Resumen de Prensa
Hasta el día de hoy Carlos Scanavino es el mejor nadador de todos los tiempos del Uruguay junto a Ana María Norbis.
Carlos Scanavino logró 14 medallas de oro a nivel sudamericano más 7 de plata y la misma cantidad de bronce; Ana María fue 8ª. en una final olímpica, con dos récords olímpicos, una proeza inigualable para el deporte celeste hasta el día de hoy.
El libro “Scanavino, la historia de un Campeón” escrito por Mauro Goldman tiene 100 páginas y se centra en la figura de Carlitos pero marcando algunos mojones importantes en la historia del deporte en Paysandú y en el Uruguay.
Ana María y Carlos son sanduceros, y cabe preguntarse, por qué ese fenómeno de gestación de campeones se dio en Paysandú, qué condiciones hubo para que la natación de esta ciudad del Interior se proyectara a nivel nacional e internacional, logrando estar en los primeros lugares, incluso ganando torneos Federales.
Paysandú llegó a tener el mejor plantel del país a través de los representantes de los “bichos colorados”. ¿Cuándo ubicar ese predominio? Entre los ´70 y ´80. Porque no fueron solamente Scanavino y Norbis, había un equipo de grandes nadadores que respaldaba la famosa pirámide que era bien ancha.
Además de llegar a una final olímpica con dos récords olímpicos, Ana María cuenta con 4 preseas de oro e igual cantidad de plata en torneos Sudamericanos. A diferencia de Carlitos, la carrera de Norbis fue mucho más breve.
Un viejo artículo de El Diario de Montevideo dijo una vez que Ana María “le puso fin a la edad de piedra de la natación uruguaya”.
Fue el inigualable Wilfredo Raymondo quien entrenó a Ana María Norbis y también a Carlitos. Los docentes siempre jugaron un papel importante en el desarrollo del deporte y en la natación al menos es imposible separar el éxito deportivo del trabajo docente.
En el libro se podrá encontrar los inicios de su carrera, su trayectoria, la piscina climatizada fundada en enero de 1971, los entrenadores.
Las participaciones olímpicas y mundiales no faltan.
“Yo me fui enamorando de esta historia casi sin darme cuenta” expresó su autor, agregando que “el proceso fue un poco largo, un trabajo hecho sin prisas pero sin pausas”.
“El material se fue gestando en varios años. El proceso fue un poco arduo porque costaba darle el punto final porque escribir sobre un deportista es muy desafiante. Es una especie de trabajo artesanal, como el armado de un puzzle. Carlitos fue producto de muchas cosas, de esas becas que tenían a Raymondo junto a sus colaboradores yendo a las escuelas, pero una vez que llegaban al club había un equipo potente que los iba puliendo”.
La historia le toca de cerca al autor que también fue nadador, siendo también beneficiado de las becas que se daban en la escuela.
“Yo lo tuve a Felipe (Vidal) como profesor del plantel, un tipo increíble en lo motivacional” comentó, “nunca más vi algo igual. Por algo se lo llevaron a Montevideo como pasó con Raymondo 10 años antes. Paysandú tuvo a los mejores”.
Los docentes fueron claves en ese proceso al igual que las subcomisiones de natación y un club con muchos socios.
“No soy un nostálgico, contextualizo, aquello fue único y tiene que servir para inspirar no para copiar porque los tiempos cambiaron” aseveró Goldman.
Fue una época de “fabricar campeones made in Paysandú” en varios deportes, “de esa convivencia que tenía la comunidad entre los que tenían mejores condiciones de vida y los que no, el deporte integraba” y daba posibilidades a todos los que quisieran aprender a nadar.
Goldman se inspiró en varias fuentes más allá de tener un encuentro con el ex nadador.
El libro Nuestros Monstruos Sagrados de Julio César Damico fue de alguna manera un punto de arranque, la Federación de Natación, Horacio “Tato” López que estuvo con Carlos en los Juegos de Los Angeles en 1984, Andrés Oberti Rual por el generoso material sobre Elio Pérez, a Ricardo Cattani, gran motivador, a Juan Stevenson que se prestó generosamente para ir a una entrevista con Carlitos, a Luigi Lemes diseñador y corrector del libro, a los familiares de Carlitos, al propio deportista, a Felipe.
Confesó que “los libros nos trascenderán” y se convertirá con el tiempo en un valor documental estratégico para la comunidad, “para que no nos gane el olvido” sentenció.
El libro tiene un costo de 400 pesos y hay envíos a todo el país a través del 099 326 150.