Juntos podemos es la agrupación formada en Montevideo por Jorge Larrañaga que ahora también está en Paysandú y pretende posicionarse de cara al próximo ciclo electoral. Con el joven dirigente blanco dialogamos antes de fin de año. Aquí el resumen del encuentro.
-Te radicaste en Paysandú hace un tiempo. ¿Quiénes te acompañan en este proceso político?
Estoy hace más de un año, nosotros vamos a tener un montón de compañeros que sacarán sus propias listas, tenemos alcaldes que nos acompañan, también ediles, un grupo técnico que nos ayuda en el armado del programa, tenemos referentes barriales, una militancia potente. En la interna del partido vamos a participar bien fuerte, veremos dónde nos pone en la gente.
-También hay alcaldes afines que antes estuvieron con Mario Bandera.
Hay varios alcaldes del departamento que nos acompañan, de Alianza Nacional, son de Chapicuy, Porvenir, Tambores, Lorenzo Geyres, hay varios sin reelección. En varias localidades tenemos fuerza, como en Guichón y en Quebracho donde está Mario Bandera y la actual alcaldesa. También ediles como Claudio Zanoniani, Alejandro Mega, Arturo Terra, y muchos jóvenes también como Luciano López, Juanita Rodríguez.
-¿Qué pedidos tiene la gente? Has dicho que no sos de mucha oficina.
Del que te imagines son los pedidos, el trabajo es uno de los principales pedidos, la seguridad ni que hablar, el abc de la intendencia (alumbrado público, bacheo, cordón cuneta), también tránsito, eso siempre está presente. También vivienda, cuestiones de salud. Muchísimos son trámites, la gente no sabe muchas veces ni para donde agarrar pero son el día a día. A mí me fastidia ir a Montevideo, imagínate lo que es para la gente acceder a la resolución de esos trámites para la gente del interior. Paysandú tiene un nivel de desempleo por encima de la media nacional. Allí hay que ampliar las fuentes de trabajo, capacitación de los oficios, empujar los emprendimientos que tienen muchas veces trabas burocráticas y que hay que desactivar. A las inversiones público privados para que Paysandú pueda tener fuerza importante y pueda convertirse en un departamento de punta y un ejemplo en políticas departamentales. En el departamento va a haber una inversión de hidrógeno verde con 4 mil millones de dólares de inversión. Hay que estar preparado para recibir a la gente, eso también está conectado con el turismo. Hay que darle actividades a la gente que venga.
-¿Cómo es tu vínculo con el intendente departamental?
Es muy cordial el vínculo con Olivera. Él después del fallecimiento de mi padre se alejó del sector. No tengo amistad, cada vez que nos vemos nos saludamos con mucha simpatía, no tengo diálogo fluido pero somos buenos compañeros de partido. Cada uno sigue su línea, cada uno tiene su propio perfil, él le dará su empuje una impronta a la gestión y nosotros desde el lugar de la gente y de la renovación de la gente haré mi aporte para el departamento. No hemos tenido encontronazos. Yo trato de cultivar una relación de consenso con todos los políticos de todos los partidos. Yo en las recorridas no ando preguntando a la gente de qué palo es, hay buenas y malas ideas en todos lados.
Soy fuerte en las ideas, la fortaleza de las convicciones y de las ideas no pasa por ir pechándose el alambrado permanentemente.
El que mucho ladra poco hace después, pasa por entender y defender las ideas de uno y por tener la suficiente apertura, puede haber ideas que pueden ser mejor de otros lados y abrir debate para perfeccionarlas.
-Te parece que faltan más políticas consensuadas.
Tenemos que evolucionar, hay cosas que tenemos que construirlas entre todos, generar un consenso. Por ejemplo, el tema de la transformación educativa es algo que nos tiene que involucrar a todos. Un cambio en los centros educativos para darle más autonomía, el acceso a títulos universitarios para la formación docente. Por otra parte, se hizo una reforma previsional que era importante porque el sistema como está es insostenible y se hipotecaba a las futuras generaciones. La política de frontera hay que tomarla como política de Estado también.
-¿Tu padre era un hombre de consenso?
Larrañaga padre era un tipo de consenso, de diálogo, era un tipo fuerte, pero con el que se podría hablar, eso fue reconocido por todo el FA tanto a nivel departamental como nacional. Él tuvo en su gestión gente que no era de su partido, pero que él consideraba idónea para llevar adelante las tareas departamentales y que no reparó un segundo de que tienda política era.
-¿Quizás es una de las razones por las que no ha habido otro intendente reelecto en Paysandú?
Es así, después de él siempre se intercaló. Uno no pierde su identidad, yo soy blanco a morir, estoy impregnado por la historia de Wilson y la de mi padre, la más reciente. A veces hay que trascender las fronteras partidarias. Yo no tengo reparos en ese sentido. Si hay alguien que pertenece a otra frontera y que pueda aportar a un proyecto político, voy a tratar de persuadirlo, de involucrarlo. Creo que aporta otra mirada, el micromundo político tiene una mirada sesgada.
-¿Qué recuerdos tenis de los 10 años de gobierno departamental de tu padre?
De acompañarlo, de estar ahí. De cómo andaban las cosas, de algún fin de semana comer con él y a la vuelta volvía y decía, “acá falta luz, acá hay un pozo”, estaba siempre monitoreando la situación, de la gestión departamental. Era muy andador el viejo, estaba cerca de la gente permanentemente, cuando estás más cerca de las realidades, estás en mejor posición para llevar respuestas. La política fuerte era por fuera del escritorio, de gastar suela, eso le traía una enrome capacidad para llevar respuesta. Algunas recorridas con él también recuerdo, era un tipo que iba por el interior, haciendo giras, fue gran impulsor de MEVIR, llevó escuelitas, dejó su huella bien marcada el viejo, nosotros recogemos esa construcción política que nos sirve para guiarnos y que tendremos nuestra impronta, de renovación porque los tiempos son otros, guardamos esa escuela de valores y de principios.
-En tu caso procurás un liderazgo más horizontal.
Esa es una de las diferencias más grandes que podemos tener, entre lo que era la dinámica de mi padre y la mía. Yo soy más horizontal en la construcción, él era producto de su propia característica, de una personalidad muy fuerte, los estilos políticos de antes eran diferentes, él fue uno de los últimos caudillos de la política, revoleaba el poncho y lo seguían. Yo soy de liderazgos múltiples, de delegar, hay gente mucho más competente que yo en diferentes áreas. Uno no puede abarcar todo, cuanto mejor construya estarán los equipos, cuanta más sinergia se construya, uno puede ser más pragmático.
-Olivera habló en campaña de contar con los mejores, pero no siempre es posible acompañar las palabras con las acciones. Mucha gente calificada no quiere estar en política.
Hay que romper los círculos viciosos en política, no te dejan pensar con claridad. Que coarta la participación de mucha gente valiosa. Nosotros estamos conformando una mesa técnica en la que muchos no son de nuestro partido. Y estoy contento porque eso servirá para un aporte. Yo tenía una maestra en Primaria que decía, -es fácil decirlo pero no hacerlo. Lo que uno dice no tiene validez si no lo lleva a la práctica.
¿Qué hacen?
“En el 2016 estaba en Montevideo donde viví varios años, rumbo a la última campaña electoral empecé a notar que Larrañaga padre hablaba de renovación, pero no había un grupo que respaldara eso. Nosotros empezamos a abrir el portón, a que vengan a aportar y empezamos a hacer encuentros en casas. A veces en plazas con gente que les preguntaba a los líderes políticos, por ejemplo, ¿Qué hace un político?, ¿Cómo es un día en su vida?”
Los jóvenes
“El PN se ha movido bien con los jóvenes. El PN ha apostado a una renovación, hay récord de participación de jóvenes en el PN. Las dos primeras elecciones las ganó Alianza Nacional, en la última elección el año pasado hubo récord de participación, más de 75 mil jóvenes donde se eligen los lugares de responsabilidad de la orgánica joven. La juventud trae una efervescencia importante, una rebeldía porque vemos las mismas caras dando vueltas siempre. Me siento obligado a entusiasmar a esos jóvenes que quieren hacerse cargo. Eso contribuye a la formación cívica”.
Formación e inquietud
“Yo leo y estudio, me formo todo el tiempo, siempre ando con un libro en la mano. Soy un lector avezado. Leo las noticias nacionales y departamentales. Si no se algo pregunto, soy muy curioso, si tengo alguna duda tengo que desentrañarla, no me puede quedar sin dilucidar. Trato de construir, de perfeccionarme continuamente. Para mostrar su potencial tiene que formarse e informarse permanentemente”.
Entrevista completa este jueves en edición papel.