidente de la República Dr Tabaré Vázquez, pone una “ceibalita” en la mano de cada estudiante. ¡Día histórico! Para la mayoría fue la primera vez que tuvieron algo propio, con nombre y apellido. Y con ellas el Plan Ceibal, que permitió “educar, enseñar y aprender” en 2 años de pandemia.
Esta es una reflexión, que me enorgullece pero a la vez me preocupa… Porque en “nada nada nada nada” podemos llegar a quedar, si quienes gobiernan tanto a nivel nacional como departamental, solo andan buscando donde dar el “tijeretazo del herrerismo”, que siempre corta donde más duele. “Para muestra basta un botón”: los CAIF sanduceros en manos de “A Ganar”, las partidas de alimentación recortadas: los sábados, domingos y feriados no se come según decreto de Presidencia del 6/4/22 y el plato ¡no se repite! por motivos de obesidad. Parecería un chiste si no encerrara tanta insensibilidad. Podría seguir pero no. Porque estas decisiones de hoy 2022, son las que más duelen y son testimonio de que quienes hoy dirigen la Educación Pública uruguaya, nunca vivieron y se humanizaron, en un aula con niños y niñas con hambre. Están a tiempo. Por eso tengo miedo de que el mentiroso “nada nada nada nada” de hoy, dicho con tanta soberbia y liviandad, pueda hacerse realidad a corto plazo.
* Edila FA/VA