“De aquellos que se dedican a la política hace mucho tiempo y vienen con prácticas muy fuera de la ética”
“Esto es un claro ejemplo de lo que está pasando acá. Así me hacen el vacío cosa que para mí es un orgullo porque yo quiero ser política de una manera diferente, muy distinto de esta gente, muy distinto”, enfatizó la diputada Nancy Núñez frente a la cámara de su teléfono en un video que subió a sus redes sociales el domingo 9 de junio a la mañana, poco antes del comienzo del desfile cívico militar organizado para celebrar los 161 años de la declaratoria de Paysandú como ciudad. Al fondo de la imagen, en el otro extremo del palco, según Núñez haciendo el vacío, se aprecian al intendente y el secretario general, entre otras autoridades. En realidad el video surgió como forma de denuncia de lo que parece ser un grosero error tanto protocolar como político; resulta que no habían previsto una silla en el estrado para la diputada oficialista, aunque no quedó claro sí sólo fue olvido. Cuando Núñez reclamó “me mandaron un funcionario, me dijeron unas cuantas cosas”, actitud que no parece la adecuada para enmendar un olvido o un error. “Pusieron una silla a último momento donde decía el nombre de la diputada”, contó sobre la resolución del problema e indicó que eligió sentarse a una notoria distancia del intendente y sus colaboradores. Más allá de la situación de la que fue víctima, Núñez advirtió una buena oportunidad para dejar un nítido mensaje político. Una vez que logró ubicarse en el sitio que le resultó más cómodo, dijo: “acá estoy, firme. Así, de la misma manera estoy representando al departamento de espaldas a toda la clase política”.
Seguramente una buena porción de los sanduceros que tomaron conocimiento del infeliz episodio estará cerca de concluir que el asunto podría tener una explicación de tipo político partidaria. Pero por nuestra parte, sin elementos para confirmar ni negar nada, consideramos que sería interesante aprovechar para abrir la duda respecto a si la Intendencia de Paysandú cuenta con personas con capacitación en Protocolo. La temática excluye la posibilidad de improvisación, el que no sabe queda en evidencia. Y la verdad es que ése ha sido un debe de larga data por estas zonas. Quizás el asunto nos mostró algo un poco más profundo que lo que vimos inicialmente. Claro, para que la cosa funcione, llegado el caso los criterios que deben primar son los técnicos.
Consultado por el episodio por El Telégrafo, el secretario general de la Intendencia hizo declaraciones bastante llamativas. “Desde la Intendencia no nos queda muy claro cuál fue el inconveniente, si se refería a una disconformidad con el lugar asignado en primera fila o si su interés era estar más cerca del intendente en la zona del Palco”, aportando un tono irónico ante una situación de tensión entre diputada e intendente que más bien debería avergonzar a los nacionalistas sanduceros. Además anunció que atenderán “la situación planteada por un funcionario ante las presuntas amenazas y destrato recibido en dicha ocasión, para lo cual haremos la correspondiente investigación”.
Probablemente no sean pocos los sanduceros para quienes el referido problema no resulte más que el resultado de “un lío interno”, algo así como un capítulo más del culebrón que desarrolla cierta política. Pero el martes pasado, en entrevista cedida a Primer Plano (Canal 4), la diputada enmarcó el evento del domingo en un contexto de violencia “que se ha incrementado en el último tiempo”. De esa manera dejó en claro que la situación tiene una profundidad inusitada y que trasciende largamente el debate por el lugar en el acto.
De hecho contó que la semana pasada denunció “amenazas telefónicas”. Detalló que ha recibido ciertas llamadas de manera constante y aseguró ser víctima “de un acoso psicológico importante en un momento en el que la campaña está apretando”.
No obstante, aseguró que se siente “firme, fuerte” y “segura de hacer las cosas muy bien por eso aquellos que se dedican a la política hace mucho tiempo y vienen con prácticas muy fuera de la ética, están acostumbrados a hacer de la política lo que ellos deciden, lo que ellos quieren, los que ellos resuelven y conmigo eso no va a ser así. Como no pueden hacer que hagan las mismas prácticas que ellos y me comporte de la misma manera es que me quieren amedrentar pero no lo van a poder conseguir, quien me conoce sabe que no lo van a poder conseguir”. Agregó que continuará “haciendo política de otra manera” y que sólo acatará el mandato “de la gente”. Claramente Núñez vinculó las amenazas que denunció ante la Policía con “aquellos que se dedican a la política hace mucho tiempo”, pero no profundizó para intentar delimitar la aseveración que así, por elevación, podría rozar a mucha gente y de diversos partidos.