Charla con Hernán Scorofitz:
PRIMERA PARTE
Hernán Scorofitz es porteño, está casado con una sanducera y de visita por Paysandú pudimos charlar largo y tendido con él. Lo escuchamos en La Otra FM y nos pareció interesante lo que decía. El Profe Flores hizo las gestiones y a las 48 horas estábamos charlando de todo un poco. Hicimos poco esfuerzo, tenemos que confesarlo porque Hernán se habla todo. Aquí el resumen del encuentro, sin agenda y con muchos temas para charlar. El café porteño fue con mate, en un caluroso enero en las tres veces heroica.
Un porteño simpático y de izquierdas, lejos de Macri pero también de Cristina.
-En La Otra hablabas de un tema crucial, de salud mental, los suicidios en Uruguay..
Cuando en Buenos Aires medio de refilón se comenta como Uruguay está en el plano de las estadísticas en los primeros lugares en la tasa de suicidios, teniendo en el imaginario del argentino al uruguayo como alguien calmo, educado, más respetuoso, con una cultura bastante elevada, por qué esa es la representación que hace el argentino del uruguayo, eso llama la atención. Por lo tanto no cierra que sea alta la tasa de suicidios. Hay una revista norteamericana que colocaba a Uruguay como uno de los mejores destinos para jubilarse e irse a vivir allí. En Uruguay la tasa de suicidios es en la 3ª. edad la más afectada. Lo que indica que a los viejos algo debe estar pasándoles. Uno puede evaluar luego, ver en qué departamentos se agrava la situación, también es en los adolescentes y jóvenes de entre 15 y 30 años; allí después de Surinam y Guayana está Uruguay primero en los índices. Uno puede aventurarse a decir que los jóvenes se ponen en juego cuestiones valorativas, cuando la personalidad empieza a transformarse, eso lleva a la depresión. Hay cuadros de angustia que llevan a la depresión, en términos generales no está mal, pero no siempre un cuadro depresivo es una condición para un acto suicida.
-Crees que hay una sobrevaloración por parte del argentino promedio de lo que es el uruguayo. Un mito que fuimos construyendo.
Nosotros decimos y sobretodo cuando llegan los mundiales, es una historia de amor no correspondido entre Uruguay y Argentina, quizás es un fenómeno que se expande al interior. El uruguayo cae bien, vas caminando por Buenos Aires y ves una persona con termo y mate debajo del brazo y te cae bien, le sonreís. En un enfoque elitista endocentrista porteño, esta cosa que tiene que ver con ribetes históricos, el paisito parece ser una provincia argentina, es una chicana elitista. La cuestión de tranquilidad, de progresismo que tiene la historia de Uruguay, el hecho que el país sea el más laico de América Latina, estas cuestiones que se vieron antes en Uruguay de libertades democráticas.
-El porteño hace poco esfuerzo para que lo queramos, o esa es una representación que tenemos.
La representación social del argentino generalmente se vincula no al argentino sino más bien al porteño, tenés un cordobés que recorre América y se cruza con un colombiano o mexicano y le dice soy argentino pero no porteño.
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