Vista de piscina principal de Guaviyú en la tarde del miércoles 3/1/24
Los operadores turísticos de los centros termales del departamento tienen “algunas expectativas” respecto a las posibilidades de convocatoria de esos destinos para la temporada estival. Aunque el panorama de Guaviyú pareciera más incierto que el de Almirón, al menos en lo más inmediato.
“Bastante bien” en Almirón, “incertidumbre” en Guavitú
Tras jornadas que se caracterizaron por la considerable actividad que se registró en ambos parques con motivo de las celebraciones de la llegada del año nuevo, en Termas de Almirón “la afluencia de turistas viene bastante bien. Estaba medio quedado, no había muchos llamados pero a último momento la gente se está decidiendo. Estamos como en un 70% de ocupación”, dijo el empresario Leopoldo Rodríguez. Agregó que “parecería que esa situación se mantendría durante todo el verano” y no dudo en sostener que “la situación argentina” está favoreciendo el turismo interno, en tanto el vecino país “se hizo caro para los uruguayos”. En Guaviyú también “se notó que se mueve más el turismo interno”, dijo Oldemar Tolosa, presidente de la comisión que trabaja para el fomento de ese destino. Sobre las perspectivas para enero dijo que “hay que tener en cuenta que está cambiando, a pasos agigantados diría, la forma de trabajar del turismo ya que no hay reserva de largo plazo lo que implica tener que estar constantemente con un recambio porque la mayoría de las personas que se alojan están en una media de dos días. Los diez primeros días del año se va a trabajar bien pero para después hay incertidumbre de lo que pueda llegar a pasar”.
El problema del agua caliente
Tolosa destacó el atractivo de “la piscina nueva, inaugurada el año pasado. Para esta época viene impecable”. La precisión surge de que los dos parques termales han tenido serias dificultades con la temperatura del agua en las piscinas abiertas y principales, de hecho durante los meses de invierno “tuvimos que soportar los reclamos de los visitantes que se molestaban porque no encontraban el agua de las piscinas en condiciones”, recordó Rodríguez y agregó que esa carencia fue determinante para que algunos turistas cancelaran sus reservas una vez arribados al centro. Lo mismo sucedió en Guaviyú, según reconoció Tolosa. Actualmente “la piscina abierta de Almirón está en unos 25 grados” y la piscinas más importante del parque del norte del departamento “se ha mantenido entre los 28 y los 32 grados”. Los operadores recordaron que las dificultades para mantener la temperatura se agravó con las obras realizadas en ambos casos en tanto, básicamente, se amplió muy considerablemente la dimensión de las piletas que son surtidas con el mismo caudal de agua que se disponía anteriormente. La problemática se enmendará con la incorporación de una bomba de calor para cada destino lo que ha implicado una inversión millonaria y cuya preparación para la operativa demandará varios meses. Desde ambos lugares aguardan que el servicio quedé instalado “para el próximo invierno. Eso nos daría otras posibilidades”, dijo el empresario de Guaviyú.
Falta de actividades
Leopoldo Rodríguez lamentó que ni la Dirección de Turismo ni el Municipio de Guichón, a cuyo cargo administrativo se encuentra Termas de Almirón, hayan generado una agenda de actividades que resulte movilizadora para los visitantes, que complemente el llamador que es el agua termal. Si bien es cierto que por estas horas se ofrecen algunas propuestas “son generadas por la iniciativa de los particulares; no hay una agenda central que asegure atractivos para la toda temporada”. Reconoció que los operadores, congregados en una asociación fundada hace poco más de un año, se sienten “solos” y que les resulta especialmente difícil “hacerle ver a las autoridades que un parque termal tiene que tener agua caliente, piscinas limpias y buenos vestuarios” y que sería valioso que eso “es fundamental” sea complementado con propuestas culturales, artísticas, recreativas. “Quizás la Intendencia debería pensar en contratar un gestor que sepa de termas, seguro que le saldría barato y ganaríamos en que el centro termal esté a cargo de una persona idónea, que sepa del asunto”, aportó.
“Realmente ese es un debe porque cada vez que se intentó hacer algo no se ha podido concretar por diferentes motivos, porque ha habido diferentes tipos de tranca. Pero sí se ha pensado. Es un debe que tenemos en conjunto entre operadores y la Intendencia para poder dar algún tipo de actividad recreativa, de esparcimiento, de diversión, en un lugar que es tan tranquilo que precisamente le falta esa parte para poder complementarse”, dijo Tolosa para coincidir con su colega. No obstante enumeró una serie de posibilidades de entretenimiento con los que el centro cuenta y destacó la disposición de los privados “a generar cosas”.
Remate de terrenos en Almirón
En las últimas horas el director de Turismo de la Intendencia visitó aquel centro para llevar la noticia del inminente arribo de la bomba de calor largamente reclamada por los operadores y prometida por la comuna hace un par de años. En ese contexto el funcionario anunció que “se rematarán terrenos tal como se hizo hace poco en Guaviyú”. Ante el anuncio Rodríguez dijo que, en principio, la asociación de operadores no tiene una posición contraria pero desde ya advierten “que para hacer eso tienen que mejorar el servicio. Por ejemplo, en la piscina cerrada caben 25 personas y hoy en las termas hay 450 camas. No puede ser que sigan agrandando la cantidad de alojamiento si no se amplía la infraestructura porque así no vamos a mejorar”, concluyó.