Cuando a nivel nacional saltaba, en el 2023, el escándalo de los acomodos en Salto Grande, -una comidilla en la ciudad de Salto que no generaba más que meros y adormecidos comentarios, – llegaba lo de CARU. A lo ya conocido, por ejemplo, que el doctor Carlos Mata, funcionario de Cancillería, era asesor en simultáneo de ambas binacionales se agregaba el conocimiento del temprano ingreso, rompiendo vidrios y ventanas, de 20 militantes blancos, entre ellos -siguiendo similar matriz de comportamiento-, algún curul sanducero.
El periódico El Observador había informado el 20 de setiembre que “al menos” 20 ingresantes, mientras el desempleo galopa en el litoral, pertenecían a Alianza Nacional (7), lista 404 (5) y lista 71 (1); un modesto aporte. A ello se sumaban 4 colorados y 3 cabildantes. Cabildo Abierto aprendió con rapidez.
Lo sorprendente de todo esto, lo aportó Nancy Núñez, hoy diputada por el Partido Nacional (PN) subrogando a Nicolás Olivera que asumió la conducción de la Intendencia. Al conocerse que su hermano, David, fue uno de los que entró, intentó despegarse y, de paso, hizo una gravísima denuncia contra la gestión de la Intendencia. Más sorprendente fue que nadie le pidiera explicaciones, ni los medios, ni correligionarios, ni la oposición, ni la propia Intendencia; nadie.
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