5a. entrega
Carlitos y su palmarés como entrenador
En 2001 un técnico cubano vino a Uruguay, se trata de Ibrahim Zaldívar Ochoa que estuvo trabajando en Maldonado con muy buenos resultados contratado por la Intendencia fernandina.
En realidad Zaldívar, hoy radicado en Bogotá, Colombia nos comenta que llegó a Uruguay por el Comité Olímpico Internacional en un programa para Uruguay de Solidaridad Olímpica. Un trabajo pensando en los JJ.OO. de Sidney del 2000. Luego en 2001 volvió contratado por la Intendencia de Maldonado, teniendo algunas tareas de trabajo con el Comité Olímpico Uruguayo.
Recuerda que Carlos “en el tiempo que estuve allá tuvo responsabilidad con grupo de menores de 10 u 11 años, hizo excelente trabajo, llegó a tener chicos campeones nacionales de Uruguay, también de Torneo Promesas del Cono Sur; combinaba la labor con el trabajo de guardavidas en época de verano”.
Sobre la hija de Carlitos, Antonella Scanavino, Zaldívar es categórico al señalar que “era un excelente talento que en mi opinión debían haber sacado de Uruguay, era un talento descomunal que no se tuvo visión para definirle al terminar el bachillerato la opción de ir a Estados Unidos. Con su potencial podía haber llegado a una excelente Universidad y consagrar grandes logros para Uruguay. Aún recuerdo muchos niños del Campus con talento. Uruguay tiene buena genética y lo que más extraño es la garra charrúa. El valor del deportista Uruguayo para enfrentar la competición es digno de reconocer y no sólo en natación. En mi opinión precisan mejores condiciones de trabajo en muchas infraestructuras, trabajan mucho con menos de lo básico necesario”.
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