“Lamentablemente hoy uno va a las Termas de Almirón y no encuentra una motivación para volver y eso es realmente complicado, no está bueno. También pienso en los operadores turísticos y entiendo la preocupación que tienen y que manifiestan todo el tiempo”, sostuvo el dirigente frenteamplista Martín Villalba que criticó la gestión del centro termal ubicado junto a Guichón y desestimó los argumentos esgrimidos por el alcalde Martíon Álvarez como intentos de explicación ante las notorias deficiencias del atractivo.
La falta de temperatura del agua
Almirón tiene carencias estructurales y otras de menor envergadura siendo actualmente el problema más acuciante la falta de temperatura en el agua de la piscina abierta, la misma dificultad que padece Guaviyú. Esa situación se hizo notoria después de que la comuna hiciera obras de ampliación de las piletas. Para enmendar el error ha incorporado una bomba de calor para cada complejo lo que demandará, con instalaciones incluidas, una inversión de casi un millón de dólares según afirman conocedores del tema. La falta de temperatura del agua termal, el principal atractivo del destino, ha provocado el malestar de muchos turistas, al extremo que algunos se retiraron antes de usufructuar toda la reserva, de acuerdo a relatos de propietarios de servicios de alojamientos.
Las “guarangadas” del alcalde
Aunque reconoció que el gobierno del Partido Nacional “no recibió las termas que a todos nos guastaría tener”, Villalba, que en el quinquenio anterior se desempeñó como administrador de los dos complejos del departamento, rechazó la aseveración de Suárez de que encontró una situación “complicada” en Almirón.
“El alcalde dice guarangadas propias del desconocimiento de lo que está haciendo”, sentenció para detallar que al cierre del gobierno de Caraballo el sitio tenia “el 100% de las calles pavimentadas; iluminación LED; una caldera nueva, de última generación, funcionando perfecto que garantizaba el calor del agua; una enfermería nueva con todas los elementos para la atención primaria, porque antes tenían a la enferma metida en un galpón; con el 100% de los moteles utilizables, antes de que nosotros llegáramos se usaban para el intendente y sus amigos y había unos cuantos que estaban tapiados; llevamos buena señal de internet; acondicionamiento el parque, hay que recordar que, por ejemplo, las churrasqueras se caían a pedazos; hicimos la piscina cerrada a nuevo; cambiamos todo el cableado de la bomba, porque si no hoy no tenían termas, entre otras cosas. Y todo esto lo hicimos prácticamente sin plata”, señaló el dirigente para contrastar aquellas escasas posibilidades de inversión a las que posee el gobierno actual. “Tiene posibilidades casi que ilimitadas porque arrancaron con una Intendencia saneada más los 25 millones de dólares del fideicomiso que podrían haber utilizado para hacer algo importante”. Lamentó que “nadie le pregunte al alcalde qué hacen con la plata. Porque si nosotros, en nuestro gobierno, aceptamos que nos faltaba mucho para mejorar la gestión pero hicimos todo lo que hicimos con muy poca plata, ellos están aceptando lo mismo pero teniendo cinco veces más de recursos”.
El exadministrador asumió como “un debe” la falta de culminación en las obras del saneamiento del parque termal y el centro poblado pero hizo notar que “heredamos la apertura del hotel cinco estrellas y la Intendencia jamás había previsto la canalización de los desechos, de las aguas negras. De todas formas nosotros encaramos el tema y siguiendo consejos de técnicos hicimos todo lo que pudimos. Honestamente no sé en qué situación está eso hoy pero seguro que quedó mucha cosa hecha”.
“No la ve por ningún lado”
Villalba contó que en la campaña electoral, Suárez “utilizó mucho el recurso Termas de Almirón para hablarle a la gente de nuestras supuestas ineficiencias y para prometer que si él era alcalde, con un gobierno departamental nacionalista, la cosa iba a ser muy distinta. Decía que las termas tenían que volver a Guichón, estar dentro de la órbita del Municipio, como están ahora en una coparticipación con la Dirección de Turismo, un cogobierno o una coadministración, no me queda muy claro cuál es el dibujo que hicieron. Pero resulta que ganó el municipio, ganó el intendente al cual que apoyó, es más, uno ve que hay una comunión entre el intendente y el alcalde, los vemos juntos en cuanto acto, en cuanta fiesta hay, pero la verdad es que las termas están cada vez peor. Entonces, que la gente de Guichón y todos los sanduceros tengan memoria porque después salen a decir que ellos tiene la receta para hacer las cosas bien pero cuando les toca gobernar no hacen nada, salvo prestarle los moteles a los amigos, tirarse vestidos a las piscinas o tomar decisiones groseras como la dejar al parque con una sola piscina”.
“Este muchacho no sabe donde está parado, no la ve por ningún lado, no tiene dialogo, tiene la misma soberbia que el intendente, no habla con nadie, no escucha a nadie. Ahí andan los operadores tremendamente preocupados porque nadie los recibe, no hay quien los atienda”, apuntó para agregar que la Intendencia ha dejado de tener un rol activo en la promoción de los destinos y que, en el fondo, no existe un rumbo en materia turística. Los operadores tienen serias dificultades para sostener un nivel de actividad razonable y, de hecho, “este año les pasó que a mitad de la semana de turismo los operadores estaban saliendo públicamente a decir que tenían lugares disponibles. Eso con nosotros nunca pasó porque había un trabajo fuerte de promoción que se hacía en conjunto con los privados”.
Imagen destacada: situación de la pisicina abierta al final de la semana de turismo. El registro corresponde a la comunicadora Gabriela Silva.
