Escribe Fernando Sollazo Pons
Mariana Álvarez es una basquetbolista sanducera que desde el año 2020 juega en Remeros Mercedes, equipo que juega la Liga Uruguaya. Sus primeros pasos en el baloncesto los dio en forma recreativa en una escuelita cuando tenía 10 años, luego incursionó en Barrio Obrero y después en Centro Allavena donde jugó en todas las categorías hasta mayores. En su momento tuvo como entrenador a Gino Alderete. Participó en las selecciones de Paysandú en campeonatos OBL, preselecciones uruguayas, y representó a Uruguay en los Panamericanos Universitarios de 3×3 que se llevaron a cabo en Maceió en el año 2019, Brasil. Actualmente se encuentra haciendo la tesis de la carrera de Psicología y la idea es jugar al básquetbol también y trabajar en esa profesión ya que en Remeros Mercedes hay campo favorable. Nos contactamos con ella y logramos está entrevista:
-¿Cómo ves el nivel de la Liga Femenina en Montevideo?
El nivel es muy distinto al que hay en el interior, es muy exigente y requiere de mucho compromiso y exigencia. El ser constante con los entrenamientos y la preparación física es fundamental para poder dar lo mejor y tener buenos minutos en cancha. Se permite tener hasta dos fichas extranjeras por club lo que le da un salto de calidad enorme a la competencia. El nivel de la LFB viene en ascenso, la difusión que se le está dando ayuda mucho.
-¿Cuál es tu objetivo?
En relación a lo deportivo siempre superarme y dar lo mejor, mantener la disciplina y la constancia que he mantenido desde chica ya que creo son valores fundamentales al practicar un deporte. Quiero seguir jugando la Liga Uruguaya y salir campeón con mi equipo.
-¿Crees que el básquetbol femenino tiene el apoyo necesario?
El apoyo ha crecido respecto a años atrás, el femenino se ha ido haciendo su lugar de a poco tanto en el interior como en Montevideo. Creció la difusión a través de los medios de comunicación. Se ha logrado que jugadoras puedan tener un contrato con sus respectivos clubes y ser remuneradas lo que es un gran paso. Aun así siempre hay cosas por hacer y todavía queda un montón por mejorar, pero ver todo lo que se ha logrado es una satisfacción enorme.