Con Aldo Bóffano Minetti
Referente incuestionable en los latidos de la comunidad quebrachense. Para ser exactos, desde el 3 de agosto de 1963 (si: más de 60 años), cuando llegó de su Pueblo Porvenir natal. Este cronista, que de alguna manera considera a Quebracho como su segundo hogar (tras tantas vinculaciones en especial a través de la música), creyó oportuno conversar con Aldo y rememorar. El resultado, que ya compartimos, es muy interesante…
-¿Siempre comprometido con actividades diversas de la comunidad?
En tantos años, además de las tareas como empleado del BROU, realicé actividades comerciales y me arrimé a organizaciones, grupos o instituciones de diversa índole. Integré las comisiones directivas de Club Social Quebracho, Club de Leones, Comisión de Fomento de Escuela 23, Asociación Civil Quebracho (Acique), coordinación de la Promoción Humana de Quebracho (CPH), Caif Rayito de Sol. Entre los años 2010 al 2020, formé parte del grupo organizador del festival “Cantando al calor del fogón”, del que fui uno de los conductores desde la segunda edición hasta la cuadragésima primera. Pero eso ya es historia…
-¿Fue (es) Quebracho una sociedad culta, en especial en el arte?
Si consideramos que culta es una sociedad por sus centros de estudios, en Quebracho ha crecido en los últimos años la oferta educativa, contribuyendo a que sea una población cada vez más culta; pero si la entendiéramos culta por los apoyos a las expresiones musicales, corales, plásticas, artísticas en general, creo que hay una necesidad que no está bien cubierta. Tengo la esperanza de que gente u organismos públicos o privados entendidos y con capacidad en la materia, se pongan como meta llenar esa necesidad insatisfecha.
-Señalamos algunos capítulos “memorables” de la música y el canto en Quebracho.
Han habido distintos capítulos o eventos que marcaron de distinta manera el área de la música y el canto en Quebracho. Sin duda que el festival “Cantando al calor del fogón”, pergeñado entre otros por el Padre Juan Enrique Zordán junto con Nery Otte y Edelvis Salvatierra, desde 1973 en adelante, ha sido lo de mayor relevancia con sus más de cuarenta ediciones. Siempre con presencia de artistas locales pero también de otros de trayectoria regional y nacional. Sin olvidar a “Cantando en el Cerro” que en su momento hiciera el Club Atlético Bella Vista y que de alguna manera se ha reeditado, bajo la organización del Club Atlético Cerro Bella Vista. También aquellas muy convocantes “peñas” en instalaciones de la Parroquia.
-Padre Zordán y su aporte a la cultura (entre otros tantos).
Zordán fue promotor de muchas actividades productivas, sociales, deportivas, artísticas y culturales; yo lo menciono como uno de los creadores del festival “Cantando al calor del fogón”, siendo su más firme trasfoguero durante muchos años. También propició la presencia de profesores de música y guitarra como vos y poco antes la de Julio Siqueira. Debo señalar tu aporte en Cruz Roja Quebracho trabajando con niños durante cinco años, creando en otra etapa el coro “Nido de amor” (homónimo del título de la canción de Carlos Vignolo). Realmente lamento que no haya continuado ese grupo. Estos aportes generaron nuevos guías y maestros musicales, destacándose el quebrachense Hugo Wilkinson.
-Musiqueros del fogón…
Merecen un capítulo aparte. Más de 20 años de vigencia en los escenarios del país; un grupo con identidad, prolijo y hasta con canciones propias. Por residir integrantes en distintos lugares, dificultan los ensayos y creo que por eso, las actuaciones.
-El presente…proyectos…¿Surgen valores en la música?
De la cantera puedo mencionar el surgimiento y actual vigencia de valores como Juliana González, que actúa en escenarios de la región como “Juliana y su banda”, o Ronald Laurencena. Existe el grupo “La barra de los viernes” con músicos locales, que mezcla la amistad con la música y el canto con presentaciones en escenarios de Quebracho.
-Para agregar…
Que lamento el cese del coro de Ajupeque, que supo actuar en distintas localidades del departamento y otras de la región. Y, más aún, lamento la suspensión de las ediciones de “Cantando al calor del fogón”. Ya no podremos decir “el festival de más larga trayectoria ininterrumpida del país”…
Nosotros agregamos…
¡Y recomendamos!: “Quebracho. Voces de una memoria”, de la autoría de Aldo Bóffano. Un libro destinado mucho más allá de “Quebracho y su gente” y de quienes lo queremos. Un documento cargado de momentos a través de relatos muy llevaderos. Reiteramos la recomendación.