La denuncia pertenece a una vecina del puerto que además de la creciente sufrió delincuentes; aseguró que las autoridades no controlaron las viviendas damnificadas.
La familia de Viviana tuvo que abandonar el hogar a causa de la creciente el jueves 26 de octubre. La vivienda está en la zona del puerto de Paysandú, sobre la Avenida Brasil, allí se asentó su suegra en el año 1959 y ahí nació su esposo hace 46 años. Son esas tres personas las que conforman el núcleo que en las jornadas inmediatas a la evacuación se estableció en una carpa para cuidar las pertenencias que quedaron en la casa. Sostuvieron esa especie de guardia todo lo que pudieron hasta que una conjunción de razones los llevó a retirarse.
Desde entonces y por lo menos una vez a la semana el hombre volvía a la finca “a controlar las cosas que habíamos tenido que dejar ahí, por no tener para donde llevarlas. No eran muchas pero son la que cosas que pudimos hacer con sacrificio a lo largo de los años”. En la última visita, “hace casi una semana”, el señor se encontró con la dramática situación de que “nos habían robado y lo que no se llevaron lo tiraron todo al agua. Hemos quedado sin nada, nos han tirado todo, nos han roto todo, destrozaron todo, años de lucha de los tres”, relató.
Viviana agregó que cuando su cónyuge “encontró todo ese panorama” se comunicó con Prefectura pero desde allí se le indicó que correspondía la comunicación con la Seccional Segunda de Policía. “Cuando llegaron quedaron en la puerta, dijeron que no podían entrar a la casa porque se iban a mojar. Le tomaron la declaración, mi esposo me dijo que en un papelito, y llamaron para ver si la Técnica iba a buscar algunos indicios o algo así pero dijeron que no porque se iban a mojar”, sostuvo la señora en declaraciones al programa La Tribu. Agregó que Prefectura tampoco hizo ningún control respecto a los ilícitos a pesar de que el caudal de agua no era tan importante, “de hecho mi esposo estaba ahí adentro, no se iban a ahogar ni nada de eso”.
“En este momento no tengo nada, me ultrajaron, me dejaron sin nada, soy nada. Me siento que no soy nada porque no tuve apoyo. Todo lo que dijeron las autoridades de que iban a controlar y todo lo demás, eso es todo mentira. Nunca fueron a controlar. Cuando todo empezó nosotros ya habíamos denunciado que andaba gente sobre los techos pero nunca aparecieron”, lamentó la señora que aseveró que muchas de las familias afectadas por la creciente también han sufrido el despojo de sus cosas.
El esposo de Viviana, “que vivió toda la vida en el puerto y ha enfrentado muchas crecientes”, sostiene que ésta es la primera vez en que a la desgracia que implica la creciente se suma tan notorio impacto del accionar delictivo.